Cuando llego tarde a Hive - Las buenas y las malas personas

Intuyo que quien ideó el concurso pensó en que cuando leemos estos posts asumimos qué es lo que la gente valora más. Hay personalidades que se plasman en sus textos, ellas van impregnando todo lo que escriben de su estilo y de verdad que uno quisiera que fuésemos más que amigos virtuales, que fuese una persona amiga en el mundo real con la cual compartir un rico café y un pedazo de torta.

Son esos que al ver el nombre ya te provoca leer qué fue lo que escribió y aunque no le votes o comentes, te llenas de esa energía bonita que transmites, por supuesto que lo ideal es dejarles nuestra huella también. Hive está llena de personas de este tipo, y eso es lo que hace agradable la plataforma y por lo cual uno no termina de irse, porque siempre habrá un día que uno entrará leerá a ese amigo virtual y se llenará de buena vibra y lo que es mejor obtendrá un buen aprendizaje.

También me atrapa esa gente que tiene un sentido del humor particular, que dice las cosas de una manera que uno no puede evitar reírse, no porque diga tonterías, ¡qué cosas escribo! Eso no es humor. Sino porque tiene una suspicacia, una manera de mirar la realidad que al plasmarla le hace a uno decir: "esto sí que me hizo el día.

Esto, como todo en la vida, no es lo general, también conseguimos gente en estas redes cuyo mal humor se destila en sus publicaciones, que no pierde la oportunidad de quejarse de cualquier cosa, que anda corrigiendo a los demás con aires de "yo sí sé y tú no", que parecieran los dueños de la plataforma y se pasan el tiempo haciendo cuestionamientos o enjuiciando a los otros que de buena fe presentan un proyecto. Los he visto en su hacer y de verdad que es bochornoso.

Así como en las redes es en la vida diaria, es esa persona que se ofuzca de nada, que explota por cualquier cosa y hace ademanes y baña a los demás con su mala bilis, me cae muy mal. Nadie tiene por qué sufrir la ira o los cambios anímicos de los demás. Cierto, el mundo no está en su mejor momento, pero si todos nos volvemos animales rabiosos, no aportaremos nada para que los problemas se resuelvan.