Me mire en el espejo, mi rostros pálido con los ojos hinchados por las lágrimas y las mejillas manchadas por el rimel de mi maquillaje me devolvió la mirada, observe la tijera en mi mano pensando en cuántas veces me negué a hacer esto solo por ti y seguí la mirada hasta mis brazos llenos de cicatrices frescas, dolía pero nada como la desgarradora sensación que se había albergado en mi pecho. Habían pasado solo algunas horas desde que todo empezó a derrumbarse como un castillo de naipes, que bien pudieron ser segundos o años, todo se sentía difuso y distante menos el dolor que se arraigaba fuertemente, ese parecía llenar todos mis sentidos impidiéndome pensar en otra cosa que no fuera querer acabarlo todo, terminar con mi conciencia de una vez por todas, las marcas frescas solo eran un recordatorio de que era demasiado cobarde para eso.

Volví mi atención a la tijera, y con mi mano libre empecé a tomar mechones de mi largo cabello, que empezó a caer a mis pies a medida que iba cortando, tan corto como me fue posible, como un acto de rebeldía a tu nombre, siempre te gustaron las mujeres de cabello largo y si no podía ser lo que tu amabas sería todo lo contrario, deje la tijera junto a la mesa revuelta, toda la habitación era un caos de papeles, ropa y libros en un impulso de sacar afuera el cómo me sentía por dentro, las lágrimas saladas y calientes empezaron a correr nuevamente por mis mejillas, parecía tan irreal que mi mundo se estuviera resquebrajado de forma tan rápida y violenta, cuando ayer todo parecía perfecto y lleno de esperanza.

El y yo no éramos perfectos, éramos un par que no tenía nada en común pero de alguna forma encajaba, cuando su mano tomaba la mía me sentía fuerte e invencible, quizás por eso me dolía tanto, porque en ningún momento vi venir la tragedia y cuando las palabras salieron de tu boca fue como un puñetazo directo al estómago, de esos que te quitan el aire te dejan aturdido por un momento, tal vez por eso no recuerdo nada más después de "Ya no podemos seguir juntos", quizás sólo acepte sin más por el shock que me ocasionaron tus palabras, a lo mejor solo llore y suplique por otra oportunidad, que cambiaría, que intentaría ser mejor, ya nada de eso importa.

Imagino que llamaste un taxi para que me trajera a casa, quizás intentaste tranquilizarme con algunas palabras dulces, que yo no era el problema, que todo estaría bien, que siempre seríamos amigos, o quizás solo corrí, como si intentara huir de tus palabras y la abrumadora sensación de caos y destrucción que se abalanza a sobre mi, realmente poco importaba lo que hubiera pasado, después de todo recordarlo no haría que cambiarán los hechos, ni cambiaría el hecho de que sentía que mi vida no valía nada.

En algún lugar del caos que me rodeaba empezó a sonar mi celular, por inercia estiré la mano para buscarlo entre las sábanas revueltas y como un millón de agujas calientes, el dolor de mis brazos trajo a mi el recuerdo de una promesa, una promesa que hacía algún tiempo le había hecho a un amigo de no volver a lastimarme, en ese momento todo estaba bien, todo parecía brillante y maravilloso entonces hacer la promesa fue muy fácil, pero ahora con el corazón roto y la sensación de vacío que me rodeaba parecía una promesa estúpida, era inevitable que las tragedias me alcanzaran y que necesitará ese tipo de dolor físico como un ancla para no dejarme arrastrar por el dolor mental, algo que me mantuviera atada a la realidad por muy deprimente que esta pareciera.

El celular volvió a sonar con insistencia, sacándome de mis cavilaciones, quizás solo era él, diciéndome que se había equivocado, que era un error y que solo quería volver a estar conmigo, se molestaría un poco por mi cabello y después todo seria igual que antes, cuando era feliz y el mundo parecía tener sentido. Volví a revolver la sabanas con rapidez y cuando por fin lo encontré conteste sin preocuparme por ver el nombre en la pantalla, en mi mente solo existía una posibilidad y me aferre a ella como un náufrago se aferra a la balsa en la que navega, pero la voz que me habló no era la que yo esperaba, el miedo subió por mi garganta creándome un nudo e impidiéndome respirar, "Lo se todo, estoy afuera" fueron las únicas palabras que escuche antes de que la llamada se colgara, sin embargo el tono estaba libre de reproche, lo único que había en sus palabras era preocupación.

Me seque las lágrimas y busque en piso un suéter para ocultar mis heridas, como un escudo ante una batalla que sabía pérdida antes de comenzar, apenas crucé la puerta de la entrada y te vi allí parado con el rostro lleno de angustia y desasosiego, las lágrimas empezaron a salir nuevamente, a todo mi dolor se sumaba el hecho de que le había fallado a la única persona a la que parecía importarle en el mundo, el que abandonó todo lo que estaba haciendo por venir a mi rescate como un caballero de brillante armadura, no sabia sido capaz de cumplir una simple promesa.

Pensé en volver al caos de mi habitación, refugiarme en el desastre que tanto se parecía a como me sentía por dentro, hasta convertirme en solo un recuerdo, pero antes de poder moverme sentí tus brazos rodeándome fuertemente, casi como si intentaras agrupar los pedazos rotos de mi corazón y mi alma, el calor de tu cuerpo y la forma en que tus manos acariciaban mi espalda me hicieron darme cuenta que no todo está perdido.

Cuando te separaste y me miraste a los ojos llenos de compresión y ternura, me ayudaste a subir al auto y rápidamente diste la vuelta para entrar del lado del piloto, sin cruzar una palabra me llevaste a mi lugar favorito, allí donde el cielo se conectaba con el agua y podíamos ver el reflejo de una luna brillante, tomaste mi mano y subiste mis mangas, vi tu mirada pasar de la rabia a la tristeza y con una voz suave te disculpaste por no haber llegado antes, allí me di cuenta que no importaba que tan fuerte fuera el sentimiento de desamor que sentía, mientras tuviera amigos a mi lado siempre podría volver a recuperar la esperanza, después de todo ellos me amaban sin importar mis errores, y al final lo único que necesitas para recuperarte de la sensación de perderlo todo, es alguien que te sostenga con su presencia y te demuestre que siempre estará a tu lado para recoger tus pedazos y con amor y paciencia ayudarte a armar pieza a pieza.

Love to assemble the pieces

Pixabayto Hans

I looked at myself in the mirror, my pale face with eyes swollen from tears and cheeks stained by mascara from my makeup looked back at me, I looked at the scissors in my hand thinking about how many times I refused to do this just for you and followed the look to my arms full of fresh scars, it hurt but nothing like the heartbreaking sensation that had been harbored in my chest. It had been only a few hours since everything started to collapse like a house of cards, that could have been seconds or years, everything felt fuzzy and distant except the strongly rooted pain, that one seemed to fill all my senses preventing me from thinking about anything else but wanting to end it all, end my conscience once and for all, the fresh marks were just a reminder that I was too much of a coward for that.

I turned my attention back to the scissors, and with my free hand I began to take strands of my long hair, which began to fall to my feet as I cut, as short as possible, as an act of rebellion to your name, you always liked women with long hair and if it couldn't be what you loved it would be the opposite, I left the scissors next to the disheveled table, the whole room was a chaos of papers, clothes, and books in an impulse to bring out how I felt inside, the hot salty tears started to run down my cheeks again, it seemed so unreal that my world was cracking so quickly and violently when yesterday everything seemed perfect and full of hope.

He and I were not perfect, we were a couple that had nothing in common but somehow it fits, when his hand took mine I felt strong and invincible, maybe that's why it hurt so much because at no time I saw the tragedy coming and when the words came out of your mouth it was like a punch straight to the stomach, maybe that's why I don't remember anything else after "We can't be together anymore", maybe I just accepted without further ado because of the shock that your words caused me, maybe I just cried and begged for another chance, that I would change, that I would try to be better, none of that matters anymore.

I imagine you called a cab to bring me home, maybe you tried to reassure me with some sweet words, that I wasn't the problem, that everything would be okay, that we would always be friends, or maybe I just ran, as if trying to run away from your words and the overwhelming sense of chaos and destruction rushing over me, it mattered little what had happened, after all, remembering it wouldn't make the facts change, nor would it change the fact that I felt my life was worthless.

Somewhere in the chaos that surrounded me, my cell phone began to ring, by inertia I reached out my hand to look for it among the disheveled sheets and like a million hot needles, the pain in my arms brought to me the memory of a promise, a promise that some time ago I had made to a friend not to hurt me again, at that moment everything was fine, everything seemed bright and wonderful so making the promise was very easy, but now with a broken heart and the feeling of emptiness that surrounded me it seemed like a stupid promise, it was inevitable that tragedies would overtake me and I would need that kind of physical pain as an anchor to keep me from being dragged down by mental pain, something to keep me tethered to reality no matter how depressing it seemed.

Maybe it was just him, telling me that he had made a mistake, that it was a mistake and that he just wanted to be with me again, he would be a little upset about my hair and then everything would be the same as before when I was happy and the world seemed to make sense. I went back to shuffle the sheets quickly and when I finally found him I answered without worrying about seeing the name on the screen, in my mind, there was only one possibility and I clung to it as a castaway clings to the raft on which he sails, but the voice that spoke to me was not the one I expected, fear rose in my throat creating a lump and preventing me from breathing, "I know everything, I'm outside" were the only words I heard before the call hung up, however, the tone was free of reproach, the only thing in his words was a concern.

I wiped away my tears and searched the floor for a sweater to hide my wounds, as a shield against a battle I knew I had lost before it began, as soon as I crossed the doorway and saw you standing there with your face full of anguish and uneasiness, the tears started to flow again, to all my pain was added the fact that I had failed the only person who seemed to care in the world, the one who abandoned everything he was doing to come to my rescue like a knight in shining armor, I didn't know he was capable of fulfilling a simple promise.

I thought about returning to the chaos of my room, taking refuge in the mess that so closely resembled how I felt inside until I became just a memory, but before I could move I felt your arms around me tightly, almost as if you were trying to bundle the broken pieces of my heart and soul, the warmth of your body and the way your hands caressed my back made me realize that all is not lost.

When you separated and looked into my eyes full of understanding and tenderness, you helped me to get into the car and quickly turned around to enter from the driver's side, without crossing a word you took me to my favorite place, there where the sky connected with the water and we could see the reflection of a bright moon, you took my hand and rolled up my sleeves, I saw your look go from anger to sadness and with a soft voice you apologized for not having arrived earlier, there I realized that no matter how strong the feeling of heartbreak I felt, as long as I had friends by my side I could always regain hope, after all, they loved me no matter my mistakes, and in the end, the only thing you need to recover from the feeling of losing everything, is someone to sustain you with their presence and show you that they will always be by your side to pick up your pieces and with love and patience help you put it back together piece by piece.