Me gradué de bachiller hace 4 años atrás, me inscribí en la Universidad en la que se graduó mi hermano mayor de técnico superior en Instrumentacion y Control en la "Universidad Politecnica Territorial Oeste del Estado Sucre", por ejemplo, en mi caso elegí Procesos Quimicos porque para ese tiempo era lo que se asemejaba a la medicina y porque por fin entendí la química en 5to año. Yo entre con mucha ilusión dispuesta a aprender porque me considero una persona autodidacta ya que me gusta mucho el estudio y que mejor ejemplo que mi hermano mayor, que hoy en día es un genio. Surgieron problemas por el año 2017 en el país Venezuela, año en el que me inscribí por primera vez en la Universidad. La situación país fue uno de esos problemas donde ya la universidad no era como antes, donde la fuga de profesores era bastante fuerte, el sueldo mínimo no les alcanzaba ni siquiera para el pasaje y prácticamente todos mis amigos en el salón estaban pensando en emigrar hacia otro país, yo era una de ellos, pero decidí en retirarme de la universidad porque empezaron los paros y sentía que no estaba avanzando.

Me Salí y no fue fácil sobre todo porque pensé que decepcioné a mi mamá y, por otro lado, mi mejor amigo se había ido del país. Yo lloré como no tiene idea, me sentí fracasada, sentí que perdí el tiempo. Sin embargo, mi mamá me ofreció el apoyo para inscribirme en el Iutirla, una universidad que era privada y que la carrera duraba 3 años.

Por fin, contentísima elegí la carrera de turismo, hice amigos, disfrute el momento acorde y termine mi primer semestre, pero surgió otra adversidad más y es que la mensualidad del segundo semestre subió y mi mamá no tenía el dinero suficiente para pagarlo. Otro despliegue más, me sentí peor aún sobre todo porque quería ayudar a mi mamá a apagar el semestre, pero era menor de edad aun y no estaba trabajando y volví a sentirme fracasada, volví a llorar de nuevo y a sentirme insuficiente pero luego comprendí que no era mi culpa, era las adversidades que estaba ocurriendo en ese entonces.

Por otro lado, elegí inscribirme en una universidad a distancia y publica, se llama “Universidad Nacional Abierta” por el año 2019, todo bien, mis ganas de estudiar seguían estando presente, terminé el curso introductorio de la carrera educación especial y cuando iba a inscribir el primer semestre, aplicaron la cuarentena por la pandemia y se robaron los cables de internet en la urbanización donde vivía. Les juro que he sido la persona más salada en esta vida y odie cada circunstancia que se me presentaba cuando quería seguir inscribiéndome en la universidad porque no quería rendirme, no quería quedarme sin estudio porque de verdad mis ganas por estudiar no se acababan.

Lo que les quiero decir es que, si he tenido momentos malos por el hecho de que sentí que era mi culpa, que había perdido el tiempo, que mi vida se había terminado, que me sentí insuficiente y lloré muchas veces en mi cuarto a oscuras preguntándome a mí misma ¿Qué fue lo que hice mal? Pero al mismo tiempo, así como perdí también gané porque las veces que me Salí de una vez buscaba cualquier curso para seguir aprendiendo más y más. Obtuve enseñanzas, aprendizajes y conocimientos a lo largo de mi trayecto y tropiezos. Estuve en cursos de idiomas y de cualquier curso porque mis ganas de seguir adelante en un país con incertidumbre seguía en pie por eso disfrute cada momento de perdida y ganancias, yo quería sacarle provecho a esos momentos de crisis y poder convertirlos en esperanzas y aquí estoy, estudiando fisioterapia a pesar de la pandemia y me ha ido bien sobre todo porque me di cuenta que no era la única que pasó por esa circunstancias porque todos los que estudian conmigo pasaron por lo mismo que yo y quieren seguir luchando. Soy agradecida por cada experiencia que me ha dado la vida porque hoy en día soy una persona que ve la vida de una manera diferente con ganas y propósitos porque la vida es eso, aprender de nuestros errores y nunca rendirnos, aún estamos a tiempo para empezar la vida de nuevo. También estoy agradecida con Hive porque me impulso más a ser una persona positiva, me devolvió la alegría que perdí hace años, me regalo amistades maravillosas a pesar de la pandemia y la distancia y me permitió ganar dinero haciendo lo que más me gusta que es escribir ¿Qué más bello que eso? ¡Gracias! Porque cada momento malo o bueno siempre nos trae enseñanzas.