Con la finalidad de participar de la iniciativa de la comunidad holos-lotus he decidido responder la pregunta que sirve de título para este post. Lo primero que habría que determinar es qué es un monstruo en sí. Recuerdo haber visto una película en la que decía que ese término era muy amplio, e incluso dependía de quien lo usara. Y tiene sentido porque lo que para una persona puede ser fuente de temor o terror, puede que para otra no lo sea.

De lo que sí no hay ninguna duda es que todos tenemos un monstruo, y hasta es posible que tengamos más de uno al mismo tiempo. La definición puede variar de persona a personas, pero yo lo definiría como eso que nos lleva a paralizarnos de miedo, que nos impide ser nosotros mismos y tener la capacidad de seguir adelante en nuestra vida, sin sentir temor. Puede ser algo temporal o puede ser algo que se mantiene a nuestro lado de forma perenne.

Puede que a algunos les sorprenda, y a otros no tanto, pero el monstruo más grande de mi vida soy yo mismo, o siendo más específico, mi mente. Incluso he escrito algunas poesías o relatos en los que trato de expresar la forma en cómo me hace sentir el sufrir de ansiedad, depresión y hasta un poco de paranoia. Lo bueno, según yo, es que los niveles de estas afecciones no son graves, pero tienen sus picos altos y, en muchas ocasiones, aparecen todas al mismo tiempo.

Es justo en esos momentos cuando se convierten en un monstruo temible y poderoso, porque me llevan a pensar que no es buena idea levantarme de la cama, o simplemente que no puedo hacer nada bien, por mucho que lo intente. Se transforma en una amenaza cuando me roba el apetito y me impide ver las cosas buenas de la vida, centrándome solo en lo negativo de las cosas, de las personas, de todo.

Al principio era un torbellino de emociones que no conseguía controlar, y era lógico porque apenas podía entender un poco de lo que estaba pasando dentro de mí, en mi mente. Y era peor cuando alguien más, seguramente con buena intención, me decía cosas como “no dejes que eso te desanime”, “tienes que ser más fuerte”, etc.

Sé que lo hacen con buena intención porque las personas que me rodean no desean hacerme daño, solo que el no entender muy bien lo que me sucede puede hacer parecer que lo que siento es una cosa pequeña, mientras que para mí es un terrible monstruo que decide aparecer cuando mejor le parece y vuelve a ejercer el mismo dominio de siempre sobre mí.

Antes era casi imposible hablar de lo que siento, especialmente porque ni yo mismo lo entendía. Pero con el paso del tiempo he logrado comprender la razón de algunos pensamientos y sentimientos, logrando tener un poco de control sobre ese monstruo que lleva años atacándome sin ninguna piedad.

Con el tiempo también entendí que no podría solo, ni siquiera con la gran ayuda que personas cercanas a mí me dan, que la mejor manera de hacer frente a este monstruo es con ayuda profesional. Y es algo en lo que estoy trabajando.

También descubrí que escribir, algo que me encanta hacer, me sirve como terapia. Con todo, soy muy reservado en los temas que me afectan, por lo que trato de hablar sobre ese problema que tengo usando otros ejemplos o situaciones.

Siento que, sea cual sea ese monstruo que tengamos en la vida, la clave para poder vencerlo, o al menos controlarlo, está en conocerlo, en saber cuáles son las cosas que pueden hacer que aparezca y trabajar en uno mismo para superar la influencia negativa que tenga sobre uno mismo. Puede ser que no nos podamos librar de él, pero sí podemos hacer que nuestra vida sea mucho mejor.

Quiero agradecer a @holos-lotus por la oportunidad que siempre nos dan de hablar sobre nuestras emociones, sentimientos y pensamientos. Espero que muchos hivers más aprovechen la oportunidad para hablar sobre esos monstruos que tenemos, y sobre todo las medidas que han tomado para afrontarlos.