En esta era digital, no es suficiente hacer buenas fotos, tener grandes equipos o ideas. Los fotógrafos, indiferentemente de su nivel (amateur, intermedio, experto), necesitan algo de suerte y también el tener el criterio suficiente para reconocer el valor de su trabajo y la dirección de su arte.

En todo comienzo es necesario experimentar, adaptarse a lo que te ofrecen, bien sea para ganar experiencia o algo de dinero, pero luego te das cuenta que siempre conseguirás esos clientes o amigos, con los que trabajas solo por intercambio. Puedes conseguirte con personas que sí paguen lo que exiges, pero también otros para quienes tu trabajo no cuesta lo ellos son capaces de pagar.

A veces, uno hace una apuesta de apoyar a quienes, como los novatos que una vez fuimos, requieren de una ayuda para crecer, es bien cierto que uno pasó por lo mismo. No obstante, ll final es eso, una apuesta, y así como puedes ganar un cliente que luego haga honores a tu labor, también puedes haber dejado de percibir lo que consideras que mereces, para luego nunca ver o contar con esos "clientes".

A pesar de ello, no es tan fácil tener clara tal idea. En ocasiones se dificulta decir que no, que simplemente no te puedes permitir hacer esa apuesta y que tienes que, necesariamente, establecer un monto mínimo del cual no vas a disminuir tu presupuesto.

Otro aspecto a considerar hoy en día es que todo oficio hay competencia, pero ocurre que en el arte fotográfico y en el de los videos, con la tecnología actual, tanto hacer fotos como editarlas, es más accesible que en otras épocas.

Los teléfonos celulares han hecho que muchas personas ya no destinen presupuestos a un servicio especializado de fotografía para sus eventos, celebraciones o marketing. Cada vez son menos los que dejan esa labor en manos de profesionales.

Las grandes empresas, en cambio, han estado formando sus propios departamentos de audiovisuales. ¿Sabían que existen video clips y películas que han sido filmados con teléfonos?. Y si hablamos de programas de edición y redes sociales, lo que logran redes como Tik Tok o Instagram, es algo que demoraría horas de producir si lo hiciésemos con programas como Photoshop, Premiere o After Effect, solo por citar algunos.

La dependencia del factor humano, su sabiduría o experiencia ha estado y sigue borrando del mapa a los que nos dedicamos a esto. Antes, para grabar una escena desde el aire, era necesario contratar a un piloto y al copiloto de un helicóptero, además de un camarógrafo. Desde la llegada del drone, dos personas perdieron su puesto de trabajo.

Es así como la tecnología nos está rebasando. Las redes están inundadas fotos, todo el mundo es capaz de hacer buenas fotos, así sea por casualidad. La llegada de los NFT también pasará facturas al mundo audiovisual y también al del arte.

La adaptación del fotógrafo está en su pasión y en su identidad. Toca reevaluar muchos escenarios y prepararse para saber a dónde queremos llegar con esta nueva realidad artificial.

Me gustaría que me contaran, cuántas veces contrataron a un fotógrafo y por qué motivo lo hicieron.

Acá los Leo