El propósito de este escrito es compartirles que no todo en mi vida es color rosa, y que esta experiencia que les traigo la pasan muchas personas que se sienten excluidas en su entorno familiar y social.

En ocasiones, cuando hay un grupo de amigos o familiares con las que suelo pasar el rato entablan una conversación, yo solo tengo que escuchar y quedarme callada, repetidas veces realizó ese patrón. Suelo tener miedo a opinar o decír algo al respecto para no meter la pata.

Me encierro en mi cascarón para no molestar, es una sensación horrible. ¡Solo intento integrarme! - grita me mente - de pronto estoy rodeada de personas que no conocen mis gustos y solemos chocar por no coincidir con los temas de conversación. Tal vez sea molesto y no me haya dado cuenta del porque ese trato indiferente hacia mis comentarios en cada plática. Yo suelo hacerme esta pregunta cuando paso por esta situación, que es la mayoría de las veces: ¿Acaso dije algo malo? Recuerdo que cuando era adolescente decía las cosas sin anestesia, incluso, de manera impulsiva y he aprendido a lidiar con eso, porque también aprendí que por eso estaría en problemas. Recuerdo una vez que, estando en clases de canto, conocí a alguien con la misma situación, él intentaba integrarse en el grupo y lo menospreciaciaban, yo decidí ser su amiga. Una tarde estabamos en una actividad en la que estabamos cantando en un centro comercial, a uno de nuestro compañeros le tocó interpretar una canción bastantr movida, el chico y yo para pasar el rato nos pusimos a improvisar pasos de baile, dónde otro compañero hizo este comentario, lo odié muchísimo, decía: -oh, están compartiendo la misma neurona. -Lo que se me vino a la mente fue que su comentario estaba fuera de lugar, lo yo intenté hacer era integrarlo al grupo.

Con todo esto aprendí que no tengo que aparentar ser alguien para encajar en la vida de los demás. Sino siendo yo misma y en vez de buscar integrarme a algún grupo de amigos, decidí integrar a aquellos que son menospreciados y estar oídos sordos a aquellos que buscan lastimar al otro. Aquellas personas a la larga lo que lograrán es quedar solos.

Con mi familia no hice lo mismo pero, decidí dejar de esconderme en el cascarón sino aforntar la realidad y mostrarme tal y como soy, con mis chistes malos o comentarios fuera de contexto, es parte de mi personalidad, entendí que no siempre hay que opinar, sino que también escuchar. Cada opinión cuenta cada acotación suma, es la forma de construir un hogar. Entendí que el problema no era ellos, el problema era yo, solía sentirme sola. El "Solo intento integrarme" era la excusa perfecta para entablar un tema de conversación así sea un tema que desconocen, es una forma de hacerme notar en casa.

Para nadie es un secreto que el sentirse aislodo los ha llevado a pensar en salir de ese lugar huyendo de la realidad e ir a lugares donde dicen "aceptarte" son cosas en las cuales debemos saber manejar.

Esto ha sido todo por hoy, espero nos leemos en otra ocasión.