[ESP] Apártense de los vicios y estén alertas / [ENG] Stay away from vices and be alert

     

Los pecados capitales son siete: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Estos vicios fueron clasificados como pasiones del alma por la tradición eclesiástica; pasiones que se traducen en excesos en los que sucumben algunos seres humanos. Estos excesos van opacando la luz espiritual de las personas que no oponen resistencia a tales aberraciones.

     

Así como todos los extremos son malos, tambien todos los excesos son nocivos para la salud, y en el caso que estamos tratando, son perjudiciales para el cuerpo y el alma porque enferman el espíritu, trayendo como consecuencias la degradación moral y la pérdida de la fe. Mucha gente pierde el respeto a Dios, a los hombres y a ellos mismos cuando viven bajo el yugo opresor de las bajas pasiones, el príncipe de las tinieblas se apodera de ellos hasta el punto de sumergirlos en un mundo de oscuridad y muerte. Es por eso que hoy, en el evangelio de san Lucas 21, 34-36, Jesús de Nazaret nos habla claro, Él quiere salvarnos del inframundo del pecado, por eso nos dice con insistencia: "Estén alerta para que los vicios no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra". Jesús de Nazaret, nuestro redentor, sabe que somos presas fáciles del pecado, que como humanos es sencillo sucumbir ante las tentaciones del mal, por eso nos dice: "Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre’’. Estamos a tiempo y lo primero que tenemos que hacer es reconocer que somos pecadores, que tenemos problemas, pero que Jesús no nos abandona porque quiere salvarnos, declaremos de una vez nuestro amor perpetuo a Dios y pidamos al redentor del mundo que nos ayude a vencer las tentaciones y que de nosotros eche todos los demonios que nos perturban para que nuestra alma, cuerpo y espíritu quede libre y vuelva a la luz de la salvación y la vida eterna. Amén

     

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 34-36

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.

Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre’’.

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor Jesús.