Luces, Karate y ¡Acción!

Habíamos estado esperando con emoción este día, la primera concentración de karate-do de la selección del Estado Anzoátegui, a la que asistiría mi hijo y que sería en Barcelona estado Anzoátegui, a unas dos horas de carretera de la ciudad en la que vivimos.

Desde muy temprano estuvimos listos y partimos a la hora indicada, encontrándonos con otro grupo de personas que iría al evento y así salir todos juntos.

Llegamos justo a tiempo al gimnasio vertical pautado, un poco antes de comenzar la concentración, subimos cinco pisos, si mal no recuerdo por unas escaleras tan inclinadas que me dejaron literalmente sin aliento, recuerdo que le comentaba a mi esposo que nuestras caminatas diarias no son suficientes, que debemos subir de nivel.

Enseguida pesaron a mi hijo que por su edad (10 años) está en la categoría infantil: 40 kilos... que no pase de allí, fue una acotación que recibimos.

Comenzaron con ejercicios varios, habían tres senséis evaluando cada movimiento de los pequeños atletas. En las fotografías, mi hijo es el niño de la franela gris, increíblemente, a pesar de haber preparado todo con tiempo y con mucho cuidado, él dejó su cinturón en casa... Creo que no le volverá a suceder.

Y entonces llegó la hora de las demostraciones de Kata, en la que uno a uno debía pasar al frente y ejecutar el kata que les correspondía, de acuerdo a su cinturón.

Por su rostro, noté que mi hijo estaba tenso, pertenecer a la selección del estado, es una meta importante para él.

Sin embargo, la ejecución de su kata estuvo impecable, él le imprime mucho carácter y eso es bueno.

Luego tocaba el combate cuerpo a cuerpo o kumite, es donde yo me pongo más nerviosa, pero me tranquiliza saber que ente deporte no están permitidos los golpes, sólo deben marcar al oponente, sin lastimarlo.

Al mediodía la evaluación ya había terminado, quedé gratamente sorprendida, porque en los eventos anteriores a los que hemos asistido, comienzan tarde y terminan tarde.

Me gustó ver a los niños de manera muy dinámica y alegre, recogiendo y ordenando el tatami.

Faltan aún dos concentraciones más para decidir quien irá a las competencias nacionales. Sé que a mi hijo le falta bastante por entrenar, pero con esfuerzo y dedicación todo es posible y, Dios mediante, pronto estaremos celebrando ver a nuestro hijo alcanzar una de sus metas.

La vida desde el agradecimiento, es una vida llena de bendiciones.

Gracias a todos ustedes por tanto...

_{Las fotografías mostradas son de mi propiedad.
Ediciones hechas en Power Point.
Separador elaborado en PowerPoint.}