No es mi cita favorita.

Una de las citas que menos me gusta en esta vida es la visita al odontólogo; no es nada personal contra el especialista, solo que no es muy agradable el sonido de los aparatos y además la sensación que se siente entre los dientes, la aplicación de la anestesia, el tiempo que debes tener la boca abierta e intentar estar tranquila.

Hace unos meses me sacaron las cordales y fue una verdadera tortura; todas fueron extraídas porque por mi bien era necesario, pues, estaban causando mucho daño y lo mejor era hacerlo lo más pronto posible. Fue un proceso largo y la recuperación complicada, ya conté los detalles en otro post y en fin no es algo que quiera repetir; pienso en mis hijas y me da dolor saber si les tenga que tocar eso. He pasado por varios odontólogos y actualmente conozco a una con la que estoy muy contenta, por ser tan profesional, tener mucha paciencia para explicarte cada cosa en detalle, es humana, entiende de lo costoso de los tratamientos; y trata de ofrecerte la mejor opción, escucha con mucha atención y paciencia respondiendo a todas las preguntas, de verdad estoy muy contenta y agradecida con ella.

Mi hija mayor está en un tratamiento de ortodoncia con ella y los resultados son excelentes, a mi esposo le resolvió un problema de mala mordida, así termino siendo la odontóloga de todos en mi casa. A veces es muy difícil coincidir con alguien que haga un buen trabajo y reúna tantas cualidades juntas. No es culpa de ella el inevitable sonido de los aparatos y que muchos nos tengamos que sacar las odiosas cordales.

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