Agujero negro con letras rojas

Mi teléfono está suspendido y no tengo internet, pagué hace varios días pero aún me aparece la deuda. Nunca tuve un retraso de un mes, no entiendo por qué ahora son tan implacables.

He estado moviéndome un poco con el precario plan de datos de mi celular. Se agotaron los datos, recargué un poco, se volvieron a agotar, me desangro..., ¡Qué injusto es el fútbol!

En casa de mis padres está pasando lo mismo, no tienen internet. De inmediato pagaron la deuda, pero no les aparece descontada. Así comencé yo, pero ellos aún pueden hacer llamadas, yo sólo puedo recibir.

Descubrimos que con el servicio suspendido aún podemos acceder a ciertas páginas:

Banco de Venezuela
(sólo vía https://bdvenlinea.banvenez.com/)

Banco Bicentenario
(http://www.bicentenariobu.com/)

Banco Mercantil
(https://www30.mercantilbanco.com/olb/InitMerc?from=index)

CANTV
(https://averiastelefonicas.cantv.com.ve/views/reporte)

Lo último que he pensado hacer es pagar otra vez, pero desde un banco distinto de mi banco (Mercantil). Con suerte es el enlace Mercantil el que falla, y si pago de nuevo por otra vía tal vez sí me descuenten la deuda. Poco importaría que no me repongan lo que pagué de más, estoy perdiendo más dinero en este agujero negro.

UN CUENTO QUE RECORDÉ

La expresión "¡Qué injusto es el fútbol!" la escuché en el mundial Italia 90. Iba yo a bordo del Jet Caribe, desde la isla de Margarita hasta Barcelona. En un salón con pantalla grande veíamos el juego entre Colombia y Alemania. Colombia se jugaba el pase a octavos de final, sería la primera vez en la historia que llegaban hasta ahí. Con un empate pasaban los dos a octavos de final, pero el equipo alemán parecía un tanque, creo que ganaron el mundial ese año.

Faltando como cinco minutos, el juego permanecía cero a cero. Estaba el equipo colombiano a punto de celebrar su hazaña, cuando recibieron un gol que les demudó el rostro..., se esfumaban sus esperanzas de hacer historia. Entre los narradores se sentía una profunda decepción, hubo segundos de silencio sepulcral, hasta que uno de ellos dijo: "¡Qué injusto es el fútbol!".

Lo que nadie se esperaba es que en los minutos restantes, Colombia logró el empate anotando uno de los goles más extraordinarios de su carrera, con un túnel entre las piernas del arquero. No fue un gol regalado, con gran destreza y sobresaliente mérito obtuvieron su pase a octavos de final.

Me parece que ése fue el mundial de Las maromas de Higuita y El autogol de Escobar. No puedo verificarlo, no tengo internet.

EDITADO:

Volví a pagar la deuda desde el banco de Venezuela. Este pago, al contrario del otro, mostró la deuda posterior en cero, como debe ser. Cinco horas más tarde regresó mi internet de CANTV. Aún tengo el mensaje de suspendido cuando levanto el teléfono, pero eso no me quita el sueño, seguro se arregla en cualquier momento. Fin de la historia.