Un pan bondadoso

Hay alimentos con los que crecemos, como lo es el casabe; lo comemos desde niños y así forma parte de nuestra vida; hoy continúa en la mesa de nuestro hogar y pocas veces falta. No hay horario para comerlo, de hecho recuerdo ver siempre a mi papá con un pedazo en la mano a cualquier hora del día; es un pan económico y bondadoso, creo que lo puedes encontrar en cualquier parte de Venezuela para comprarlo.

Su sabor no tiene una gran explicación, de hecho es casi a nada; pero a su vez es provocativo. No es para nada igual al pan de trigo, porque este se hace a base de yuca y su proceso realmente no lo sé, porque a diferencia de otros tipos de pan del cual hay muchas recetas y muchos se interesen en hacerlo; particularmente con el casabe no sucede; sin embargo, todos lo conocen y les gusta.

Cuando se acaba y por alguna razón no hubo tiempo para compararlo, hace mucha falta a la hora de comer; en mi familia, cuando se hace la sopa los domingos como una costumbre, el casabe es el principal acompañante. Además, para el resto de las comidas como guisos y al pasar los años, hasta para merendar con mermelada y queso, en el desayuno o cena está el infaltable casabe; hasta para entretener a mis hijas de pequeña les daba un pedazo y se quedaban tranquilas largo rato.

Aquí en el oriente del país, lo venden en cualquier esquina y comer pescado con casabe es casi una tradición y si está muy duro lo mojan con guarapo, que no es más, que café negro, al final hasta con agua; lo cierto es que cada quien encuentra la forma de comerlo.

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