La vida en Venezuela es sumamente difícil. Se puede decir que hay que reinventarse diariamente para no sucumbir en la angustia.

Cuando hago un resumen bondadoso de todo lo que he hecho, hasta ahora, me siento satisfecha. Las acciones de demostración de afecto, amor y solidaridad para quienes conozco, e incluso para quienes no conozco personalmente, me indican que he caminado por los senderos de la fe y la esperanza. Puede sonar algo trillado pero es bueno reconocerse en estos valores espirituales.

Por otra parte, la interacción con varios usuarios de steemit me ha servido de aliento para retomar la cámara fotográfica, el dibujo digital y la escritura. Tal vez, no con el oficio que yo desearía pero sí con la creatividad que se anida en mí.

Es muy complejo estar en esta plataforma sin un acceso adecuado a internet. Posiblemente, la gente de diferentes latitudes del planeta no comprenda lo que significa no tener electricidad durante muchas horas (como en los tiempos de las cavernas), o sí se entienda porque la gente tiene sentido común e imaginación, pero vivirlo es una tragedia. Posiblemente, tampoco se comprenda cómo los venezolanos podemos sobrellevar nuestras vidas en medio de un caos perenne. La explicación o respuesta es sencilla: resiliencia.

También puedo afirmar, por lo menos para mi caso, que el arte y la creación artística me animan a pensar en la construcción de un mundo más equilibrado y a soñar con espacios más amables. Por ello, me levanto cada mañana con las fuerzas necesarias para elaborar la ruta de navegación hacia un futuro mejor.

Tal como señalé al principio, esa ruta cambia diariamente por los fuertes e impertinentes vientos; no obstante, yo comando el timón y las velas de mi embarcación.

Deseo, con esta breve reflexión, dar gracias a todos los que me han acompañado en este año 2019; mi sincera gratitud.

Para el año 2020 espero vivir grandes aventuras, nuevos viajes y muchas experiencias gratificantes y positivas. Por supuesto, también anhelo que todos estén allí: familiares, amigos y conocidos, para compartirlas. ¡Un gran abrazo!

EquipoCardumen. Somos compañeros de viaje