Cristo murió en la cruz del calvario hace más de 2.000 años pero él no se quedó en la tumba muerto, el poder de Dios a través del Espíritu Santo lo levantó de la muerte, lo trajo a la resurrección, a la vida nuevamente así como Jesús resucitó a su amigo Lázaro que tenía varios días de muerto y enterrado, el mimo poder resurrector que actuó en Lázaro levantó de la muerta a Jesucristo a quién Dios Padre le dió el honor de ser nuestro Señor y Salvador, suyo, mío y de toda la humanidad.

La Biblia dice en Isaías 53: 12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Cuando nosotros ponemos la esperanza en Jesús, todo lo malo y difícil será más tolerable de vivir, confiamos en que pronto esto también pasará y mientras pasamos por los tiempos adversos y de necesidad, podemos acercarnos a Dios con confianza para encontrar en él el oportuno auxilio que nos ayudará a mantener la vista puesta en el camino correcto.

Cristo es el camino que conduce por medio de las promesas escritas en la Biblia a un estado de fe que nos alienta a tomar fuerzas para levantar la cabeza, no hay que caminar con la cabeza mirando el piso por la tristeza que hay en el alma o por la verguenza de estar en una situación de pobreza, son solo circunstancias de la vida y todo pasará, saldremos hacia adenlante. La actual condición no es nuestro destino es tan solo un camino que nos perfecciona y hace más fuertes para movernos hacia una nueva y mejor situación para nuestro gozo y disfrute.

Dios tiene la última palabra en todas las cosas y su deseo es el bendecirnos, sus pensamientos son de bien y no de mal, es él quién nos saca de atrás y nos pone adelante, nos levanta del polvo para hacer nuestra morada por encima de las nubes.

Miremos con los ojos de la fe, sometamos los sentimientos de nuestra alma a Dios Padre y rindamos nuestro espíritu al control del Espiritu Santo, entonces nosotros seremos, nos sentiremos y estaremos mejor.

Los malos tiempos no son nuestro destino, no maldigamos sino que oremos, alabemos y mostremos a Dios un corazón agradecido porque nuestro final en la Tierra y en el Cielo es Glorioso.

Juan 14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Disfrute de esta hermosa canción, medite en la letra y alabe al Padre Eterno porque mejores tiempos vendrán.

Todo Se Lo Debo A Él - Marcos Yaroide | Letra