Adultos mayores y redes sociales. Una relación difícil | Older adults and social networks. A difficult relationship [ESP/ENG]
La señora Rosa es mi vecina, tiene ochenta y dos años, pasa casi todo el día sola. Una nieta de veinte vive con ella. La muchacha trabaja desde la mañana hasta la tarde, y como es lógico a su edad siempre tiene alguna salida con amigos y compañeros.
Los grandes compañeros de Rosa son el televisor y el celular. Para ella es una tragedia cuando alguno de los dos no funciona, se siente muy mal y hasta llega a deprimirse. Esto es completamente comprensible porque a falta de compañía humana estos dos aparatos le ayudan a mitigar la soledad.
Su dependencia con el celular es absoluta, por allí se comunica con los hijos y con otros nietos que están en el exterior. Todo el día Rosa mira la pequeña pantalla a ver si hay alguna actualización, esperando con ansias alguna nota de voz, una foto o un video de sus seres queridos.
Hasta aquí todo bien. Sin embargo, conjuntamente con la información sobre los seres queridos, también le llegan a Rosa una serie de mensajes y contenidos que a ella le son difíciles de procesar.
No son raras las mañanas en que cuando paso cerca de su casa Rosa me está esperando, a veces alarmadísima, con mucha urgencia de querer compartir su angustia.
—Buenos días profesor. ¿Cómo está? ¡Ya se enteró…profesor, profesor…! Me comenta con mucha expectación.
—Cómo está Rosa. Dígame. Qué es eso que la tiene tan alterada…
—! Profesor…profesor…! Y comienza a darme un largo parte de sucesos que van desde el inminente ascenso de Guaidó a la presidencia con la ayuda de los marines. Las sopotocientas variantes del covid-19. La posibilidad de quedarnos aislados sin luz y sin internet. Y pare de contar…
Los motivos de alarma para mi querida amiga Rosa son infinitos…
Lo más que hago es dedicarle unos minutos a tratar de serenarla, a preguntarle que de dónde saca esas cosas. Invariablemente su respuesta es que lo vio en algún mensaje de Whastapp o en Youtube. Y por más que yo le diga que esos son informaciones infundadas, creadas por personas irresponsables, ella sigue creyendo una y otra vez en ese tipo de mensajes que le amargan sus días.
Mi madre tiene ochenta y seis, está en una situación parecida a la de Rosa, vive sola en la planta baja de su casa, mi hermano menor vive en la parte superior y trabaja todo el día en la calle.
Cada vez que hablo por teléfono con mi madre no deja de sorprenderme dándome las informaciones más insólitas. Y al igual que a Rosa le digo que no crea en esas cosas. Le he mandado enlaces de servicios de noticias serios para que se informe mejor, pero nada…
A lo más que hemos podido llegar en ese tema es a ponernos de acuerdo en el grupo de familia, donde están todos los que se han ido, para mandar solamente informaciones que tengan que ver con nosotros, pero en lo demás no hay forma de controlar.
Las personas mayores son muy vulnerables, se les hace difícil encontrar criterios para defenderse de la andanada de bulos y de teorías conspiranoicas que circulan por las redes sociales.
La verdad es que sobre esto no encuentro solución, porque a veces pareciera peor el remedio que la enfermedad. Lo más que hago con todo el que me quiera escuchar es pedirle por favor que no reenvíen noticias falsas, el problema es que parece que cuesta mucho chequear primero, y el reenvío ya es algo medio compulsivo.
Para Rosa y para mi madre sería una verdadera tragedia no contar con el cell y el TV, no podrían con el aislamiento y la soledad. Quizá hasta sea lo mejor que vivan angustiadas con el poco de embustes que leen cada día. Quizá eso las distrae. En verdad no sé…
Gracias por tu tiempo.
Mrs. Rosa is my neighbor, she is eighty-two years old, she spends most of the day alone. A twenty year old granddaughter lives with her. The girl works from morning to evening, and as is logical at her age she always has some outings with friends and colleagues.
Rosa's big companions are the television and the cell phone. For her it is a tragedy when one of them doesn't work, she feels very bad and even gets depressed. This is completely understandable because in the absence of human companionship these two devices help her to mitigate her loneliness.
Her dependence on the cell phone is absolute, she communicates with her children and other grandchildren who are abroad. All day Rosa looks at the small screen to see if there are any updates, waiting anxiously for a voice note, a photo or a video of her loved ones.
So far so good. However, together with the information about her loved ones, Rosa also receives a series of messages and content that she finds difficult to process.
It is not uncommon on the mornings when I pass by her house and Rosa is waiting for me, sometimes very alarmed, with the urgency of wanting to share her anguish.
-Good morning professor, how are you? You heard...professor, professor...! She comments to me with great expectation.
-How is Rosa. Tell me. What is it that has you so upset?
-! Professor...professor...! And he begins to give me a long report of events that go from the imminent ascent of Guaidó to the presidency with the help of the marines. The sopotocientas variants of covid-19. The possibility of being isolated without electricity and internet. And I stop counting...
The reasons for alarm for my dear friend Rosa are infinite...
The most I can do is dedicate a few minutes to try to calm her down, to ask her where she gets these things from. Invariably her answer is that she saw it in some Whastapp message or on Youtube. And no matter how much I tell her that those are unfounded information, created by irresponsible people, she keeps believing again and again in those kinds of messages that make her days bitter.
My mother is eighty-six, she is in a similar situation to Rosa's, she lives alone on the first floor of her house, my younger brother lives upstairs and works all day on the street.
Every time I talk to my mother on the phone she never ceases to surprise me by giving me the most unusual information. And just like Rosa, I tell her not to believe in these things. I have sent her links to serious news services to get better information, but nothing...
The most we have been able to do on this subject is to reach an agreement in the family group, where all those who have left are, to only send information that has to do with us, but otherwise there is no way to control it.
The elderly are very vulnerable, it is difficult for them to find criteria to defend themselves from the barrage of hoaxes and conspiracy theories that circulate on social networks.
The truth is that I can't find a solution to this, because sometimes it seems that the cure is worse than the disease. The most I do with anyone who wants to listen to me is to ask them to please not forward false news, the problem is that it seems that it costs a lot to check first, and the forwarding is already somewhat compulsive.
For Rosa and my mother it would be a real tragedy not to have the cell phone and the TV, they couldn't cope with the isolation and loneliness. Maybe even the best thing is that they live in anguish with the little bit of bullshit they read every day. Maybe that distracts them. I really don't know...
Thanks for your time.
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Saludos amigo @irvinc que bueno que a esa edad manejen la tecnología, el único problema es que se pueden enfermar psicologicamente a raìz de ese bombardeo de información que hay en la Web, por otro lado se mantienen la mente activa en algo y se pueden comunicar con sus familiares
Sí por un lado es bueno porque saben de la familia y se mantienen activas, pero la cabeza se les altera mucho leyendo tantas cosas inventadas, pero bueno...es lo que hay. Muchas gracias por la visita y el comentario, estimado @cetb2008. Que estés bien. Bendiciones para la familia.
Por eso la vida era mas tranquila y bella en esos ayeres, no se llenaban con tanta basura como nosotros ahora que estamos viviendo una sobre-informacion.
En el pasado las personas mayores contaban con más compañía. Ahorita aquí en Venezuela el asunto es grave por la emigración. Hay muchas personas mayores viviendo solas. Muchas gracias por la visita y el comentario, estimado @tex73110. Que estés bien.
Wao, pobre señora Rosa. Y como ella hay montones que viven angustiadas. Se refugian en el celular y en la televisión y no encuentran qué más hacer con la soledad que las carcome. No las culpo, la mayoría estamos en lo mismo, la diferencia es que somos jóvenes y lo podemos soportar mucho mejor. Se me parte el alma con esos abuelitos que quedan solos :'(. En mi Edif. murió una señora hace unos diez años... lo descubrimos por el olor, la pobre no vivía con nadie y se murió solita en su apartamento. La vejez es fuerte... siempre hay que pensar en tener salud y que al llegar a mayores, estén buenas personas que nos cuiden y nos acompañen. ¡Saludos!
Caramba. Qué triste eso que mencionas. Hay muchas personas mayores que viven solas y no tienen ayuda, para los que están en edificios es peor. Es muy lamentable que tantos jóvenes se hayan marchado. Muchas gracias por pasar y comentar amigo @vezo. Que estés bien.
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Creo que no solo las personas mayores llegan a ser víctimas de este bombardeo de información donde la mayoría es información falsa o distorsionada, hace como cuatro años atrás limpie mis redes sociales y dejé de seguir agencias de noticias nacionales e internacionales que consideraba serías, sufrí mucho viendo las tragedias que ocurrían aquí en mi país como en el exterior. Lamentablemente no ha de ser fácil para una persona que vive sola controlar esto. Excelente artículo estimado @irvinc, gracias por compartir.
Saludos
Para las personas mayores es muy difícil porque la edad las hace más proclives a la angustia. Pero no hay remedio, parece que sin los medios se sienten peor. Muchas gracias por la visita y el comentario, estimada @miriam11. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Un problema bien serio y sobre el cual se puede hacer muy poco porque, como señalas, es la manera que tienen de llenar los vacíos. Mi mamá nunca ha aceptado el uso dl celular pero la televisión para ella es indispensable, todo el día la tiene encendida viendo una programación de muy baja calidad que la mantiene alterada y que la aísla cada día más porque la coloca a muy alto volumen y así vaya quien vaya no la baja ni la apaga por lo que la comunicación y el compartir es casi nulo, ES triste tanto para ella como para los demás. Excelente trabajo amigo @irvinc, saludos.
Es un problema muy serio que afecta a toda la familia. La verdad es que para los mayores no hay muchas alternativas, a menos que sean como nosotros que nos dedicamos a escribir. Muchas gracias por pasar y comentar, estimada @damarysvibra. Que estés bien. Un fuerte abrazo.
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He visto a muchas personas mayores caer en victimas de estafas por internet asi como he visto a personas mayores saber mas que yo de las redes sociales e internet, personalmente mis abuelas aun no estan tan cerca de la tecnologia, pero es bonito ver como usan el Whatsapp para comunicarse con la familia.
Sí, es una herramienta muy importante para mantener el contacto con lo que están lejos, sobre todo fuera del país. Muchas gracias por pasar y comentar. Que estés bien.