[ESP-ENG] Cuando las cosas pasan es porque hay una razón | When things happen, there is a reason🤍

Cuando las cosas pasan es por algo y si no pasan también. A lo largo de mi vida, he aprendido que existen cosas que suceden en nuestra vida por una razón. A veces nos encontramos en el momento y lugar adecuados, conocemos a alguien especial o simplemente experimentamos situaciones que nos cambian y nos llevan a crecer como personas. Sin embargo, también he descubierto que hay momentos en los que las cosas no suceden como esperamos, y aunque pueda resultar difícil de aceptar, es importante entender que eso también es parte de nuestro camino.

El destino, ese concepto tan abstracto y muchas veces incomprensible, puede ser tanto una bendición como una frustración. A menudo deseamos que las cosas ocurran de cierta manera y esperamos que se desarrollen según nuestras expectativas. Pero, ¿qué sucede cuando las cosas no suceden como las planeamos? ¿Es correcto simplemente rendirnos y aceptar que no era para nosotros?

En lo personal antes era una persona que quería todo para ya, que pensaba que podía hacer mucho sin considerar el tiempo y el esfuerzo que eso conllevaba y que además estaba dejando de lado mi salud. Así que me volví muy terca en cuanto a un tema en específico y luego me enfermé, todo producto de la idea de que si lograba esa meta entonces sería una persona reconocida y los demás me respetarían y me verían como un ejemplo. Algunas veces aunque pensamos que queremos algo y que ese algo es para nosotros, por más que tratemos de hacer lo que sea por conseguirlo debemos aceptar que hay cosas que están fuera de nuestras manos y que simplemente no son para nosotros. Esta experiencia me ha enseñado una lección muy valiosa: a veces, cuando las cosas no suceden como queremos, es porque hay algo mejor reservado para nosotros. Puede que no sea evidente en ese momento, pero con el tiempo, con paciencia y confianza, podemos descubrir qué es lo que realmente necesitamos en nuestras vidas.

Pero, ¿qué ocurre cuando queremos algo y deseamos que suceda? ¿Simplemente debemos esperar a que el destino haga su trabajo? No necesariamente. Aquí es donde entra en juego la acción. Es cierto que no podemos controlar todas las variables de nuestras vidas, pero eso no significa que debamos quedarnos pasivos y esperar a que las cosas sucedan. A menudo, la acción es fundamental para alcanzar nuestros objetivos y sueños. Tenemos que trabajar duro, esforzarnos y luchar por lo que queremos.

Siempre he creído que el destino es como una carretera larga y sinuosa. A veces nos encontramos con obstáculos en el camino, desvíos y señales de advertencia. Pero si estamos decididos, podemos encontrar nuestra forma de superar esos obstáculos y llegar a nuestro destino. La acción nos da el poder de crear nuestro propio camino y de tomar el control de nuestras vidas. Aunque el resultado final esté fuera de nuestro control, al menos podemos decir que lo hemos intentado y que hemos dado nuestro máximo esfuerzo.

Sin embargo, también es importante aprender a aceptar cuando las cosas no suceden como queremos. A veces, a pesar de todos nuestros esfuerzos, simplemente no es nuestro momento o no es para nosotros. En esos momentos, debemos recordar que el destino tiene un plan más grande y que hay algo más adecuado esperándonos. Aceptar que no todo está en nuestras manos puede resultar difícil, especialmente cuando deseamos algo con todas nuestras fuerzas. Pero cuando nos damos cuenta de que hay más en juego, de que hay factores que escapan a nuestro control, podemos encontrar la paz y la serenidad para aceptar lo que el destino nos depara.

Aceptar que no todo está en nuestras manos puede resultar difícil, especialmente cuando deseamos algo con todas nuestras fuerzas. Pero cuando nos damos cuenta de que hay más en juego, de que hay factores que escapan a nuestro control, podemos encontrar la paz y la serenidad para aceptar lo que el destino nos depara. En última instancia, creo firmemente que cuando las cosas pasan es por algo, y cuando no pasan también es por algo. Aunque puede resultar difícil aceptar esta realidad, especialmente cuando nuestros deseos y sueños están en juego, es importante recordar que el destino tiene su propio plan y que siempre hay algo reservado para nosotros, incluso si no podemos verlo en ese momento. Por lo tanto, debemos tomar acción y trabajar hacia nuestros objetivos y sueños, pero también debemos aprender a aceptar cuando las cosas no salen como queremos. Para encontrar la satisfacción y felicidad verdaderas en nuestras vidas, debemos encontrar el equilibrio entre la acción y la aceptación. Solo entonces podremos fluir con el ritmo de la vida y confiar en que el destino nos conducirá a donde debemos estar.