¿Lo queremos o lo necesitamos?
Hace algunos años leí un artículo sobre cómo enseñar a los hijos a no ser consumistas, y usaban esta frase: "eso no lo necesitamos" cuando en algún momento manifestaban querer algo. En principio, encontraban resistencia, pero con amor y paciencia iban formando en esas cabecitas, la manera de pensar con respecto a si es necesario comprar algo o es solo un impulso.
Desde entonces, adopté esa frase no solo para aplicarla con mis hijos, sino también conmigo misma, pues muchas veces el impulso y el poder adquisitivo nos lleva a gastar sin pensarlo mucho, y la verdad es que ha funcionado siempre.
Además, durante el proceso previo a la migración, cuando me tocó vender casi todas mis pertenencias (el 80% como mínimo), me enseñó - dolorosamente, no lo voy a negar - que podemos vivir con menos de lo que tenemos, y eso no significa que entremos en carencia, sino todo lo contrario, le damos el valor justo a las cosas.
Como anécdota, un amigo me decía en tono de burla, que él no entendía por qué su suegra tenía tantas ollas, pues él con un sartén y una olla tenía para hacer todo en la cocina. Cuando le pregunté por su metodología, me decía que usaba, lavaba y volvía a usar, sin necesidad de ver si el sartén era para freír o hervir unos fideos, pues mientras entrara, se podía cocinar cualquier cosa sin diferenciar una olla de otra. Y la verdad, ¡tiene mucho sentido!
Me dirán loca, pero en casa, la tetera de calentar el agua del café, sirve para hervir salchichas, sancochar papas o pocas cosas que entren ahí, se calienta la leche o la chocolatada, y luego de usarla, jabón y esponja y queda lista para la siguiente función.
Con la ropa, en mi caso, tengo prendas que tienen más de 20 años conmigo y parecen nuevas, solo se desechan las que no sirven o se regalan las que van quedándole pequeñas a mis hijos, pero no saben la gran cantidad de dinero que me ahorré guardando todo lo de mi primer hijo, para el segundo, que llegó 7 años después, y que salió de la clínica con una manta que usó mi hermano al nacer, ¡40 años antes!
Christian Fickinger - Unsplash
Al momento de salir a pasear, ellos saben que el presupuesto es reducido, por lo que no exigen mayores cosas, dándole más importancia al hecho de poder compartir un tiempo fuera de casa, lejos de la rutina de la semana, y solo si se puede.
Como migrantes, al vivir alquilados, el tener menos cosas nos ha facilitado el proceso de empacar y desempacar cuando ha tocado mudarnos, cosa que se agradece, pues en un solo viaje podemos llevar todo, y sin embargo, previo a ello, aprovecho para salir de algunas cosas que se van quedando rezagadas.

Una técnica que me ha funcionado de maravillas, ha sido fotografiar lo que se va, y hacer un archivo fotográfico de lo que deseo conservar en los recuerdos, o para que mis hijos lo puedan ver muchos años después. Pudiendo almacenarlo en la nube digital y con resoluciones que no consuman mucho espacio, es una manera de quedarme con algunas cosas, sin que ello implique cargar con un peso adicional.
Obviamente, todo este cambio no fue de un día para otro, pero siempre es bueno que nos planteemos si realmente necesitamos algo antes de comprarlo, pues a veces incurrimos en deudas innecesarias por adquirir objetos que terminan guardados o regalados, pudiendo invertir ese dinero y esa energía en algo que si fuera de provecho por mucho tiempo.

A few years ago, I read an article about how to teach children not to be consumerists, and they used this phrase: “We don't need that” when they expressed a desire for something. At first, they met with resistance, but with love and patience, they began to shape their little minds to think about whether it was necessary to buy something or if it was just an impulse.
Since then, I have adopted that phrase not only to apply it to my children, but also to myself, because often impulse and purchasing power lead us to spend without thinking too much, and the truth is that it has always worked.
In addition, during the process leading up to the move, when I had to sell almost all my belongings (at least 80%), it taught me—painfully, I won't deny it—that we can live with less than we have, and that doesn't mean we are deprived, but quite the opposite: we give things their true value.
As an anecdote, a friend told me mockingly that he didn't understand why his mother-in-law had so many pots and pans, since he only needed a frying pan and a saucepan to do everything in the kitchen. When I asked him about his methodology, he told me that he used, washed, and reused them, without needing to see if the pan was for frying or boiling noodles, because as long as it fit, he could cook anything without differentiating between one pot and another. And honestly, it makes a lot of sense!
You may think I'm crazy, but at home, the kettle used to heat water for coffee is also used to boil sausages, parboil potatoes, or a few other things that fit in there. It's used to heat milk or hot chocolate, and after use, it's cleaned with soap and a sponge and is ready for its next task.
As for clothes, in my case, I have clothes that are over 20 years old and look like new. I only throw away the ones that are no longer wearable or give away the ones that my children have outgrown, but you don't know how much money I saved by keeping everything from my first child for my second, who arrived seven years later and left the hospital with a blanket that my brother used when he was born 40 years earlier!
Christian Fickinger - Unsplash
When we go out for a walk, they know that our budget is limited, so they don't ask for much, placing more importance on being able to spend time away from home, away from the weekly routine, and only if possible.
As migrants, living in rented accommodation, having fewer things has made it easier for us to pack and unpack when we have had to move, which is appreciated, as we can take everything in a single trip. However, before that, I take the opportunity to get rid of some things that are left behind.

One technique that has worked wonders for me has been to photograph what is leaving and create a photo archive of what I want to keep in my memories, or for my children to see many years later. Being able to store it in the digital cloud and with resolutions that don't take up much space is a way for me to keep some things without having to carry around extra weight.
Obviously, this change didn't happen overnight, but it's always good to ask ourselves if we really need something before buying it, because sometimes we incur unnecessary debt by purchasing items that end up being stored away or given away, when we could invest that money and energy in something that would be useful for a long time.
Foto/Photo by: Unsplash
Banner de portada: Cortesía de @palabras1
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Deepl
Posted Using INLEO
Este post ha sido votado y curado por el equipo Hive Argentina | Participa en nuestro Trail de curación.
Únete a nuestro Trail Aquí.
Puedes hacerlo también en nuestros enlaces preconfigurados de Hivesigner:
| 10 HP | 25 HP | 50 HP | 100 HP | 250 HP | 500 HP | 1000 HP | 1500 HP | 2000 HP |
Muy de acuerdo contigo.
Ahora , aunque renovamos contrato, pienso en que llegara el día de mudarse y ni siquiera los libros que amo y me regalan en la biblioteca me los traigo a casa sin antes pensar, que puede llegar el día de dejarlos.
Prefiero seguir usando un cajón en vez de mesa de noche y cuando me marche servirá para cargar las plantas o sacar la basura.
Un abrazo @mamaemigrante.
Buen punto
Yo al llegar acá, recibía todo lo que me donaban, pero cuando vi que me estaba llenando de objetos que no necesitaba, empecé a hacer limpieza e ir sacando todo lo que estaba de más.
Mucha sabiduría en sus palabras . No había pensado ese tema desde esa perspectiva. Pero cuando nos ponemos a pensar esto es verdad desde los niveles más bajos como el biológico. Viendolo desde un punto de vista financiero representa un importante costo de oportunidades.
Es doloroso empezar a despegarse de muchas cosas, pero la sensación de libertad y ligereza que se gana es demasiada.
Así es