Todo cambia, incluso nosotros junto con la vida. ☁️ [ESP/ENG]

He pensado que muchos de los dolores emocionales del ser humano vienen de no poder aceptar las cosas tal y como son, de pensar que siempre va a existir una manera de cambiar y de que todo puede ser como nos imaginamos en nuestra cabeza. Cuando llega el dolor emocional nos enfrentamos al lado más vulnerable y más temido, ese que nos habla de frente y con la verdad, ese que no queremos ver y que por mucho tiempo intentamos tapar con una vida ocupada, con adicciones, con satisfacciones pasajeras, cuando al final lo único que podemos llegar a controlar es lo que está en nuestras manos y nuestra forma de reaccionar ante lo que nos pasa en la vida.

Es como cuando vamos creciendo y tenemos esos sueños y objetivos bien definidos, pensamos que a tal edad vamos a tener un título, luego nos casaremos, después vendrán la casa, los hijos, los viajes, los momentos bonitos pero, la vida no es lineal y nunca estamos realmente preparados para lo que nos depara hasta que llegamos a esos momentos que pueden incluso desestabilizarnos. Es allí cuando nuestro lado emocional está más presente y debemos saber manejarlo para que no nos juegue en contra, para que nos sirva de apoyo y de impulso, cuando las cosas no salgan como esperábamos y cuando la vida se sienta difícil.

El título de este post fue algo que vino a mi mente, desde mucho tiempo atrás siempre he temido a los cambios, me resistía de tal manera que dejaba de vivir, de tener experiencias que podían ser enriquecedoras, me cohibida de poder disfrutar de mi presente solo por pensar que podía mejorar las cosas que no estaban bien con el simple hecho de pensar que podía controlar todo incluso lo externo. Pero no se puede y aceptarlo conlleva a mirar lo que tenemos en nuestro interior, que muchas veces es oscuridad y dolor, producto de los mismos miedos y experiencias del pasado, pero cuando aceptamos que todo puede pasar y que incluso, si no es lo que queremos, podremos estar bien, es ahí cuando realmente empezamos a transformar lo que somos.

Por mucho tiempo fui de las que quería que las cosas permanecieran iguales, ya sea por la nostalgia que me daba dejar atras a viejas personas o patrones, también por el miedo a vivir el duelo de tener que cambiar mi forma de pensar y de ser. Desde un vídeo que vi de una psicóloga donde hablaba de que uno de los duelos más difíciles era el dejar atrás las cosas que ya han cumplido su propósito en nuestra vida y lo difícil que podía ser, pienso que tiene mucha razón en que cuesta dejar que la vida nos cambie, da miedo, pero si nos quedamos siempre con la vieja versión de quienes éramos en algún punto de la vida, entonces no vendría ningún cambio y por ende, tampoco habría una nueva versión de nosotros que nos podría llevar a donde queremos estar.

Para mi soltar viejas creencias y memorias ha sido lo más difícil, sobre todo porque me aferraba a las cosas bonitas que alguna vez me hicieron sentir que la vida era perfecta justo en esos instantes, pero quería quedarme rígida con esa versión pasada en la que ya no me encontraba, porque incluso yo también cambié junto al pasar de los años y aunque me era difícil aceptarlo, todo va avanzando y no se puede vivir desde la nostalgia, es bueno poder recordar lo que nos generaba sensación de paz y de pertenencia, pero si no permitimos que los cambios nos mejoren entonces estaríamos viviendo desde el punto de una ilusión que ya no existe.

Por lo que después de mucho reflexionar, de pensar y de incluso llorar por lo viejo y lo que era confortable, me dije que había que dejar ir y permitir que los cambios llegaran aunque me causarán miedo e incertidumbre. No podía quedarme siempre con una versión mía en la que alguna vez me sentí tranquila solo por no querer cambiar y crecer. Los cambios pueden ser abrumadores, pueden generar ansiedad e incluso un rechazo por lo desconocido, pero es lo que nos permite ser una versión de nosotros que tal vez podría gustarnos más, que nos mostraría que somos más que recuerdos y viejas creencias. Y bueno, todo cambia, incluso nosotros junto con la vida y está bien, somos seres en constante crecimiento y merecemos conocer otras partes de nosotros que nos permitan vivir desde una versión mejorada y más sabía.