Compartiendo por primera vez en esta Comunidad, con gusto me uno a la participación. Aprovecho este preludio e invito a @almajandra, a participar en este concurso asumiendo el reto que publica @topfivefamily. Te espero. Para ello te dejo el enlace y así te familiarizas con las pautas establecidas: Mi entrada al Concurso @TopFiveFamily: Observa, Piensa, Escribe.

Soy Guariqueña, oriunda de San Juan de los Morros. Desde hace más de dos decenios he transitado y recorrido, mi llano, en sus caseríos rurales más recónditos, aquellos que incluso son inexistentes a un mapa. Esto ha sido posible, gracias a mis actividades realizadas en esta región; de atención, estudio e investigación en Enfermedades Tropicales Endémicas (entidades nosológicas, muchas de ellas desatendidas y de poco interés a la atención).

Al visualizar la fotografía, casi al unísono, surgen en mí evocaciones de lo vivido y andado. Hablar de Guárico, es conjugar en mixtura: historias, hechos, eventos, costumbres y haceres de los que habitamos esta región llanera.

Mi Llano Guariqueño es inmensurable y a la vez intrigante, maniobrero. También es florido, con diversidad de ecosistemas a lo largo y ancho de sus espacios; cargado de expresiones y códigos significantes diversos, entre ellos biológicos, antropológicos, culturales, solo por citar algunos. Nuestros llanos son identidad de nuestra nacionalidad, en una epistemología de cosmogonías y cosmovisiones.

Ahí, corazón adentro, encontrarás mi gente llanera, hombres y mujeres guerreros, de carácter y de fuerza, en ocasiones supersticiosos, que no le temen al trabajo, emprendedores, luchadores, parranderos; que viven por y para su llano, que aman su tierra y la defienden con sentido de pertenencia.

Mi gente, que se levanta al cantar de gallos, antes de la llegada de la luz del amanecer; para empezar su faena diaria, siempre exigente y ardua. Eso sí, primero su cafecito bien caliente y arepitas hechas a fogón de leña; acompañadas de "perico", queso y suero que no puede faltar. Así, con el "estómago lleno", inicia sus labores de vaquerías; se va al potrero, al ordeño de sus vacas; como si fuese un ceremonial solemne, con toda la calma que el proceso amerita, coloca el tobo debajo de la ubre, acaricia y le canta a su vaca, para obtener el preciado líquido, en esas sonatas llaneras sortilegios de amor.

Gracias mi llano, por tantos momentos otorgados, formas parte de mi viaje existencial.