The eucalyptus is an imposing guardian of the Argentine pampas.

The Eucalyptus or eucalyptus as it is scientifically defined is the lord and master of the Argentine pampas.

Its imposing, majestic appearance makes it stand out among other trees that, although they give a characteristic tone to the "pampas", do not have that stately and aristocratic appearance, with the trunk taking on a color between white and gray with the passing of time as it "sheds its bark".

The eucalyptus in the photo is in a biopark and is a protected species. Their height is around twenty meters and their age is close to a century of existence.

A few days ago I learned that in a nearby town they had to cut down a 40 meter tall eucalyptus tree because it threatened to damage neighboring structures and houses with the strong winds in August.

It is very sad when a tree of these characteristics has to be removed because although it is not an endangered species, it is a very resistant tree to different types of temperatures that requires very little humidity and has a long life.

Its roots absorb so much moisture from the soil that nothing grows around its trunk.

For this reason it would be wise to "transplant" the young species found in the cities and take them to protected places where they can grow and reach adulthood without the danger of causing damage (in the case of broken branches due to the force of the winds).

Even hurricane-force winds can uproot the plant, knocking it over on its side, a phenomenon that can sometimes be observed on the side of Argentinean roads.

For now, let's leave sad news aside and admire these magnificent specimens that grow in solitude and security in the middle of the Argentine pampas.

El eucalyptus es un imponente vigia de las pampas argentinas.

El Eucaliptus o eucalyptus como se lo define científicamente es el dueño y señor de las pampas argentinas.

Su aspecto imponente, majestuoso, lo destaca entre otros árboles que si bien le dan un tono característico a las "pampas" no tiene ese porte señorial y aristocrático, con el tronco que va tomando un color entre blanco y gris con el pasar del tiempo al irse "descascarando".

Los eucaliptus de la foto están en un bioparque y son una especie protegida. Su altura ronda los veinte metros y su edad se acerca al siglo de existencia.

Días pasados me enteré de que en una ciudad cercana tuvieron que cortar un eucaliptus de 40 metros de altura porque amenazaba con provocar daños a las estructuras y casas vecinas con los fuertes vientos del mes de agosto.

Da mucha pena cuando un árbol de estas características debe ser extraído porque si bien no es una especie en peligro de extinción, es un árbol muy resistente a los distintos tipos de temperaturas que requiere muy poca humedad y tiene una larga vida.

Sus raíces absorben tanta humedad del terreno que, alrededor del su tronco, no crece absolutamente nada.

Por ese motivo lo más atinado seria "trasplantar" las especies jóvenes que se encuentran en las ciudades y llevarlas a lugares protegidos donde puedan crecer y llegar a la edad adulta sin peligro de causar daños (en el caso de rotura de ramas por la fuerza de los vientos).

Incluso los vientos huracanados pueden llegar a arrancar la planta de raíz derrumbándola de costado, un fenómeno que a veces se observa al costado de las rutas argentinas.

Por ahora dejémonos de noticias tristes y admiremos estos magníficos ejemplares que crecen en soledad y seguridad en medio de las pampas argentinas.

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