Bienvenida, vejez. Poema original.

Bienvenida, vejez.

.

Bienvenida, vejez, yo te recibo
rindiendo honores a tu jerarquía,
y puedo ya estimarte amiga mía
con el más incondicional motivo.

Noqueaste a mi apreciada juventud
de la que tantos años hice alarde,
pero hoy mi cuerpo está como un cobarde
con mayores temores e inquietud.

Sé que contigo vienen compañías
indeseables y nada ornamentales,
como achaques, dolores y otros males
que nos conducen a muy duros días.

La diabetes junto a la hipertensión
nos llevan al portal de las pastillas,
y estamos más propensos a las sillas
de ruedas o a la ayuda del bastón.

Bienvenida, vejez, me has permitido
conocerte de modo personal,
y en el espejo miro la brutal
golpiza que a mi cuerpo le has metido.

Adiós a las gaseosas tan divinas,
al chicharrón, la torta, al embutido
y también ya le debo dar despido
a mis tan deliciosas golosinas.

Mi cabello canoso está cayendo
y mis dientes no cumplen ya su rol
mientras va subiendo el colesterol,
y la glicemia alta es algo tremendo.

Acostarme temprano y regar matas
forman mi agenda clara y novedosa
dejando atrás la fiesta más sabrosa
con olvido de las parrandas gratas.

Sin embargo, llegar casi a setenta
es igual que obtener una victoria,
y las gracias le doy al Dios de gloria
porque debo cuidar ahora mi cuenta.

Pero la vejez tiene lindos retos
que esperan a tan avanzada edad
pues nos permite la felicidad
de disfrutar de los queridos nietos.

Lo que debo seguir es una dieta
que me lleve a tener muy sana vida,
y aunque es mucha la cosa prohibida...
¡¡¡bienvenida, vejez, se te respeta!

Gráficas tomadas desde el celular de @lecumberre