Mi primera vez y no supe qué hacer. | My first time and I did not know what to do.

Muchas veces he escuchado y visto historias sobre estas cosas, me habría puesto en varias ocasiones en el lugar de cada una de las protagonistas, incluso, muchas veces imaginé cómo reaccionaría o qué haría para no pasar a la peor parte de estas situaciones; pero la verdad es que nunca se está preparado para algo así, o al menos nunca nuestra mente estará presta y activa para reaccionar en ese momento. Para ser sincera, no es la primera vez que algo así me sucede, pero sí es la primera vez en que no pude hacer nada y mi cerebro sigue repasando una y una vez lo que ocurrió ayer y parece que se tratara de un mal sueño o, incluso, mi imaginación. Justo ahora, mientras escribo estas líneas, vuelvo a temblar y a sentir temor. Ayer fui acosada y, tal vez, expuesta a qué sabe qué clase de escenario oscuro.

Una mañana como cualquier otra en que me disponía a visitar a mi abuelo. Mi padre me acompaña y me invita a desayunar, nos detuvimos a comer en un sitio cerca de la casa de mi abuelo, un negocio familiar que desde que tengo uso de razón está ahí. Como en Venezuela muchas cosas se volvieron famosas por los combos, el chico que nos atiende, nos ofrece uno de ellos, los pedimos y nos dedicamos a disfrutar de la comida mientras conversábamos. Al cabo de unos instantes, observo a aquel chico que también se ponía a desayunar en una esquina algo oscura pero a la vista de todos, nada sospechoso al momento. Un súper poder que muchos ignoramos algunas veces, se activó en mí; siempre he sido muy sensible a que otras personas me vean y la razón es simple y complicada a la vez: no me gusta que se me queden viendo sin razón aparente. En una situación cualquiera hubiese reaccionado como siempre: enfrentaría, pero algo pasó que no pude hacer nada, una parte de mí me decía que no prestara atención, que quizás estaba viendo algo más que estaba justo en mi dirección. Volteo tras de mía a ver qué era lo que tanto llamaba la atención de esta persona pero no había más que la cotidianidad de las personas caminando, trabajando, conversando, nada que resaltara; entonces ahí mi alerta si se encendió, me estaba viendo a mí.

Intenté hacerle señas a mi papá, pero los nervios me helaban tanto que no se dio cuenta y él solo seguía hablando, ya ni recuerdo de qué era. La mirada incesante de este hombre no me dejaba en paz, trataba de decir algo pero no me salían las palabras, tampoco sé en qué momento acabé de comer y solo estaba viendo mi plato vacío y con las manos frías. Supongo que mi rostro estaba delatándome y la dueña del negocio (que más adelante me enteré que es la madre de este hombre) me ofreció unas servilletas, hacía calor, pero yo sudaba del frío. Cuando seco mi cara siento algo más extraño, vuelvo a ver hacia donde estaba el tipo sentado y tenía su teléfono apuntando su sámara hacia mí, me quedé tan petrificada que él se dio cuenta y apartó el teléfono pero seguía viéndome. Solo alcance decirle a mi papá que nos fuéramos, ni siquiera me fije si había terminado de comer, supongo que sí. El hombre se levanta, se dirigió a la cocina, sacó sus cosas, se despide de su madre y se fue como si nada. Cuando mi papá pide la cuenta, la señora le dice el monto y lo más extraño es que esta le dice: “me dijeron que le cobrara (equis monto)”, ¡era menos de la cuenta! O sea, me acosas, me grabas o fotografías y me cobras menos. “Disculpa por las molestias ocasionadas, gracias por tus servicios”, eso pasó por mi mente. Salimos del negocio y seguimos como si nada, de verdad no recuerdo si en algún momento le respondía a mi papá, pero el miedo que tenía me tenía presa.

Repasaba todo el momento en mi cabeza y hasta llegué a pensar que era mi imaginación, que malinterpreté todo aquello, pero muy en el fondo sabía que algo estaba mal con todo eso. Realmente no supe qué hacer, como ya les comenté, no era primera vez que alguien me acosaba en la calle, en esas oportunidades no me dejaba intimidar, pero esta… es primera vez que me impacta y afecta tanto. Llevo años pasando por ahí y nunca me había topado con este hombre (más allá de verlo a la distancia como a cualquier otra persona), no visto llamativamente, ni siquiera me maquillo, pero es más que evidente que a este tipo de “personas” eso es lo de menos, cuando consiguen un objetivo, van con todo. De solo pensar en qué hubiese ocurrido si hubiese estado sola, se me revienta el corazón del miedo; si bien no pude hacer nada, la simple compañía de mi papá disipó un poco el grado de esa situación. Cuando conté en casa lo que pasó (mi papá aún no lo sabe), me dijeron que volviéramos y enfrentáramos al tipo, pero sería en vano, el momento era ayer y no hice nada, y no sé si tenga la fuerza de volver a ese sitio y exponerme de nuevo para buscar comprobar lo que ocurrió. ¿Cobarde? Quizás; y tal vez sea como que si me tocara morderme la lengua como castigo por todas esas veces que vi historias y juzgué “¿por qué no gritó?, yo le hubiese metido un coñazo y corro, ¿Por qué no denunció?”. Ya entendí (a la mala) que siguen pasando estas cosas no por culpa de a quienes afecta o de los victimarios, sino por el miedo que todo esto trae. Mi mamá pasa muchas veces por ahí, ¿Y si este hombre (o alguien de su familia) le hace algo a ella para amedrentar porque lo enfrenté o denuncié? El miedo juega su papel sucio y de esto es que se valen y apoyan estos sujetos. Solo espero que, si vuelve a sucederme algo así, tener la fortaleza necesaria para hacer algo y salir librada de esa situación.

Many times I have heard and seen stories about these things, I would have put myself on several occasions in the place of each of the protagonists, even, many times I imagined how I would react or what I would do to not go to the worst part of these situations; but the truth is that we are never prepared for something like this, or at least our mind will never be ready and active to react at that moment. To be honest, it is not the first time that something like this happens to me, but it is the first time that I could not do anything and my brain keeps going over and over again what happened yesterday and it seems that it was a bad dream or even my imagination. Just now, as I am writing these lines, I am shaking again and feeling fear. Yesterday I was harassed and, perhaps, exposed to who knows what kind of dark scenario.

It was a morning like any other when I was about to visit my grandfather. My father accompanies me and invites me to breakfast, we stopped to eat at a place near my grandfather's house, a family business that has been there for as long as I can remember. As in Venezuela many things became famous for the combos, the guy who serves us, offers us one of them, we order them and dedicate ourselves to enjoy the food while talking. After a few moments, I observe that guy who was also eating breakfast in a dark corner but in sight of everyone, nothing suspicious at the time. A super power that many of us ignore sometimes, was activated in me; I have always been very sensitive to other people seeing me and the reason is simple and complicated at the same time: I don't like being stared at for no apparent reason. In a normal situation I would have reacted as I always do: I would confront, but something happened that I couldn't do anything, a part of me told me not to pay attention, that maybe I was seeing something else that was right in my direction. I turned behind me to see what it was that was attracting the attention of this person but there was nothing more than the daily routine of people walking, working, talking, nothing that stood out; then my alert was turned on, he was looking at me.

I tried to make signs to my dad, but my nerves were freezing me so much that he didn't notice and he just kept talking, I don't even remember what it was about. The incessant gaze of this man did not leave me alone, I tried to say something but the words did not come out, I do not know at what point I finished eating and I was just looking at my empty plate and my hands were cold. I guess my face was giving me away and the owner of the store (who I later found out is this man's mother) offered me some napkins, it was hot, but I was sweating from the cold. When I dry my face I feel something stranger, I look back to where the guy was sitting and he had his phone pointing his camera at me, I was so petrified that he noticed and put the phone away but he was still looking at me. I could only tell my dad that we should leave, I didn't even notice if he had finished eating, I guess he had. The man gets up, goes to the kitchen, takes out his things, says goodbye to his mother and leaves as if nothing happened. When my dad asks for the bill, the lady tells him the amount and the strangest thing is that she says: "they told me to charge you a certain amount", it was less than the bill! In other words, you harass me, record me or take pictures and charge me less. "Sorry for the inconvenience caused, thank you for your services", that went through my mind. We left the store and continued as if nothing, I really do not remember if at some point I answered my dad, but the fear I had had me prisoner.

I reviewed the whole moment in my head and I even thought that it was my imagination, that I misinterpreted everything, but deep down I knew that something was wrong with all that. I really did not know what to do, as I told you, it was not the first time that someone harassed me in the street, on those occasions I did not let myself be intimidated, but this... it is the first time that impacts me and affects me so much. I have been passing by there for years and I had never come across this man (beyond seeing him from a distance like any other person), I don't dress conspicuously, I don't even wear make-up, but it is more than evident that to this type of "people" that is the least of it, when they get a goal, they go all out. Just thinking about what would have happened if I had been alone, makes my heart burst with fear; although I could not do anything, the simple company of my dad dissipated a little the degree of that situation. When I told at home what happened (my dad still doesn't know), they told me to go back and confront the guy, but it would be in vain, the time was yesterday and I did nothing, and I don't know if I have the strength to go back to that place and expose myself again to try to prove what happened. Coward? Maybe; and maybe it's as if it's my turn to bite my tongue as punishment for all those times I saw stories and judged "why didn't she scream, I would have given him a cunt and run, why didn't she denounce?". I understood (the hard way) that these things continue to happen not because of who it affects or the perpetrators, but because of the fear that all this brings. What if this man (or someone in his family) does something to her to intimidate her because I confronted him or denounced him? Fear plays its dirty role and this is what these guys use and support. I only hope that, if something like this happens to me again, I will have the strength to do something and get out of this situation.