Observa Piensa Escribe: El Maíz

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Imagen propiedad @lanzjoseg

Recuerdo completico como si fuera ayer lo que me sucedió una vez exactamente hace 6 años por estos tiempos más o menos, en realidad eran tiempo decembrina más bien.
Ya llegan las fiestas se olía en el aire, pero la preocupación de muchos era que había escasez de la flamante harina pan, la base principal con la que se hacen las hallacas, ¿y ahora que hacemos? Decían las amas de casa por doquier, no se consigue la harina para hacer las hallacas, y en casa mi madre estaba un tanto preocupada pero mi padre no mucho porque tenía un haz de bajo de la manga y era que vivíamos en unas tierritas un poco retirado del pueblo, pero yo acostumbraba a vivir más en el pueblo que en el campo, llegaba oscurito en la casa y bueno mi padre en vista que estaba escasa la harina pan me dice una noche, ¡mijo mañana no vas al pueblo; mañana vamos a mole maíz!, yo sacándole el cuerpo al trabajo le digo, ¡no papá, mañana, ni pasado mañana puedo porque estoy comprometido en ayudar al señor del mercado, le llegará mucha mercancía y me pagara muy bien! Me dice mi padre ¿y cuánto te pagara mijo? Y yo pues buscando la vuelta 15mil bolos papá, el de inmediato, nada de eso lo que vamos hacer hace mucho más que esos 15mil bolos, nada de eso mañana te quedas aquí.
Si al siguiente día, tempranito ya tenía mi taza de café con leche en la mesa y un plato con plátano cocido maduro y suero, y mi padre entusiasmado ¡aja mijo desayune que ya vamos a empezar!, al fondo de las tierras habían trillones de matas de maíz y la labor era, recoger el maíz, pelarlo, desgranarlo, pasarlo por un pilón grande que él había hecho que cabía yo completico y luego ese maíz pilao, lo cocinaban un poco dejaban, secar para luego molerlo.
Era mucho trabajo el que había que hacer pero las intenciones de mi padre era sacar todo el maíz que se pudiera para venderlo, y las tradicionales hallacas no se dejaran de hacer en el pueblo.
Así fue mi madre tenía unas cuantas bolsas plásticas de la harina pan y otras que recolecto, daban para todo el maíz que había y para otra cosecha más.
Yo al tercer día estaba quemado del sol recogiendo maíz, las manos tenia cada dedo una ampolla, y ya no era yo, pero me fui entusiasmando cuando empezamos a empacar el maíz listo para hacer las hallacas, y me iba al pueblo y vendía cada bolsa que llevaba, la gente veía la bolsa de la harina Pan y penaba que era harina pan y bueno yo les decía que era maíz de mi casa y no les importaba se llevaban de dos y tres paquetes.
Ya pasado los 7 días se había vendido todo el maíz y en noche buena, estaba exhausto pero con la conciencia tranquila de que el pueblo estaría celebrando las navidades con las hallacas de purito maíz.
El venezolano busca la manera de hacer las cosas y mantener la tradición en el tiempo.

Hasta otra oportunidad...

Es muy agradable poner a volar la imaginación con los concursos de TopFamily les dejo el enlace para que se animen a participar. Concurso: observa, piensa y escribe



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3 comments
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Así es, nosotros los venezolanos no nos quedamos de brazos cruzados, le buscamos solución a todo y en eso somos algo como los chinos, si no lo conseguimos, nos inventamos🤪😅 me agrado mucho leerte @manitojmdp. Bendiciones 🙏🏽🤗

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Un recuerdo muy bonito, cumpliste con una misión y tu padre lo imagino con su orgullo bien grande porque lo ayudaste a pesar que le distes vueltas al asunto.

Para mi las hallacas quedan más ricas con la masa de maíz hecha en casa. Para todo lo demás Pan es Pan.

Saludos.

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