Los reflejos de un niño | Guion | Relato

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Son las 4:00pm en el pueblo San Isidro De El General, el sol arde en las calles mientras varios niños de diferentes edades juegan fútbol en la cuadra.

ESCENA #3 CASA. EXT. DÍA

Una señora mayor teje cuidadosamente un pañuelo de cocina al frente de su pequeña casa, ella llevaba puesto una bata larga de color blanco con flores negras, parecida a una manta. La estructura de ese hogar luce antigua y maltratada, como si tuviera muchos años construida, pero no terminada. Mientras termina de tejer, se acuerda de su nieto y lo llama en voz alta, creyendo que estaba jugando en la carretera con los demás niños de la cuadra.

ABUELA (ANGUSTIADA)

¡Loris!
Loris, ¿dónde estás?
¡Loris!

La anciana sale a la carretera, mira por todos lados y no lo ve, desesperada se asoma en la casa del vecino que vive a su derecha para llamar al pequeño Loris, en ese momento mira hacia adentro y ve a un señor de, aproximadamente, 60 años sentado en una silla mecedora color marrón, mientras tiene una siesta. La señora, sin importarle el sueño del anciano, llama a su nieto con una voz fuerte y angustiadora.

ANCIANA (ANGUSTIADA)

Loris Karius, ¿dónde estás?
El señor de avanzada edad que dormía, despierta espantado por los gritos de la anciana.

ANCIANO (ASUSTADO)

¿Qué pasa?
¿Qué pasa?
¿Por qué gritan tanto?

El anciano, en medio del susto, mira hacia el frente y pudo ver a la señora con cara de preocupación.

ANCIANO (PREOCUPADO)

¿Qué te pasa Elena?, ¿por qué gritas?

ELENA (PREOCUPADA)

Señor Eudis, no encuentro a mi pequeño Loris, ¿lo has visto por ahí?

EUDIS (TRANQUILIZADO)

Vecina, no se preocupe. Su nieto se va todas las tardes a ver los juegos en la cancha del barrio con su mejor amigo, Diego. Allá debe estar.

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ESCENA #4. CANCHA. EXT. DÍA

Las gradas están repletas de personas, dos equipos de fútbol juegan y la gente eufórica apoya al conjunto del sector La Rosalera. Tres niños de las gradas miran atentos el partido, entre ellos hay una niña. Desde el campo sale un balón con dirección hacia la pequeña que aparentemente va directo al rostro. El niño que está sentado a su izquierda lo ve venir, con rapidez y reflejos reaccionó a tiempo para intervenir y lograr despejar la pelota. La multitud miró al niño con cara de asombro y empezaron a murmurar sobre lo ocurrido.

NIÑO DE LA DERECHA (ASOMBRADO)

Todos están mirándote, Loris. ¿Cómo hiciste para reaccionar tan rápido?

LORIS (IMPRESIONADO)

No lo sé, Diego. El balón vino hacia nosotros, pero en un momento pensé que venía hacia mí.

DIEGO (ASOMBRADO)

Estás loco hombre, la pelota iba directo hacia Patricia, por poco no la golpeó en la cara.

LORIS (CONFUNDIDO)

No puedo creerlo, ¿cómo lo hice?
Patricia y Diego siguen mirando con cara de asombro a Loris y la multitud de gente que hay en el público aplaude en admiración por lo que había hecho el pequeño.

ESCENA #5. CUARTO. INT. NOCHE

Un hombre de unos 40 años se encuentra solo en una habitación oscura con apenas una lámpara de estudio encendida y situada encima de un escritorio que logra iluminar varios libros; apenas se nota la presencia de alguien en ese lugar con la poca iluminación del ambiente. Su color de piel es oscuro y tiene una franelilla blanca puesta. Varios lápices ocupan la mesa, mientras el hombre lee concentradamente. Lleva puesto unos lentes, por momentos agarra una libreta y escribe.

ESCENA #6. CASA. INT. NOCHE (DETONANTE)

Llega Loris con su amigo Diego a casa y la abuela lo ve entrar.

ELENA (MOLESTA)

¿Dónde estuviste toda la tarde Loris Karius?

LORIS (INTIMIDADO)

Abuela, estuve en la cancha con Diego y nuestra amiga, Patricia, viendo un juego de fútbol.

ELENA (MOLESTA)

¡Estas no son horas de llegar!
A partir de ahora estarás castigado y no irás a ningún juego.

LORIS (TRISTE)

Pero abuela…

ELENA (MOLESTA)

Abuela nada, vaya a bañarse, viene a cenar y se encierra en su cuarto, no lo quiero ver salir hasta que yo le dé permiso.

Loris obedece a su abuela y entra cabizbajo a su habitación. Diego lo mira y observa cuando una lágrima sale descuidadamente de uno de los ojos de su mejor amigo y se entristece por él.

ELENA (ALTERADA)

Diego es tarde. Tu mamá debe estar preocupada.

DIEGO (ENTRISTECIDO)

No debería comportarse así con Loris, él no hizo nada malo. Le encanta el fútbol.

ELENA (MOLESTA)

No tengo tiempo para hablar de esto. Él tiene que cumplir mis órdenes.
Será mejor que te vayas a tu casa de una vez. No vengas por aquí hasta cierto tiempo porque Loris está castigado.

Diego se marcha caminando lentamente y voltea hacia atrás para ver si su amigo salía del cuarto. La señora Elena lo observa hasta que se va. De inmediato se asoma por la cerca de alambre su vecino, Eudis.

EUDIS (CURIOSO)

Vecina, ¿qué tal está todo?

ELENA (TRISTE)

Todo bien Eudis, ya llegó mi nieto y estaba donde usted me ha dicho.

EUDIS (CURIOSO)

¿Y por qué esa cara?, vecina.

ELENA (TRISTE)

No sé si estoy actuando bien, quiero ser la abuela que Loris merece. Su madre me lo dejó cuando tenía tres meses de nacido y su padre nunca vio de él. Me preocupa mi manera de enseñarle. Los padres marcan una etapa muy importante en la vida de sus hijos y no soy yo su madre.

EUDIS (MOTIVADOR)

Tranquila Elena, estás haciendo un buen trabajo, pero algo te falta.

ELENA (CURIOSA)

¿Sí?, ¿qué puede ser?

EUDIS (MOTIVADOR)

Te falta darle el cariño que se merece. Si lo vas a castigar, habla con él y explícale las razones, pero también escúchalo.

¿Alguna vez te ha dicho cuáles son sus sueños?

ELENA (ESPECTANTE)

No.

EUDIS (MOTIVADOR)

¿A qué se debe esa falta de confianza de su nieto hacia usted para no contarle las cosas?
No me responda, simplemente analice.

La señora Elena se queda pensativa y mira a Eudis directamente a los ojos sin decir una palabra, ella sabía que su deber era hablar más con su nieto.

  • Edición de la segunda imagen la hice con Inshot.



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