Entro a este nuevo concurso, plasmando en un acróstico lo que siento, al recordar mis años universitarios, amigos compañeros que se han ido otros aún están presentes, buenos docentes que te corregían no solo lo que le pedía su pénsum, si no que a hasta la forma de hablar de comportarte, una educación completa.

Años felices, estresados en ocasiones pero donde se encontraba el equilibrio, donde muchos encontraron sus parejas y se casaron.
Muchos aprovecharon esa oportunidad otros solo pasaron por allí, pero ella la universidad no paso por ellos.

Otros añoraban seguir su estudio universitario y no pudieron acceder, lo que lamento mucho es como nos inculcaban nuestros padres era, que estudiar para que a la edad mayor hubiera una jubilación o pensión, nunca para que hagan sus propios negocios y se han personas que puedan desarrollar empresas.

Bueno, en fin que este mundo no se para y mientras hay vida hay esperanza.