Tarde dulce

A colar el café que ya está lista la torta; porque es lo que provoca cuando la casa está impregnada a ese olor característico de un postre en el horno, único e irresistible; y como si eso no es suficiente comienza un aroma en el ambiente que se apodera de las personas y es a café cuando la cafetera está encendida o cuando lo están colando para así merendar esta combinación que puede ser la más perfecta posible que se pueda saborear. Parece algo simple o muy común porque es tan solo una torta, pero no es así porque esas recetas caseras que se hacen una tarde cualquiera no porque sea el cumpleaños de alguien, sino porque solamente la quieres comer y sobre todo para compartir.

En un hogar es un momento único y dulce que sobre todo a los niños les encanta mucho; hay muchas recetas y unas realmente muy fácil de hacer y mientras más sencilla es más deliciosa. Claro están las personas que les encanta hacerla y lo hacen con todo el placer del mundo porque disfruta su proceso y hasta la cara de felicidad de quienes la comen y están también los que solo esperan que esté lista y les sirvan su porción, ambas son felices aunque de distinta manera.

Lo que sí es innegable es que un postre sencillo no muy elaborado porque apenas es para una merienda cotidiana, siempre alegra el alma, une a las personas y se puede repetir cuando lo deseen. Los que lo experimentan como costumbre saben ya lo que se siente y disfruta, los que no entonces intente hacerlo, siempre alguien en casa tiene ganas y buena mano para las tortas.

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