Verónica y Guillermo estaban tan felices que no creían que lo que estaban viviendo les estuviera pasando en realidad, después de cinco años de casados, con una hija de cuatro y otro bebé en camino, por fin habían podido comprar la casa de sus sueños.

Fue una ganga y pudieron comprarla con sus ahorros y un préstamo del mismo banco que se encargó de la venta y donde Guillermo trabaja.
Llegaron un Sábado a su adorada casa y esperaban desempacar y dejar todo listo ese fin de semana, ya que el lunes Guillermo iba a trabajar y Verónica con sus cinco meses de embarazo, se quedaba sola con Sofía su pequeña hija.

Pasaron esos dos días trabajando y disfrutando de horas de descanso en el hermoso jardín dónde Sofía no paraba de jugar.

La casa era hermosa, grande, perfecta, ellos todavía no podían creer por qué la vendieron a tan bajo precio. Pasó el tiempo y esas dudas quedaron en el pasado, la felicidad reinaba en ese hogar ya que se acercaba la fecha del nacimiento del bebé.

Pero, un día comenzó a debilitarse esa felicidad. Verónica estaba almorzando con Sofía, solas como siempre, ya que la casa quedaba en las afueras de la ciudad, por lo tanto Guillermo no podía venir a la hora del almuerzo y ella se lo preparaba para llevar. Verónica sintió una presencia en el comedor y se alarmó, comprendió que no era una presencia física, lo que la puso muy nerviosa, pero no comentó nada con su esposo porque pensó que el se burlaría de ella.

Resultó que al otro día fue peor, la presencia, la perturbó todo el día y la seguía por toda la casa, cuando llegó Guillermo estaba tan angustiada y nerviosa que explotó a llorar, él la tranquilizó y le hizo entender que eso era hormonal por su estado y que esas cosas son normales sentirlas en una casa tan grande y sin más personas que ellas dos.

Ella estaba más tranquila de haberlo comentado con él y también la tranquilizaba que Sofía no había percibido nada.

Al siguiente día fue peor, el ente pasó de ser presencia a manifestarse moviendo cosas frente a Verónica. Primero cuando estaba arreglando la cama de Sofía se activaron todos los juguetes de batería, pero ella se asusto demasiado y salió deprisa de la habitación, luego cuando estaban almorzando en la cocina, todos los platos empezaron a flotar por el aire, Sofía que si presenció aquello gritaba y lloraba junto con su madre.

Cuando paró todo aquello, salieron de la casa, Verónica llamó a su esposo y con dificultad le contó todo, esté pidió permiso y cuando llegó ellas estaban en el porche abrazadas y temblando de miedo. Contaron todo lo sucedido a Guillermo y este las logró tranquilizar y las convenció para entrar a la casa de nuevo.

Esa noche la pasaron bien, porque misteriosamente cuando Guillermo estaba no se manifestaba, asta que durmieron bien los tres abrazados.
Al día siguiente llego la madre de Verónica, afortunadamente ya se había programado esa fecha para la venida de ella, para ayudar a su hija y que esta descansara ya que le quedaban pocos días para el nacimiento de su bebé .

Verónica y Sofía se sentían tan felices con la presencia de Victoria y le contaron todos los acontecimientos poniéndola al tanto de todo.

Pasaron varios días y nada sucedió, ya estaban preparando todo para ir al hospital que era en tres días, cuando Verónica sintió la presencia y de repente la tumbó al piso de un empujón y la tomó del pelo y la arrastró para lanzarla por las escaleras, pero los grito de ella hicieron que su madre saliera corriendo en su ayuda y la logró arrancar de esta fuerza, cuando reaccionaron Verónica tenía una hemorragia.

Victoria llamó una ambulancia que llegó inmediatamente y la llevaron al hospital muy débil por toda la sangre perdida. Al llegar al hospital Guillermo estaba allá esperándolas, la ingresaron y mientras Victoria le contó lo sucedido.

Afortunadamente todo salió bien los dos madre e hijo estaban fuera de peligro, ella no quiso volver a la casa así que se quedaron ahí en la ciudad en la casa de su madre.

Guillermo empezó a investigar para descubrir que en esa casa nadie había podido vivir por eso, así que busco a un experto en actividades paranormales y fueron a la casa.

El hombre inmediatamente sintió la presencia y le dijo que era el espíritu de un hombre mayor que vivió hace más de un siglo en esa casa mandada a construir por él, pero después de un tiempo de vivir ahí con su familia empezó a perder la razón y un día atacó a su esposa y la asesinó arrastrándola del pelo y lanzando la por las escaleras.

Guillermo se impactó, ya que él, no le había contado lo de Verónica y también asesino a sus hijos y por último se suicidó.

Le dijo que no había nada que hacer, que esa casa jamás sería liberada de este espíritu y que lo mejor sería que la abandonarán, que su esposa había tenido mucha suerte.

Y así se fueron las ilusiones de esta joven pareja, quienes decidieron dejar esa casa sola y mandarla a demoler para así no hacer sufrir a más personas.

Para sorpresa de ambos, al demoler la casa descubrieron que había sido construida sobre un cementerio, fue lo que desató la locura del dueño y la tragedia ocurrida a esa famila.