El Tesoro de Ser Elegido El Gran Influenciador de Los Continentes

avatar
(Edited)

América, acá estoy -una vez más- bombeándome el corazón yo mismo, compartiéndome yo mismo, porque hay quien deja en visto a mi devoción y me toca insistir, me toca reaccionar para no decaer, para que no se pierda lo que hago entre lo mucho que dicen y hacen tantos mares de gentes, que va remando -conmigo- hacia la viralidad.

Mirad a la niña que -con pocos trapos encima- sí pudo, pero yo todavía no. Yo aún levanto mi dedo hacia el norte para medir mi transcurrir y peco cuando exploro la ruta de cómo confundir al algoritmo del viaje, para no ir en contra de la corriente de lo que la gente busca.

Mirad a la pinta que traigo y observen cómo me reitero ante las masas con un botón. Es con mi propia presión que los clics no se ven tan vacío en el espacio remoto por donde enseño el tesoro de mi singular universo. Yo también busco -y soy- oro.

No se ve elevado en números todo mi esfuerzo, en cambio, luce minusválido, casi sin dígitos, el arqueo de manos en aprobación de terceros. Es que casi no me ven, ni la Santa María mirad me, Dios mío.

Empino el dedo hacia arriba -y no es el del medio- mientras demando de pardos, mulatos, blancos y negros, que observen de cerca y me ayuden a aumentar el muestreo de los seguidores de un nuevo dorado adorado.

Es obvio que todos no acuden al viaje, no siempre está la gente a pleno gusto con el tiempo que deben estar en miras de espectador. Nadie debe ser obligado a ser esclavo cuando el placer es una alternativa y el destino conduce al tesoro de ser elegido el gran influenciador de los continentes.

Cada día deseo que el algoritmo tenga el instinto de Colón y que, perdido en busca de la tierra prometida, termine extraviado en mi indígena perfil, dejando la evidencia -ante las masas- el nuevo mundo de este pedacito de América.

Raza, el encuentro de dos mundos -por ahora- no se ha producido, pero cada día hago nuevas bitácoras para poner el pie en el paraíso.

social-media-1233873_1280.jpg

America, here I am -once again- pumping my heart myself, sharing myself, because there are those who leave my devotion unnoticed and I have to insist, I have to react so as not to decline, so that what I do is not lost among the many people who say and do so much, who are rowing -with me- towards virality.

Look at the girl who -with a few rags on her back- could do it, but not me yet. I still raise my finger to the north to measure my progress and I sin when I explore the route of how to confuse the algorithm of the trip, so as not to go against the current of what people are looking for.

Look at the Pint I bring and observe how I reiterate myself to the masses with a button. It is with my own pressure that the clicks do not look so empty in the remote space through which I show the treasure of my singular universe. I too seek - and am - gold.

All my effort is not elevated in numbers, instead, it looks minuscule, almost without digits, the arching of hands in approval of third parties. They almost don't see me, not even the Holy Mary, look at me, my God.

I push my finger upwards -and it is not the middle one- while I ask browns, mulattoes, whites and blacks to observe closely and help me to increase the sampling of the followers of a new adored golden one.

It is obvious that everyone does not come along for the ride, people are not always fully at ease with the time they should be in spectator sights. No one should be forced to be a slave when pleasure is an alternative and destiny leads to the treasure of being chosen the great influencer of the continents.

Every day I wish that the algorithm has the instinct of Columbus and that, lost in search of the promised land, I end up lost in my indigenous profile, leaving the evidence - before the masses - the new world of this little piece of America.

Raza, the meeting of two worlds -for now- has not taken place, but every day I make new logs to set foot in paradise.

This certifies that.png


Imagen de Gerd Altmann en Pixabay



0
0
0.000
7 comments
avatar

Poco a poco se construye, lo que importa es tener tu propia identidad, yo creo que se trata de ser original y capitalizar un nicho, cuesta pero esa es la lucha pana.

!PIZZA

0
0
0.000
avatar

así es, son formas de verlo, como una carrera de resistencia, no de velocidad, pero si tienes la potencia, pues bienvenida

0
0
0.000
avatar

Te lo contaré desde mi perspectiva creo que la calidad no va de acuerdo a la velocidad con que haces las cosas, tampoco depende de complacer siempre a otros.
Que bonito es ver a alguien que hace lo que quiere a su manera y porque le gusta, sin importar si lo que hace no es bien retribuido.

0
0
0.000
avatar

No Parking ball, miss. Creo que es algo que todos hemos pensado, pasado y sé que cada revés, detenimiento, también es un paso importante. A veces es bueno escribir en modo de reflexión usando otro método para llamar la atención de otro y poner nuevas perspectivas en contexto. Saludos y gracias por comentar, señorita de los dulces de piña.

0
0
0.000