Era un hombre triste (relato).

El era un hombre misterioso, andaba por la vida con los ojos llenos de lágrimas, empañados por el tiempo y quizá la distancia.

Llevaba penas de su vida, como si no conociera la sonrisa, y los sueños no existieran, apoyaba sus pasos en un viejo bastón, en su caminar ya no existia un destino.

Miraba su soledad, volteaba a ver su sombra, casi su única compañía, eso le provocaba demasiada nostalgia enredada en sus sentimientos y en su alma.

Se sentaba en el sillón a recordar los días vividos, pero no podía compartir sus sentimientos porque ya no recordaba los nombres, ni motivos.

Un día de velas, y de estrellas despertó casi perdido; se dio cuenta que se había convertido en un hombre triste, ya viejo y abatido. Tomó un desgastado diario para escribir allí su nombre y apellido; luego de una nota que decía: fui un poeta, un creador de ilusiones y alegrías; mis poemas te dediqué en la vida, pero tu olvido me arrancó el corazón y el amor por la poesía.

Luego cerró los ojos porque ya no tenía más tiempo, se había convertido en un hombre triste al final de sus días.

Un abrazo a todos.

Bendiciones a todos en este día @electrodo.

Me despido dándole las gracias por aceptarme como uno de ustedes y esto es solo un abre boca de tantas cosas y anécdotas que les pudiera contar de mis días, hay quien dice que si me pusiera a contar mi vida pudiera escribir un libro que tengo más historias que condorito, jejeje….

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