El Corazón de Jared (Relato Corto)

Al mediodía del 6 de Agosto se encontró el corazón de Jared en medio del césped junto a una calle concurrida. Fue una niña curiosa quien hizo el descubrimiento, muy joven para entender sus implicaciones. El corazón estaba fresco, recién extraído del cuerpo, dentro de una de esas bolsas con cierre donde se guarda la comida. Lo más extraño del descubrimiento fue que, aparte de las huellas de la nena, solo se encontraron las de Jared.

Jared, Masculino, 26 años, becado en ciencias en la universidad más prestigiosa del estado, llevaba entonces un mes desaparecido. Sus compañeros le vieron más nervioso y huraño en los días previos a su desaparición, mas no les pareció fuera de lo normal pues era época de exámenes. Su compañero de cuarto le vio empacar su mochila e irse sin decir nada. Un Taxista le llevo hasta el centro comercial más cercano. Las cámaras de seguridad le captaron en una tienda de artilugios de laboratorio. Compró un montón de cosas que juntas no daban luz sobre cual fuese su plan. Lo último que se vio de él fue cuando se alejó caminando del centro comercial hasta perderse de vista. No hubo más rastro hasta el descubrimiento del corazón.

El órgano estaba limpio. Los cortes para extirparlo fueron muy profesionales, algunos forenses estaban celosos. Estos además encontraron en el órgano restos de un liquido que les fue imposible identificar al momento. Antes de que pudieran sacar conjeturas alguien encontró otra pieza del rompecabezas.

Fue el 9 de agosto a las 4:30 pm. Encontraron el estomago de Jared en un restaurante de comida rápida. El pobre joven que lo encontró casi lo cocina junto a las hamburguesas, lo que puso al negocio en un severo aprieto con Sanidad. Al igual que con el corazón, solo se hallaron las huellas de Jared aparte de las del desafortunado cocinero. Quien fuese el asesino, sabia cubrir sus huellas y dejar las piezas en los lugares sin levantar sospechas. A los investigadores no les dio tiempo de rascarse la confusión cuando alguien más encontró otra pieza.

La pobre mujer había pasado un turno muy largo en la oficina. Aparte de lidiar con el acoso, las deudas de su hermana y los estragos hecho en contabilidad la tenían harta, cansada y con ganas de arrancarse los ojos de todo el tiempo pegada a la computadora. Quiso tomar una bolsa con dulces que tenia para calmarse. Abrió el gabinete, agarró lo primero que alcanzó, abrió la bolsa sin ver y engulló el contenido. El globo ocular de Jared casi le ahoga. Ocurrió cerca de las 11:00 pm del 10 de agosto.

Se comenzaron a encontrar más partes de Jared en diferentes zonas de la ciudad totalmente inconexas entre si. La lengua en un prostíbulo, una mano en un Dojo de karate, el hígado cerca de un bar, una pierna en un parque. Los detectives trataban de hallar algún sentido a todos estos descubrimientos, entender al asesino, cual era su mensaje, cómo había destrozado a Jared y por qué...

Una noche uno de los forenses se puso a descifrar la sustancia que impregnaba todo lo encontrado. No importaba cuantas pruebas realizaba, no daba con su composición ni su función. Entonces notó algo extraño: ninguna de las partes encontradas estaba descompuesta o en proceso de descomposición; y todas parecían... funcionales. Incluso el corazón, de forma sutil, daba la impresión de seguir latiendo.

A mediados de Septiembre los Detectives dieron con una pista que les dirigió al último lugar donde presuntamente Jared estuvo antes de morir. Era una choza abandonada donde encontraron un laboratorio armado con todo lo que Jared había comprado. Sobre una repisa estaba su teléfono puesto como si hubiera grabado algo. Tras cargarlo y Crackear la contraseña, lo revisaron.

En el Blog de notas había cientos de anotaciones extrañas que se volvían más y más delirantes conforme se seguía leyendo. Revisando la galería encontraron un video fechado de 2 días antes del descubrimiento del Corazón. Al reproducirlo pudieron ver a Jared inyectándose el liquido extraño que luego, eufórico, casi como dopado, procedió a beber entero. Entonces procedió a tomar un escalpelo de la mesa, subirse la camisa y empezar a cortar...

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