Saludos, comunidad, deseo que todos y cada uno estén viviendo con alegría este tiempo de preparación para la Navidad, que les acompañe, la salud, la armonía, la paz, la alegría y el entusiasmo.

Gracias al amigo @josemalavem quien me invitó a sumarme a esta bella iniciativa de Literatos. Estoy "en la rayita" y haciendo malabarismos con el tiempo para lograr publicar antes que se termine el plazo de tiempo.

Está actividad me hizo desplazarme con alegre nostalgia a las Navidades de mi infancia. Cuando mi familia estaba completa y tenía padres, primos, tíos ¡Y hasta mi abuela materna! - la única abuela que conocí ya que al nacer, ya mis otros abuelos habían fallecido.

Por supuesto que para Navidad toda la familia se reunía en casa de mi abuela María Gumersinda, "Doña Gume" para los vecinos y "Mamá grande" o simplemente "Mamá" para sus nietos. Pero esa reunión no era solamente el 24 de diciembre. Toda la familia se reunía en casa de mi abuela todas las noches a partir del 1° de noviembre a ensayar los aguinaldos que se cantarían en el pesebre el 24 de diciembre a las 12 en punto - momento que aprovechaba el Niño Jesús para dejar nuestros regalos sobre la cama de mi abuela-.

Noche tras noche se practicaban los aguinaldos tradicionales, los de parranda caraqueños, y los villancicos españoles que había aprendido "la gente grande" en el colegio del cura.