RELATOS DE TURISUPI “EL DÍA QUE LA MAESTRA ESTANISLÁ “REPROBÓ EN CASTELLANO” AL PREMIO PULITZER IVÁN BALLESTEROS.

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(Foto propia / Pic of my own)



En el caserío Turisupi, cabalgando este sobre
la línea fronteriza entre Venezuela y Guyana, lo que hacía que la mitad del mismo estuviera en un país y la otra mitad en el otro, se podía estudiar solo hasta el 6to grado de educación primaria. No existía un liceo donde continuar con la secundaria y a nadie le parecía que fuera importante que lo hubiera. Eran muy pocos los turisupianos que al concluir la primaria tuvieran el interés y su familia los medios para que continuaran su educación secundaria, fuera en Venezuela o en Guyana.
Para la época en que se desarrolla nuestra historia, los grados primero al tercero eran impartidos por la maestra Carmencita en un pequeño salón de la escuela “La Ganadería” con capacidad para 20 estudiantes y en el que rara vez se lograba llegar siquiera al número de diez participantes ya que era mucho el niño turisupiano que a la hora de la ecuela prefería (o sus padres preferían) trabajar en el conuco o parcela de la familia para asegurar el sustento diario, algo concreto, en lugar de “encerrarse en cuatro paredes a luchar con letras y números que quien sabe si alguna vez les van a servir para algo” (Esta frase de Don Juan Procopio se había hecho célebre y eran muchos los turisupianos que la repetían convencidos de que decía una gran verdad)

Cuarto y quinto grados estaban a cargo de la maestra Jesusa y el sexto lo impartía la maestra Estanislá, una verdadera institución en Turisupi, quien, desde el día en que llegara de la capital armada con su flamante título de maestra normalista, no conforme con ello, realizaba cursos de actualización anuales y trataba de traer a Turisupi el último hit en educación, fuera este la matemática moderna afrancesada con su teoría de los conjuntos, los diagramas, los conjuntos vacíos y demás, o las nuevas corrientes que aparecían en lo que a pedagogía se refería. Era, pues, la maestra Estanislá “muy letrada”al decir del pueblo.

En una oportunidad llegó a Turisupi de manera incógnita Iván Ballesteros, el primer lationamericano ganador del premio Pulitzer. Escritor reconocido a nivel mundial, tenía justo en ese momento una novela en boga, un verdadero bestseller traducido del castellano al inglés, francés, italiano, alemán y…vascuence. Y en todos los países que hablaban dichas lenguas se mantenía en el primer lugar de las ventas. Un boom de tal magnitud que era lectura obligada en los liceos de gran parte del mundo (incluida la región vasca, por cierto). La novela, cuyo nombre “El atelier de Doña Matea” no revelaba para nada su contenido había sido catalogada por el News como “La mejor novela hispana de todos los tiempos…después del Quijote”.

La maestra Estanislá se había hecho de un ejemplar y con toda la clase de sexto grado la estaban leyendo a razón de un capítulo semanal. Iván Ballesteros, su autor, llegó a Turisupi por que allí vivía Romuliano Padilla, su amigo de la infancia, y, como necesitaba pasarse unos días “lejos de la fama y otras diversiones”- como acostumbraba decir – contactó al amigo y llegó con dos maletas cargadas de libros (ninguno de los suyos, por supuesto), una llena de ropa y tres kilómetros de cansancio. Durmió 24 horas seguidas a pierna suelta y luego se levantó con las pilas puestas dispuesto a comerse al mundo desde ese rinconcito apartado y casi casi olvidado de Dios que era el caserío de Turisupi.
Romuliano le dijo “Tú lo que necesitas es una buena rumba” y se lo llevó a jugar dominó con
"la cuerdita" de amigos de siempre, presentándolo como “su primo de Caracas” y reservando su verdadera identidad para el conocimiento solo de su esposa e hija.
Anastasia, la hija de Romuliano, era una rolliza beldad amante de la literatura que vió como un designio del cielo el poder compartir su techo de acerolit al menos por unos días con el escritor de “El atelier de Doña Matea”y cuando leían el libro en clase, se tenía que morder la lengua para no revelar que esa mañana había desayunado en la misma mesa con el premio Pulitzer, él galletas con té, ella arepas con cochino frito, pero…desayuno era desayuno…qué cará.

Llegó a casa mortificada con una tarea “peludísima” ya que debía llevar un análisis acerca de el pleonasmo en la novela “El Atelier de Doña Matea” pero…vaya ¿A qué mortificarse? ¿Quién mejor que el autor de la novela para explicar dónde, cuándo, cómo y por qué había utilizado esa figura literaria en su escrito? La maestra solo les había explicado que pleonasmo era una ¨¨Figura retórica de construcción que consiste en añadir enfáticamente a una frase más palabras de la necesarias para su comprensión con el fin de embellecer o añadir expresividad a lo que se dice. y luego los había abandonado a su suerte. Pero resulta que en casa no estaban ni el insigne Iván Ballesteros ni su papá, además, la noticia era que la rumba se extendería toda la noche y que al día siguiente, sin dormir en casa ya que lo haría en el tren , Iván Ballesteros desaparecería de sus vidas…quien sabe si para siempre.

Anotó en un papelito la pregunta y se la mandó como una encomienda al señor Iván con su primo Raulito, siempre fiel, a escondidas de su mamá para no escuchar por enésima vez su “Y a ese señor no lo vayas a estar fastidiando con tus cosas”

Raulito llegó al bar “El Onoto”, entró sigilosamente y antes que lo sacaran por ser menor de edad logró entregar el papel a su tío Romuliano ya que no se atrevió a acercarse a ese señor seriote, aunque en ese momento se estaba riendo. Llegó a casa corriendo, mintió a su prima diciéndole que le había entregado el papel al escritor y se fue a su propia casa satisfecho del mandado hecho.

Romuliano en ese momento, más por chanza que por otra cosa, le entregaba el papel a Iván Ballesteros quien se lo tomó muy seriamente. A la mañana siguiente, mientras todos dormían Iván tomó su cachachá y desapareció de escena dejando sobre la mesa del comedor el papelito arrugado y en una hoja su respuesta firmada de su puño y letra. La misma venía diciendo algo así como que “Ningún escritor al momento de dar vida a sus personajes se está planteando qué figura literaria va a utilizar. Voy a poner un pleonasmo acá…epa, allá va un símil. En este capitulo utilizaré tres metáforas. El escritor expresa con sus letras lo que hacen, piensan y dicen sus personajes y ya. Y a veces tiene qué tratar de mantenerlos a raya porque en
muchas oportunidades mientras el
escritor se traza una línea argumentista de una forma se encuentra con que los personajes quieren hacer otra cosa obligados por sus propias historias personales y por los impulsos de su carácter.”

Anastasia, la primera en levantarse ya que su papá dormía aún la resaca y su mamá se había dormido muy tarde esperando el regreso de los fiesteros, copió rápidamente todo en su cuaderno, se guardó muy bien doblada la hoja con la preciada firma de Iván Ballesteros y se fue volando a la escuela.

Todos presentaron sus trabajos, todos con calificaciones muy bajas. La calificación de Anastasia, sin embargo, llamó la atención. Fue la única en sacar “cero”. La maestra la acusó de escribir loqueras. Entre vergüenza y
llanto, Anastasia le dijo que esto se lo había dicho el propio Ballesteros y le mostró el papel firmado por él. Terminó gimoteando en la dirección por falta de respeto, inventadora y mentirosa.
Al día siguiente regresó con su papá, obligado este por la boleta de citación que le enviaran y la amenaza de que hasta que él no fuera a dar la cara por ella, no podría entrar a clase.
Cuando el Sr. Romuliano, alguien de reputación intachable en Turisupi, contó de su amistad estrecha con Iván Ballesteros, de su visita recibida en Turisupi y esgrimió como un verdadero trofeo la esquela escrita y firmada por aquel y que la maestra el día anterior
había estado tentada a romper en pedacitos, tanto ella como la directora no cabían en sí de la vergüenza, se vieron obligadas a pedir disculpas a la niña frente a todos los estudiantes que habían sido testigos del agravio y ese día aún hoy se recuerda como ‘El día que la maestra Estanislá reprobó en castellano al premio Pulitzer Iván Ballesteros”.

NOTA: Lo generado en HBD por este post irá a la cuenta del hiver @jesuslnrs como una colaboración para la operación y otros tratamientos que debe recibir su padre, el hiver @armandolnrs quien se encuentra hospitalizado a raíz del accidente automovilístico que sufriera el 27 de agosto
del año en curso.
Invito a quienes hayan tenido la paciencia de llegar leyendo hasta acá que se sumen a esta campaña y publiquen también un
post de colaboración, como un granito de arena para esta magna causa. “Todo granito de arena cuenta, todo granito de arena suma” Y pedimos también su oración.



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Está es la mágica realidad de nuestra existencia en ese espacio regional tan impresionante. Con personajes que no se les puede añadir ningún punto ni una coma.
Es un post maravilloso.

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Muchísimas gracias, @hiramdo, por ese comentario tan bello. Un estímulo para continuar trabajando. Mil bendiciones.

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Muchas gracias por el gran apoyo, @es-literatos. Muy importante para mi el saber que compartieron mi relato en su blog. Mil bendiciones y gracias de nuevo.

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