Renacer y sanar

No queda más remedio que confiar,
y por confiados nos hacemos ilusiones,
algunas mueren, se congelan,
otras renacen sin novelas.

A veces toca dejar pasar el tiempo,
porque siempre hay un ciclo incierto,
es posible que nuestra mano amiga,
suelte y deje sanar las viejas heridas.

A veces sólo toca buscar otras hendijas,
algunas por donde pueda volver a entrar el sol,
toca incluso ver cómo sigue la historia,
a veces como un simple espectador.

La esperanza es un arma a favor,
incluso cuando el hielo nos golpeó,
se hiela el alrededor , hace frío,
pero luego toca renacer para sanar el corazón.

Es un misterio, algo cómo brotar nuevamente,
como volver a respirar en verde,
aunque hayan dolido algunas mentiras,
aunque nos quiebre ahora el desamor.

Todo el sufrimiento es pasajero,
la verdad es que debemos aferrarnos a nuestra fortaleza interior,
aunque sepamos que fuimos usados,
oramos también por los malos y que se los lleve el viento en un adiós.

¡Ellos no importan!
Importamos nosotros, los que crecemos después del hielo o la traición…

A veces toca renacer y superar batallas internas,
toca hacer presencia.
¡Por favor no llores más!
Abre tus pétalos y sonríe.

Los malos recuerdos no regresan,
esa es la más grande bendición,
porque el olvido es un milagro,
porque igual florecen las flores después del hielo e incluso después del dolor.

❤