¿PRIMERO LA HARINA O EL AGUA? // FLOUR OR WATER FIRST? [[ESP/ENG]]

El mundo que nos rodea nos asfixia, nos suprime, y en algunos casos nos agota, a tal punto de cansarnos de nosotros mismos en algún momento. Pero no conversaremos sobre este punto de aprendizaje, sino de como nosotros buscamos asfixiar, suprimir y agotar a los demás cuando nos sentimos lo suficientemente cómodos con nuestros "conocimientos" y nuestra "personalidad", y buscamos en las demás personas una extensión de nosotros mismos para reforzar nuestra convicción de que estamos viviendo la vida de forma correcta.

Por redes sociales como Facebook e Instagram, hace algún tiempo se gestaba una disputa entre los internautas del país Nor-sudamericano, Venezuela, sobre si la preparación de las arepas –un alimento tradicional de su gastronomía popular– llevaba primero el agua o la harina. Obviamente se encontraba el bando de los "Harina" y el bando de los "Agua" que entraban en disputa por ver quién era el que tenía la razón, y sentirse con aires de superioridad cuando les eran expuestas las razones contrarias porque su verdad imperaba sobre las otras. Obviamente hay una ciencia ligada a la cocina que lleva sus procesos y procedimientos estrictos y necesarios, como por ejemplo la preparación de una masa para hacer pan no lleva la misma cantidad de ingredientes para ciertos panes en específico, sin embargo lo que se discutía se hacía sin ninguna razón culinaria, sino más bien por el simple hecho de superioridad sobre otros por ser ignorantes de si primero va el agua o la harina.

Luego la disputa se extendió a través de las redes digitales al territorio vecino y fronterizo de esta nación Bolivariana, Colombia. Pero esta vez la contienda se daba sobre quien tenía la exclusividad de haber "inventado" la arepa, es decir, los colombianos dicen que la arepa es originaria de su país, y los venezolanos del suyo. Como es obvio no se evaluaban aspectos históricos ni gastronómicos para el debate sino que simplemente eran unos contra otros demostrando con argumentos ineptos sus razones vacías de racionalidad. La hamburguesa, por ejemplo, es originaria de Hamburgo en Alemania porque como allí se originó, se le denominó en su etimología la propiedad de ser procedente de Hamburgo, y luego se extendería en los Estados Unidos gracias a los inmigrantes alemanes; aunque tiene sus precedentes en pueblos mongoles de la época del imperio romano, es decir, que no es cien por ciento seguro que sea originaria de Alemania o Estados Unidos.

Posterior a esto, los venezolanos que se gastaban por las redes sociales con estos temas tomaron un aire de superioridad sobre cualquier otro país del continente, y comenzaron una campaña casi que política sobre que "Venezuela es el mejor país del mundo", todo esto a consecuencia también del racismo y la xenofobia que sufrieron los migrantes venezolanos en otros países de Latinoamérica. Comenzó entonces una disputa virtual sobre un ranking invisible de cuáles eran los mejores países del mundo, todo esto al mismo tiempo que la corrupción, la inmoralidad y la ignorancia hacían desastres en estos supuestos "mejores países del mundo". Las personas discutían, y aún discuten sobre esto en redes, también sobre el aborto, el matrimonio gay, las selecciones de fútbol, y muchas otras cosas, pero ¿Cuál es el sentido de todo esto?

Pues como mencioné anteriormente, todos, absolutamente todos nos sentimos superiores cuando discutimos y creemos tener la razón no sólo en las redes sociales, sino también en público. Nos satisface dejar sin argumentos a quien piensa distinto a nosotros independientemente de si nuestras razones son válidas argumentativamente hablando. Ni hablar de la pedagogía, porque menos nos interesa dejar una enseñanza o una reflexión pedagógica al otro, sino más bien mientras más ignorante quede, más grandes e inalcanzables nos sentimos.

La diferencia está en controlar ese sentimiento, como una vez me habló un profesor que estimo mucho, César Torres, sobre Jurgen Habermas en una clase de Teoría de la Opinión Pública dónde explicaba que las personas cuando ejercen su pensamiento son en un 90% emoción y un 10% razón, y que sólo el 5% de las personas que conforman la opinión pública opinan desde la razón, y no desde la emoción como la inmensa mayoría. He ahí el problema de las personas, que se dejan llevar por las emociones durante las discusiones y dicen cualquier cantidad de barbaridades, cuando en realidad debemos controlar esos sentimientos que nos hacen ser brutos, y detener ese frenesí para utilizar el pensamiento racional y poder analizar que lo importante no es cuál sea el mejor país del mundo, ni quién haya inventado la arepa, o si primero se le echa agua o harina, sino pensar que hay millones de cosas mucho mas importantes que esas, y que no son motivo de discusión en ningún sitio virtual, o son completamente ignorados por los internautas que todavía siguen debatiendo si es primero el agua o la harina mientras los niños siguen muriendo de hambre y de sed en el mundo.