De todos mis recuerdos de niña están mis momentos de juego con mis hermanas, todas ellas mucho mayor que yo. Jugábamos poco porque habitualmente quedaba lesionada por ser yo la más pequeña y la que tenía menos posibilidad de percibir el peligro. A mi madre no le gustaba que yo jugara con mis hermanas cerca del río. Desde muy niña me ha gustado experimentar experiencias en donde el centro de la acción está en la naturaleza. Me encantaba estar en un columpio que cruzaba una cuneta, muchas veces me caí y por fortuna en la fosa lo que habían eran hojas, muchas hojas. El susto de mis hermanas era inmenso porque yo lloraba. Me imagino que del susto porque no hubo jamas lesiones. No recuerdo haberme lesionado jamás de esos días de juego. De esos sitios de juego, todos cerca del río, junto a la carretera que llevaba a la montaña o bajo unos árboles gigantes. Recuerdo estar cerca de la naturaleza permanentemente, porque nuestra casa en ese tiempo era una casa de campo en las afueras de la ciudad. Todos los días tenía la posibilidad de escuchar el sonido permanente del río, me encantaba ir allí con mi madre cuando iba a lavar o simplemente a estar junto al río, creo que iba a llorar. Me encantaba escuchar el canto de las guacharacas, aves que hacen mucho ruido con su canto. Pasaron algunos eventos que no entendí y al cabo de unos pocos años, ya estaba con mi madre en una casa muy grande, en otro sitio muy alejado de donde vivíamos antes. Allí crecí junto a mi mamá. Ya mi papá no estaba con nosotros. Habían pasado muchos acontecimientos y nos quedamos solas las dos. Mis hermanas y hermanos hicieron su vida y se fueron. La etapa final de mi niñez y mi adolescencia transcurrieron en una casa muy grande, con muchas plantas y árboles frutales. Hacía mucha brisa durante todo el día. Mi casa quedaba a unos cuantos kilómetros de un inmenso lago. Aunque no fui jamás a jugar a ese sitio o cerca de ese sitio, sí me llamó mucho la atención. Habían muchas actividades en ese sitio. Algunas veces pude ir con mi mamá a ver algunas embarcaciones en ese sitio. Como pueden ustedes darse cuenta mi vida estuvo desde sus inicios relacionada con la Madre Tierra y muy relacionada con cuerpos de agua superficiales: ríos, playas, lagos. Pasaron los años y me dediqué a estudiar la calidad de cuerpos de agua superficiales. Soy investigadora de ese lago que muchas veces vi cuando era una niña. Lo que más me gustaba de los lugares donde me crié fue el silencio que reinaba. Se escuchaban el sonido de las aves o los insectos como las chicharras. Cuando escucho el sonido de un río recuerdo mis días de niña. Amo ser quien soy y me encanta ser una mujer de ciencia que inspira su vida en la Madre Naturaleza.