La experiencia de viajar en mis palabras simples.

De vez en cuando es bueno escribir en mi idioma natal, así no tengo que preocuparme por lo que en realidad quiero decir, no hay necesidad de hablar con precaución y todo lo que escribo es lo que quiero compartir con ustedes, en esta ocasión al igual que siempre, quiero mostrar algunas de las fotografías que hago todos los días, la verdad es que no hago otra cosa que hacer fotografías, comprar cactus y cuidarlos para después hacerles también fotografías, salgo de viaje fuera de la ciudad y mi intención siempre es divertirme y también hacer fotografías.

Los amaneceres en el pueblo al que siempre voy me encantan mucho, no soy del tipo de persona que madrugue todas las mañanas, en realidad prefiero dormir tarde y levantarme también tarde, mi rutina casi siempre es dormir a las 3 de la mañana y despertar a las 9, pero cuando voy al pueblo no hay internet así que mis opciones están limitadas, aún me falta comprar una laptop para cuando voy allá, la señal de televisión también es limitada y en el cuarto en el que me quedo a dormir no hay una televisión, estoy pensando seriamente en comprar una y dejarla ahí para cuando vaya, entonces sin nada que hacer mas que beber cerveza, es casi seguro que me tengo que dormir temprano, como a eso de las 10 de la noche y para las 4 de la mañana ya estoy despierto, es bonito salir de la rutina y poder ver el amanecer para variar.

En varias ocasiones he intentado ésta fotografía, y siempre quedo deseando más, siempre siento que algo me hizo falta como en esta ocasión, sin embargo siempre presento todas las fotos porque uno nunca sabe cuál es la que le gusta al espectador, así que prefiero que ustedes decidan si les gusta o no, si no la pongo en el post jamás se enterarían de ella.

A este par de árboles siempre les tengo que hacer una fotografía, estoy enamorado de ellos, me gusta cómo se ven en el paisaje a la distancia y espero que tu también puedas ver la belleza que veo en ellos.

Otra de las cosas que me gusta mucho cuando salgo de la ciudad es comer comida cocinada en leña, los alimentos cogen un sabor característico que te hace sentir el placer de estar fuera de la ciudad, claro que hay estufa y también cocinan con gas, pero muchas de las comidas saben mejor cocinadas en la leña, así que cuando vamos para allá, por lo menos dos comidas del día se cocinan así.

Ya he mencionado que me gusta salir de cacería, y aunque cuando lo hago no me llevo todo mi equipo para hacer fotografías, por lo menos me llevo la cámara y un lente en ella, así puedo retratar lo que me encuentro en el camino, como este cardo mariano que bajo la luz del amanecer iluminado con la luz filtrada entre las hojas de los árboles, tomó un aspecto que me gustó, creo que es un cardo mariano aunque también podría estar equivocado.

Finalmente en éste último viaje tomé una ruta alterna a la que siempre tomo, fue una ruta con más kilómetros, 50 kilómetros extra para ser exacto, pero los paisajes que pude ver en esta ruta valieron la pena, aún cuando no tuve tiempo de pararme a hacer fotografías ya que no quise perder mucho tiempo porque tenía un compromiso al cual regresar a la ciudad, sin embargo eso me dio muchas ideas, marqué algunos puntos a los cuales debo regresar para hacer fotografías y espero poderlo hacer pronto para compartir con todos ustedes ésta experiencia, por cierto esta carretera casi siempre está sola porque tiene muchas curvas, tan pronto como vuelva a viajar por este lugar grabaré en video todo el recorrido para que lo puedan ver, aunque tendrá que ser en cámara rápida porque dudo que quieran ver una hora de curvas, terminarían mareados justo como yo.