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Mi experiencia en el Taller de Escritura como terapia.

¿Qué es la escritura como terapia? ¿De dónde viene? ¿Qué logra?

Estas interrogantes fueron expuestas, explicadas y ejecutadas en el maravilloso taller vía WhatsApp que dicto la profesora Yurimia Boscán de la ciudad de Los Teques. Dictado este viernes 14 y 15 de mayo DE 2021, en el marco de la celebración del VIII Encuentro Latinoamericano de Poetas "La Victoria" donde tuve el gran privilegio de participar.

Durante la primera sección la profesora YuriMia Boscán nos explica que:

La escritura terapéutica es un tipo de escritura que combina la escritura expresiva y la escritura reflexiva, con un propósito.

El término de escritura expresiva fue acuñado por el psicólogo estadounidense J.W Pennebaker, quien la define como aquella que le da sentido a esas emociones (conscientes o no) que nos perturban. Para Pennebaker, con la escritura expresiva se logra la activación emocional, que debe ir acompañada de una elaboración cognitiva, a fin de otorgarle significado a esas emociones que van a ser reinterpretadas.

Este proceso nos permite captar, procesar, reelaborar y soltar...

Por su parte, el nombre de escritura reflexiva es un poco más reciente, y fue puesto en boga por la Dra. Gillie Bolton en los años 90, a partir de sus propias vivencias. Para ella esta escritura implica escribir y pensar sobre lo que escribimos.

Estos dos tipos de escritura, nos permiten ir desde lo trágico a lo cómico sin perder la complejidad, pues amplían las posibilidades de ver y entender quiénes somos...ambas cosas dan a la escritura su carácter terapéutico, pues cuando escribimos para soltar, expresamos de forma silenciosa -pero significativa- aquello que no sabemos o no podemos expresar en voz alta, generando transformaciones en el nivel de autoconciencia.

Pero el concepto de escritura terapéutica se debe al psicólogo y psicoterapeuta estadounidense Ira Progoff, seguidor y discípulo de Carl Jung.

Luego Yurimia nos propone tres ejercicios:

El primero es: Identificar 5 cualidades y 5 defectos y nos da el ejemplo de cómo lo vamos a realizar.

El segundo es: Era describir donde nos vemos en tres años, expresando donde vivimos, que hemos aprendido nuevo, con quien estamos, y como hemos superado los problemas que enfrentamos HOY.

El tercero es: Escribir una pregunta que le hacemos a Dios sobre nosotros, una vivencia, una enfermedad, un defecto, una situación a la que aún no le hayamos la respuesta.

El chat quedó inundado de interesante respuestas, y cuando no le atinábamos a la propuesta, Yurimia, nos orientaba. Así terminó la primera sección del taller.

Les comparto mis ejercicios:

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Ejercicio 1
Me llamo Nohemí Castro Gutiérrez. Soy hija de Fabián castro y Luisa Gutiérrez. Soy fiel, amorosa servicial, altruista y empática. Soy implacable, me quejo, soy llorona, en ocasiones gritona. Y un tanto rencorosa, pero lo estoy cambiando.

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Ejercicio 2
En tres años me veo feliz y libre. Acompañada de mi vieja madre. Siendo su apoyo. Quizás con algunos nietos bellos y hermosos e inteligentes. Creando contenido que brinde ayuda a las personas a liberarse de sus miedos y traumas. Teniendo un rincón de ayuda que se llamará ECRELE.

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Ejercicio 3
Hoy Padre amoroso quisiera saber ¿Por qué? He tenido que llevar esta pesada situación, primero en mi niñez, perdiendo la inocencia y de adulta, tener que convivir la vida con un ser que no me valora, que no me ama ¿Por qué aun, no tengo las fuerzas para salir de esta relación?

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Para cerrar la primera sección nos compartió una lista para que escogiéramos una frase y desde esta frase, hacer un poema sanador.

Comparto la lista:

1. La escritura es mi aliada en las noches de insomnio cuando me debato entre seguir adelante o romperme en pedazos, y sigo adelante.
2. Con la escritura he comprendido que puedo ser quien yo quiera, porque me reconozco en cada palabra que escribo.
3. La escritura es mi momento íntimo donde puedo ser yo mismo.
4. La escritura es aire para respirar.
5. La escritura es la llave para descubrir y entender por qué olvidamos nuestro poder divino.
6. Escribo para encontrarme a mí mismo detrás de todos mis pensamientos y emociones.
7. Dentro de nosotros hay un lugar al que podemos acceder escribiendo, se llama Paz Interior.
8. La escritura escuece, pero cura.
9. La escritura me permite volver a mi centro cada vez que me pierdo con el ruido diario.
10. La escritura es la ración de claridad y orden en mi mente. Rompo con el dolor y me abro a nuevas ideas.
11. La escritura es un bálsamo que descansa en mis manos. Depende de mí vencer la resistencia a escribir.
12. Cuando una dificultad me hace rogar al cielo, escribo y encuentro soluciones increíbles.
13. Con la escritura vuelvo a poder dormir, a mantener a raya mi ansiedad, pues me ayuda a entender que todo esto también pasará.
14. La escritura es mi genio de la lámpara.

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Entonces realicé mí ejercicio:

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Tomé la frase # 4
Casi sin vida, dentro de la bestia
Blandí mi pluma afilada
Dejando drenar el veneno
Encontré luz, paz y oxígeno

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MI REFLEXIÓN SOBRE PRIMERA SECCIÓN:
Este taller consolida mis pensamientos y mi sentir.
Es un conglomerado de citas, de encuentros, de espejos. Encontrar reunidos aquí en este taller citas de Jung, Borges y Cardozo es como mágico. Actualmente me encuentro desarrollándome como Terapeuta Emocional, y he encontrado que la escritura puede ayudarnos a liberarnos de esas puertas cerradas, de esos sentimientos roedores. Por eso me siento feliz y llena de estar en este taller, porque es una forma de callar mi dialogo interno que me recrimina que no lograré el objetivo de ayudar a otros por no tener un título universitario. Gracias por crear este espacio y compartir estos saberes. Estoy inmensamente agradecida.
Creo que la respuesta que El Dios Todopoderoso me daría es: “Cuando logres saber cuánto valor tienes, tomaras tu decisión. Recuerda que estas hecha a mí imagen, tienes poder.”

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Para la segunda sección la Profesora Yurimia nos explica un poco más sobre el objetivo de esta terapia y que más implica:

En la literatura tenemos muchísimos casos. Uno de los más famosos, es el del escritor portugués Fernando Pessoa, quien creó más de 70 heterónimos.

Cada uno de esos heterónimos posee su propia voz y su propia realidad, y se valen de la escritura para darle forma a universos autónomos, con personalidades, caracteres, biografías y emotividades diferentes a las del autor.

Un heterónimo es un personaje creado por ese self narrador al que echamos mano para narrar aquello que sólo puede ser contado por el mismo.

Con la escritura terapéutica podemos trabajar libremente con múltiples realidades, donde personajes, sucesos y soluciones construyen sus propias relaciones.

Desde la escritura reflexiva esto puede ser asumido como una invitación a ampliar nuestra historia con más voces, trayendo a la escena otras identidades y formas de ser que pueden ser proyectadas en el papel.

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Una vez que nos explica el concepto de "self narrador" nos propone darle vida a un personaje, inspirado en varias imágenes que nos suministra. De este ejercicio nace de nuestras mentes, con nombre y apellido, un personaje. Este personaje nos cuenta lo que siente, con quien vive, que le está sucediendo. Cuáles son sus conflictos. Para luego narrar su historia en tercera persona o como el SELF NARRADO.

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De mi mente surge, Chelita.

Tantas verdades guarda Chelita, que dañan su cuerpo y su voz.
Ella, fue creciendo, sin poder librarse de las ataduras del tabú y las culpas. Su cuerpo se transformó en un rollo de ambigüedades que nadie entendía, nadie soportaba, nadie escuchaba. Ocasionalmente, en tiempo de verano, a la sombre de la radiante buganvilla junto a su lápiz y su cuaderno plasmaba sus tristezas con la ayuda de unos versos.

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El taller termina con varias reflexiones emotivas.
Nos anima a seguir desarrollando nuestro personaje, quizás en novela o cuento. Desnudar ese pensamiento persistente que no deja que avancemos. Contemos la historia que puede sacar los monstruos que nos comprimen.

La profesora Yurimia nos hace un video hermoso con el recuento del taller, el mensaje es contundente y la música capaz de seguir estimulando los sentidos. Les comparto la melodía, es de Martha Gómez una artista colombiana.

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