LacriForza | OneShot de Ciencia Ficción

Andreas es un programador de 26 años, especializado en robótica y mecatrónica, su mayor deseo en la vida es que le contrate una buena empresa de robótica, crear algo útil para la sociedad, reconocimiento y dinero, más lleva 4 años sin que le contraten y bloqueado en proyectos personales.

Una amiga le dice que no desista, que puede estar muy cerca de encontrar trabajo porque es muy bueno, que es jóven y que no se deprima por eso, "siempre mente positiva".

Él retoca su currículum y Portfolio para hacerlo más atractivo, lo envia a varias empresas y páginas web. A los dos días, mientras tomaba un café frente a su ordenador, fue a revisar su correo electrónico, se puso muy nervioso cuando vio que había nada menos que cinco emails. Le entró esperanza.

"¿Necesita viagra?…", eliminó el primer mensaje rápidamente y fue a por el siguiente. "Por favor devuelva el libro…", era un error de una biblioteca, se equivocó de email, lo que le hizo perder tiempo explicándoselo al remitente. "Estamos interesados en su talento", abrió ese mensaje, le latia el corazón a mil, podía ser esa su oportunidad. "Te damos trabajo tres meses, pero tienes que trabajar gratis", eso le hizo enfurecer y cerró rápido el mensaje.

"RoboWish S.A., Líder Internacional en Robótica, la empresa que verdaderamente hace sus deseos realidad". Era demasiado bonito para ser verdad, lo abrió con sus dudas y leyó el mensaje.

"Buenas tardes, Soy Vanesa Tick, recursos humanos de RoboWish S.A. Le invitamos a un try-out el día 16 de Agosto, que consistirá en una prueba de sus habilitades en la robótica referente a brazos robóticos frente a otros participantes. Primero tendrá que firmar un contrato de peligrosidad en el que se compromete a llevar a cabo la prueba hasta el final y en el que nosotros pagaríamos los gastos de cualquier herida o improvisto que pudiese surgir durante la prueba. Lugar, horarios y más información en nuestra web http://www.robowish.com/ "

Aquella enorme sala imponía, pero le daba aún más pavor como llevaban sus creaciones los cerca de medio centenar de participantes. La prueba consistía en hacer un brazo robótico temático basado en tus sueños con una gran variedad de materiales aportados por la empresa.

Andreas creó un ligero brazo, de lo más simple, no se le ocurría algo original, pero pensó que algo simple y que funcionara sería buena idea, la gente se empeña en hacer cosas desorbitadas e inútiles.

Una vez acabado el tiempo de los proyectos, se dió un descanso mientras unos expertos valoraban su trabajo.

Cuando acabó el descanso, y todos estuvieron delante de sus proyectos, se quedaron sorprendidos al ver que los brazos robóticos estaban recubiertos por un líquido que olía fuerte, como a gasolina y en sus mesas de trabajo había cartas con instrucciones muy extrañas:

1. Tiene 15 minutos para fabricar algo con lo que pueda transportar y usar su brazo mecánico, lo va a necesitar.
2. Hemos impregnado su máquina con un líquido especial, si usted llora sobre la máquina, esta absorberá las lágrimas y su brazo se hará más potente y resistente.
3. Tras los 15 minutos mencionados sonarán 2 pitidos que darán comienzo a la batalla.
4. Si te quitan el brazo robótico un contrincante o lo destruyen, habrás perdido.
5. El ganador gana un puesto trabajando para nosotros con un sueldo de 400.000$ brutos anuales.¡Que gane el que tenga más pasión por su deseo!.

Se armó bullicio, una chica intentó salir, pero la puerta estaba cerrada a cal y canto, las ventanas igual, aunque tampoco importaba por que era un quinto piso, no había por donde salir.

La mayoría empezó a seguir las instrucciones, querían el premio a como diese lugar. Andreas hizo lo propio, también quería el premio.

Se acabó el tiempo, sonaron 2 pitidos agudos; mucha gente fue derrotada fácilmente ya que dejaron sus máquinas expuestas mientras buscaban una salida. Los derrotaros se limitaron a mirar atónitos como al menos dos docenas de personas luchaban entre ellos con sus brazos robóticos. Andreas no luchaba, estaba observando a sus rivales.

Algunos lloraron de miedo, desesperación y dolor, por lo que sus brazos se hicieron más potentes y llegaron hasta el final cuando apenas había un puñado de personas. Andreas jadeaba, se había tenido que defender ante rivales que le consideraban débil por tener el brazo más pequeño de todos, lo que no sabían es que era el más ágil y versátil además de que su dueño había practicado kárate de niño.

Se decidió a pelear por su sueño, estaba muy cerca de conseguirlo, solo le quedaban 3 rivales. Dos de ellos se enfrentaron y el restante fue a por Andreas que apenas podía esquivar el brazo más grande y potente de entre todos ellos.
Pudo ver de reojo como sus otros dos rivales salieron despedidos por la ventana, por lo que aquel hombre tan grandote enfrente suya era su último obstáculo.

Conforme peleaba contra aquel muro infranqueable, más cansado estaba, su contrincante ni había empezado a sudar. Andreas resbaló y calló de culo, su rival levantó el enorme brazo sobre la cabeza de Andreas, no solo se conformaría con destrozarle su pequeño bracito sino que iba a ser aplastado.

Billetes de 500 dólares y unos robots arrodillados ante unas personas, eso fue lo que vió tallado en el brazo robótico que hizo añicos el brazo de su rival, que luego recibió una patada en el estómago que lo noqueó contra la pared.

La chica que le había ayudado era una de las rivales que había caído por la ventana. Tenía el rostro lleno de sangre y lágrimas, cualquiera diría que estaba llorando sangre. Su rojo brazo se extendió ante Andreas.

—Este es mi sueño, ríndete ahora y busca el tuyo.

Andreas al mirar esos tallados en su brazo recordó que de niño cuando estaba en la escuela se pasaba las horas dibujando robots, aparatos, etc mientras los profesores daban muchas clases aburridas y los demás niños se reían de él. Siempre soñó con abrir su propia empresa de robots y domótica, pero conforme crecía fue influenciado por lo qje todo el mundo quería, reconocimiento y dinero…

—Ya lo he encontrado, le estrechó la mano robótica con la suya, le dió la enhorabuena y dejó caer su brazo.

Unos años más tarde, Andreas había ahorrado mucho dinero trabajando como desarrollador de robótica freelance, conoció a otras personas con su mismo deseo y abrieron una empresa de robótica entre todos. Cumplió su deseo él mismo, con sus dos manos, sin ayuda de terceros.

Fuentes

Este OneShot es 100% original mío. Si tiene buena acogida se harán más capítulos.

La imágen de portada la he creado con imágenes gratis de la aplicación Canva.

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Posteado desde mi blog de Wordpress SteemPress : https://arkmy.000webhostapp.com/2019/08/lacriforza-oneshot-de-ciencia-ficcion

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