La palabra empeñada

Esta es una frase que desde pequeña solía escucharse en mi casa y en mi familia, el término “empeñar” es entregar a alguien algo de valor, una especie de joya a cambio de dinero, y en lo más importante es dar la palabra de compromiso ante otra persona con el “honor” comprometido ante la promesa del cumplimiento de esta.

Así que si vemos los dos conceptos extraídos de internet nos damos cuenta que es colocar algo valioso para nosotros en medio de una palabra donde nos comprometemos a ser responsables y cumplir lo que estamos ofreciendo en ese momento.

Desde pequeños (en mi casa) se nos enseñó a valorar esa “palabra empeñada” que nuestro compromiso iba por encima de todo, que incluso la hora de llegar a un sitio para nosotros debía ser primordial, porque eso era signo de personas responsables y se aprendía a apreciar y reconocer nuestro tiempo y el de los demás, cosa que hoy en día lo pongo a practica para las actividades, eventos y reuniones, para mi es importante y me da mucho de reconocer como son las personas que me rodean para ese momento.

En una oportunidad hace años, empecé a dar clases en un curso de primeros auxilios, y recuerdo claramente que mi horario de clases era de 2 pm a 4 pm y el primer día llegue 15 minutos antes, quería ver quienes llegaban temprano y cerré la puerta a las 2.15min. Muchos llegaron pasada esa hora y les advertí que mi modo de trabajo era ese, siempre comenzar a la hora, una chica se levantó y me indico que debía ser un poco condescendiente con otros estudiantes que vivían algo lejos del hospital donde se desarrollaba el curso, a lo que indiqué que yo vivía lejos y llegaba antes de la hora porque salía más temprano previendo cualquier eventualidad.

El segundo día cerré 10 min después de la hora y el tercer día cerré con llave la puerta a las 2 pm e ignoré todo toque, todo llamado desde fuera, al terminar la clase, había más de 10 alumnos fuera de clases, disgustados por mi actitud, a lo que respondí. “todos se comprometieron con su palabra empeñada a estar aquí antes de la hora y resulta que no fue así, ya están avisados que a tres faltas pierden la materia y de no estar en clases son inasistentes

Acepto que fui muy dura le comentaba a mi esposo en la noche, pero estaba convencida que estaba haciendo algo bien, al otro día una alumna se me acercó y me expresó que ella debía llegar unos minutos tarde ya que su horario de trabajo terminaba media hora antes del inicio de mi clase y le era casi imposible llegar a la hora acordada, a lo que gentilmente le acepté su explicación, y se lo comuniqué a la clase.

A partir del quinto día de los 3 meses de clases debo decir que nadie más incluyendo a la chica que me dijo que no podría llegar a tiempo, llegaron tarde a mi clase, me sentí orgullosa de ellos y de mí, el ultimo día de clases llegue a propósito 15 minutos más tarde y la preocupación y el reclamo por mi tardanza no se hicieron esperar, pero ese día al contrario de lo que todos esperaban que les hiciera un examen final, fue una clase sobre “LA PALABRA EMPEÑADA”.

Hasta la próxima