Voy a contar una historia
es una noticia cierta
se trata de una culebra
era una enorme serpiente
este animal hizo estragos,
el año de la creciente.
En el fundo "las Mercedes",
ocasionó varias muertes
entre gallinas y patos
se había comío´más de veinte
castro tenia unos marranos
unas cría muy suficientes.

Le faltaba la mitad
cuando el hombre se dio cuenta
no respetaba capones,
ni berraco de coleto
madrineras y lechones
mas de cincuenta por ciento.
Se le perdían los becerros
de un rodete que había seco.
Decía: ¿ sera algún ladrón,
que lo va a vender al puerto?
luego se puso a pensar,
buscando nuevos supuestos.

Fue a casa de los vecinos
y a todos les contó el cuento
Tengo que buscar la forma
yo por lo mio echo el resto
Se trajo al compadre juan
pidiendo ayuda al respecto.
consigo llevo: linternas,
escopetas y pertrechos,
cuchillos muy amolados,
llevaban hacha y machete
en busca del enemigo
toditos iban dispuesto.

Llegando a orillas del caño
estaba el agua revuelta,
ademas vieron un rastro
que iba hacia sabana abierta,
dijeron¿sera caimán?
mas curiosidad se despierta.
A costa del tapizón
se encontraron de repente
con una enorme culebra
que devoraba a un torete.
Un torete de tres años,
lo tenia cual un paquete.

Era una "culebra de agua",
tenia de largo diez metros,
larga uñas en el rabo
y en la cabeza una cresta.
Le metieron siete hachazos
machetazos fueron treinta.
Y sacándole las tripas
todos la dieron por muerta
la dejaron en el agua
no la halaron a lo seco.
Se regresaron de ahí
con la novedad y el cuento.

Ya se acabo ese peligro
dijeron todos contentos
y entre fines y afanes,
así paso largo tiempo
al año y medio tal vez
nadie se acorada de esto.
Era muy fuerte el verano
y las lagunas se secan
salieron a culebrear
pues todo estaba en oferta
ofrecían pagar muy bien
las pieles y las mantecas.

Y las pieles sobre todo
según el ancho por metro.
Fue en la laguna de la sierra,
donde encontraron de nuevo
a la gigante culebra
que decían que ya había muerto.
Con treinta y siete remiendos
todos los tenia completos
tenia uñas en el rabo
y en la cabeza una cresta,
la mató Juan Salazar,
y se hizo una promesa
de no matar más culebras,
que tuviera uña y cresta.
con el cuero solamente
él forro veinte silletas,
según estaba de gorda
dio tres latas de manteca.
Las cuales fueron vendidas
y con el dinero que dieron
celebraron gran fiesta.