La excusa

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Caminaba por el río Santa Catarina, cuando vi a un pato que se veía en realidad mal, y digo pato porque traía un cubre bocas en forma de trompa de pato, escuálido el muchacho y desarrapado, además se veía que lavava a mano porque traía la cara llena de espinillas.

-Que andas haciendo aquí abajo- le pregunté
-Ando buscando un ganso nalgón que tiene luces psicodélicas en la espalda y un traje como de licra-

y entonces yo le dije -QUE?

Seguramente ya le dio una insolación. Pero de rato que aparece la gansa, en efecto era una gansa vestida en forma muy psicodélica que movía su trasero de un lado a otro como invitándonos a algún tugurio.

-Buenas tardes muchachos, los invito a mi bar, tenemos chelas bien muertas-

Y yo pensé, pero si no hay cerveza en ningún lado y se supone que los bares deben estar cerrados por la contingencia, sin embargo ya tenía bastante sed de "cheve" y pues acepté ir.

Fuimos los tres a una callecita que está a lado de la avenida Constitución ahí estaba una camioneta llena de güelles, quiero decir parroquianos, nos subimos y nos fuimos rumbo a Juarez, pero antes de llegar la camioneta dio la vuelta, avanzó unos cuatrocientos metros y se detuvo.

-Ya bájense cabrones- nos dijo la chica de las nalgotas, -ahora van a probar la cerveza artesanal de mi amigo José-

Entonces comprendí de que se trataba, obvio que si las grandes empresas dejan de hacer cheve, seguramente muchos empezarán a hacerla de forma artesanal, pues a ver que tal está me dije.

Después de caminar por una vereda había una nave industrial, de lejos se alcanzaba a oír que estaba tocando pura música de banda. Al llegar luego luego me sirven en un vaso como de a litro y medio hasta la madre de cerveza oscura, casi se tiraba del borde.

-Son cien bolas- me dice el sujeto.

Cien bolas no está mal tomando en cuenta que con unas tres de esas tengo, pero aún así le reclamé.

-A chinga, pues donde esta el tubo- le dije en forma retadora.

El ni se molesto, ni se rió, ni nada, tan solo se secó la nuca con una toalla que traía y luego indicó hacia el centro de la pista de baile. En efecto había un tubo y algunas mesas distribuidas alrededor, eso si con suficiente distancia entre una y otra. El pato, la chica nalgona, su amiga y yo nos fuimos a sentar cerca de la pista y empezamos a jugar dominó.

Como a la media hora aparece un mesero y nos trae un garrafón como de veinte litros de cerveza y una botella de tequila, entonces dije:

-A jijo, nos la vamos a chupar toda?, y cuanto va ser o que- Yo nada mas traía como quinientos pesos y temía quedar a deber, pero entonces la amiga de la nalgona nos dijo que ella invitaba, que alivio, me sentí algo apenado, pero después se me quitó la pena cuando vi que las dos chicas no dejaba de besarse, no, no dije nada, pero sin querer le toqué una chiche a la nalgona y pensé, ya valió madre la amiga de ella me va agarrar a madrazos y ni modo que me defienda, pero no, al contrario, se echo a reír y se sentó del otro lado de mi, quedando yo entre las dos viejas, ya me abrazaban ya me besaban, ya estaba tan pedo que no sabía ni la hora pero entonces que se apagan las luces y la música.

El sonido de las sirenas empezó a oírse cada vez mas cerca, todo mundo empezó a correr con rumbo a la carretera, instintivamente yo también, pero la chica de aspecto rudo me sujeto y me indicó que nos internáramos mas en el monte pero sin hacer ruido, los tres la seguimos y pronto ya estábamos como a cien metros del desmadre, empezaron a levantar a toda la raza, mientras nosotros estábamos echados entre la maleza.

De lo pedo que andaba me quedó dormido, mas de rato al abrir los ojos vi que las dos viejas bailaban desnudas enfrente del pato, como ya le decíamos, los ojos se les salía, pero cuando quería tocarlas ellas se hacían a un lado, yo me hice pendejo, como si estuviera todavía dormido, pero entonces la chica ruda se llevó al pato detrás de unos arbustos. Al mismo tiempo que la nalgona me daba un concierto de trompeta.

Ya de rato regresaron la chica ruda y el pato parecía como si hubieran estado solamente platicando pues traían su ropa muy bien puesta, en cambio la nalgona estaba en pelotas con el chico para arriba a lado mio.

Regresamos un rato mas a la carpa, no había nada de gente, pero eso sí un chingo de cheve, encontramos la garrafa de veinte litros que habíamos dejado a medias y dos botellas de tequila reposado, el pato y la chica ruda se fueron de nuevo pal monte llevándose una botella de tequila por lo que nos quedamos solos yo y la nalgona, no pa que les cuento, nos pusimos hasta atrás, estuvimos bailado en pelotas, cantamos con el karaoke y de sexo, no pa que les cuento.

La nalgona de repente se puso seria y me jaló pal monte, ahí entre los matorrales hicimos de todo mientras se veía a los lejos que regresaban las patrullas, nos quedamos quietos, ella todavía con el miembro adentro se quedó dormida.

Al siguiente día, el sol ya me daba en la cara parecía como si fuera medio día, pero al checar el reloj eran ya las tres de la tarde, la mujer con la que dormí se veía hermosa, ya se había vestido, pero esta vez traía un traje sastre y como a veinte metros una camioneta blanca la esperaba. Me llevó al centro de Monterrey, me dio como dos mil pesos y una tarjeta de presentación y se fue.

Ya me iba a la casa cuando se me ocurrió ver la tarjeta, y entonces dije:

-A jijo-

Y esa es la razón por la que no vine a trabaja ayer



Historia y arte (si se le puede decir arte)

@nocturnus



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