Krampus (Krampus) [ES/EN]
Krampus
Era una noche de luna llena donde las penumbras reinaban implacables y el temor se respiraba en cada resquicio de la habitación, un pequeño yacía dormido después de un día largo, de repente por entre las brumas nocturnas una figura terrorífica se asomaba, mostrando unos ojos rojos refulgentes.
El pequeño despertaba sobresaltado dirigiendo la mirada hacia la ventana, solo oscuridad se denotaba. El pequeño con el sudor en la frente corriendo como cascadas, se tapaba con las sabanas esperando calmar esa horrible sensación que le embargaba cada fibra de su ser.
La sombra terrorífica se alzaba sobre el niño y un terrible grito se oía, luego el silencio invadió la habitación, en ese instante los padres entraron al lugar y no encontraron nada, las sábanas de colores fueron testigos ciegos de la gran escena terrorífica. Los padres desconsolados se pusieron a llorar, habían perdido a su único hijo.
Al día siguiente, la noticia se regó como pólvora por el pueblo. Todos hablaban de lo travieso que era el chico y que el demonio se lo había llevado por su mal comportamiento, aun así los padres quedaron devastados y no pudieron superar la perdida, hasta que se fueron de aquel lugar maldito para ellos.
Luego de unos años llegó al pueblo una familia, provenían de la gran ciudad, querían una vida nueva y tranquila, lejos de la agitada metrópoli. La gente del pueblo miraba a los nuevos, que habían llegado del ciudad, en esa familia había un chico muy taimado y travieso, era la oveja negra y sus padres ya no sabían qué hacer con él, su nombre era Carlos o Carlitos como le llamaban sus seres queridos.
«Madre, madre yo quiero esa habitación». Señalaba con estrépito hacía el lugar donde el aquel niño había desaparecido.
«Bueno, Carlitos, pero, por favor compórtate bien. Ya no queremos tener más problemas por tu culpa». La madre en un tono de súplica le decía al pequeño Carlitos.
El niño sonreía pícaramente y afirmaba asintiendo con la cabeza. La madre le daba un beso en la frente y se iba hasta la cocina. En ese instante golpeaban la puerta con diligencia parsimoniosa. El grito de la madre se dejaba escuchar de entre la cocina, «¡Carlitos, mira quién toca!».
Carlitos corría apurado hacia la puerta, tomaba el pomo y lo giraba, la puerta lentamente iba develando una figura escuálida, desaseada, cabellos canos cayendo de forma desprolija por el rostro demacrado, una sonrisa carente de dientes se dejó ver. Al chico le produjo asco aquel hombre, despedía un olor que le quemaba las fosas nasales.
«Buenas tardes, chico. Tendrá de casualidad algo que me regale, comida, ropa o lo que usted pueda para este anciano que lleva a cuestas la mala suerte». Extendía la mano llena de mugre suplicando caridad.
Un desagradable gesto se desprendió del rostro del Carlitos. Y tapándose la nariz le decía, «Oye viejo, no somos un lugar de caridad, largo y no apestes mi casa, Shu, shu...».
El vagabundo daba media vuelta y se iba lentamente con la cabeza gacha, en ese preciso instante Carlitos llamaba al vagabundo, él volteaba con un gesto de esperanza y decía, «Dígame, joven».
«Tal vez haya algo para usted, déjeme voy a buscar», dijo Carlitos mientras se perdía en el fondo de la casa, de regreso salía con una olla de agua fría y llamaba al hombre. «Toma, viejo sucio, para que huelas mejor. Jajaja».
El hombre se marchaba todo empapado, mientras Carlitos seguía riendo estruendosamente, luego unos nubarrones se cernían sobre el cielo de la tarde y los truenos se dejaron escapar, después una sonrisa siniestra se oyó en el preciso instante en que un rayo cayó cerca de la entrada.
La mamá de Carlitos llamaba al niño, quien inmediatamente cerraba la puerta y corría a refugiarse donde su madre. Ella le decía, «No temas, Hijo, solo es una tormenta repentina, ve a tu cuarto y mira televisión».
El niño trataba de hallar seguridad en las palabras de su madre, pero en el fondo sentía un gran pavor. Él subió hacia el cuarto y cerró la puerta, luego buscaba el abrigo de la cama protectora, prendió la tele y después de unos instantes se quedó dormido.
Abrió los ojos y miraba con terror un lugar lleno de llamas, el aire apestaba a azufre, las nubes eran de un color rojo intenso, el suelo parecía emanar gritos desesperados al caminar por encima. En ese instante un demonio aparecía de la nada, un terrorífico ser lleno de pelo por todo lado, ojos rojos intensos y brillantes, cuernos retorcidos que apuntaban hacia el firmamento, orejas puntiagudas que se movían al vibrar de la brisa y una cola como se vaca que iba y venía.
El chico hecho a correr despavorido por ese lugar horrible, trataba de escapar del terrorífico demonio, quien reía espeluznantemente. Las lágrimas fluian por el rostro de Carlitos, mientras que de sus labios brotaban oraciones.
El demonio saltaba con cada paso, riendo y gritando con voz de ultratumba. El niño seguía corriendo, sus esperanzas por salir de ese lugar se hacían más y más escasas. Lloraba y pedía perdón por todo lo que había hecho en su corta vida, después se vio atrapado sin poder correr.
Krampus lo tenía de los brazos y lo levantaba frente a él. El demonio se reía estruendosamente y el niño lloraba sin consuelo, los ojos rojos del demonio brillaban, y una lengua larga se aparecía por entre su boca, apuntaba a su corazón y de un zarpazo se introdujo en el pecho...
Carlitos despertaba del horrible sueño gracias a un trueno que sacudió la casa, se miró a sí mismo y las gotas de sudor helado recorrían su cuerpo, vio el resplandor del televisor y tomó conciencia de su realidad. Un suspiro profundo soltó al aire oscuro de la habitación, luego se dijo, «Solo fue un estúpido sueño, maldita tormenta cuándo acabará».
En ese preciso instante el vagabundo se asomaba por la ventana y empezaba a reír siniestramente, luego empezaba a convertirse en el demonio de sus sueños.
«Vendrás conmigo, niño malcriado. Jajaja...». Inmediatamente Krampus sacaba su lengua larga y tomaba al niño.
Los gritos y chillidos del niño fueron acallados por los truenos. El demonio y el niño desaparecían en un fulgor de un rayo que caía frente a la casa. Luego de unas horas la madre entraba a buscar a su hijo y solo vio la tele encendida acompañada por la cama vacía.
Despues de días de búsqueda los destrozados padres se fueron del lugar, un nuevo niño había desaparecido sin dejar rastro. El nombre de Krampus sonaba en los cuentos de los habitantes del lugar. Al trascurrir algunos años una nueva familia llegaba a aquel lugar y a esa casa. La niña de aquella familia miraba a un vagabundo y le sacaba la lengua.
El hombre la miraba y una leve sonrisa siniestra se mostraba en su sucio rostro. «Jajaja».
Krampus
It was a night of full moon where the darkness reigned relentless and fear was breathed in every corner of the room, a little boy lay asleep after a long day, suddenly through the night mist a terrifying figure peeked out, showing a glowing red eyes.
The little boy woke up startled and looked towards the window, only darkness was visible. The little boy with sweat on his forehead running like waterfalls, covered himself with the sheets hoping to calm that horrible feeling that seized every fiber of his being.
The terrifying shadow loomed over the child and a terrible scream could be heard, then silence invaded the room, at that moment the parents entered the place and found nothing, the colored sheets were blind witnesses of the great terrifying scene. The grief-stricken parents began to cry, they had lost their only son.
The next day, the news spread like wildfire through the village. Everyone talked about how naughty the boy was and that the demon had taken him away because of his bad behavior, even so, the parents were devastated and could not overcome the loss, until they left that cursed place for them.
After a few years a family came to town, they came from the big city, they wanted a new and quiet life, away from the hectic metropolis. The people of the town looked at the new ones, who had arrived from the city, in that family there was a very sly and mischievous boy, he was the black sheep and his parents did not know what to do with him, his name was Carlos or Carlitos as his loved ones called him.
"Mother, mother I want that room." He pointed with a clatter to the place where the boy had disappeared.
"Well, Carlitos, but, please behave yourself. We don't want to have any more problems because of you." The mother in a pleading tone said to little Carlitos.
The child smiled mischievously and nodded his head in affirmation. The mother kissed him on the forehead and went to the kitchen. At that moment there was a knock on the door with parsimonious diligence. The mother's shout could be heard from the kitchen, "Carlitos, look who's knocking!"
Carlitos rushed to the door, grabbed the knob and turned it, the door slowly unveiled a scrawny, unkempt figure, gray hair falling in an untidy way on his emaciated face, a toothless smile could be seen. The boy was disgusted by the man, he gave off a smell that burned his nostrils.
"Good afternoon, boy. Do you by any chance have something to give me, food, clothes or whatever you can for this old man who is carrying bad luck." He held out his filthy hand begging for charity.
An unpleasant gesture came off Carlitos' face. And holding his nose he said, "Hey old man, we are not a charity place, go away and don't stink up my house, Shu, shu..."
The homeless man would turn around and slowly walk away with his head down, at that precise moment Carlitos would call out to the homeless man, he would turn around with a hopeful gesture and say, "Tell me, young man."
"Maybe there is something for you, let me go look," Carlitos said as he lost himself in the back of the house, on his way back he came out with a pot of cold water and called out to the man. "Here, dirty old man, to make you smell better. Hahaha."
The man would leave all soaked, while Carlitos continued to laugh uproariously, then some storm clouds hovered over the afternoon sky and thunder let loose. Then a sinister smile was heard at the precise moment when lightning struck near the entrance.
Carlitos' mother called out to the boy, who immediately closed the door and ran to his mother. She would say, "Don't be afraid, Son, it's just a sudden storm, go to your room and watch TV."
The boy tried to find reassurance in his mother's words, but deep down he felt great dread. He went upstairs and closed the door, then reached for the shelter of the protective bed, turned on the TV and after a few moments he fell asleep.
He opened his eyes and looked with terror at a place full of flames, the air reeked of sulfur, the clouds were a deep red color, the ground seemed to emanate desperate screams as he walked over it. At that instant a demon appeared out of nowhere, a terrifying being full of hair on all sides, intense and bright red eyes, twisted horns pointing towards the sky, pointed ears that moved to the vibration of the breeze and a tail like a cow that came and went.
The boy started running terrified through that horrible place, trying to escape from the terrifying demon, who laughed bloodcurdlingly. Tears flowed down Carlitos' face, while prayers sprang from his lips.
The demon jumped with every step, laughing and screaming in a voice from beyond the grave. The boy kept running, his hopes of getting out of that place became more and more scarce. He cried and begged forgiveness for everything he had done in his short life, then he was trapped and unable to run.
Krampus had him by the arms and lifted him up in front of him. The demon laughed thunderously and the boy cried without consolation, the demon's red eyes glowed, and a long tongue appeared between his mouth, aimed at his heart and with one swipe went into his chest...
Carlitos woke up from the horrible dream thanks to a thunder that shook the house, he looked at himself and beads of cold sweat ran down his body, he saw the glow of the television and became aware of his reality. A deep sigh released into the dark air of the room, then he said to himself, "It was just a stupid dream, damn storm when will it end."
At that precise moment the tramp peered out the window and began to laugh sinisterly, then he began to turn into the demon of his dreams.
"You're coming with me, you spoiled brat. Hahaha..." Immediately Krampus would stick out his long tongue and grab the child.
The child's screams and shrieks were silenced by thunder. The demon and the child disappeared in a flash of lightning that fell in front of the house. After a few hours the mother went in to look for her son and only saw the TV on and the empty bed.
After days of searching the devastated parents left the place, a new child had disappeared without a trace. The name Krampus sounded in the stories of the local inhabitants. After a few years a new family arrived in that place and in that house. The girl of that family looked at a homeless man and stuck her tongue out at him.
The man would look at her and a slight sinister smile would show on his dirty face. "Hahaha."
Libre derecho de uso.
Link to page: https://images.ai/
Editado por Rincón Poético.
Texto autoría de:
Camilo Torres
DRA
¡Gracias por acompañarnos hasta aquí!
Bueno, excelente historia. Krampus sufre la crisis económica, por eso anda de vagabundo y trabaja fuera la fecha de navidad jaja
De verdad me.gusto mucho. Me atrapo desde el primer instante. Nunca esta de más contarles estas historias a los niños que no respetan nada igual, krampus debería llevarse a los padres también . Saludos.
Jeje... Sí, haciendo horas extras la situación está difícil, pobre Krampus, sabías que le pagan por niño.👻
Gracias por tus palabras, me gustó mucho hacer esta historia por ahí deje un comentario en un post prometiendo una historia del Krampus.💀
Y en verdad que hay padres que merecen ser llevados por el Krampus, muchísimos🌚
Excelente tarde.
Una muy buena historia. Me encanta que se esté hablando de este mito con más frecuencia puesto que creo que no es usual asociar la navidad con algo terrorífico, pero resulta que eso se hace hace muchos años con las historias de Krampus.
Excelente relato ✨
Creo que esta tendencia empezó con el Grinch, aunque no es terrorífico da a la navidad ese tinte oscuro.
Gracias por la visita y tus amables palabras.👻
Excelente tarde.