Una de las cuestiones centrales de la reflexión y la teoría acerca del arte, en sus diversas expresiones, es la de la forma. Sobre ella han existido muchas y diferentes perspectivas. Por supuesto, no puedo pretender recoger aquí la gama de lo dicho al respecto. En mi modesto aporte, solo difundo aquí unas cuatro ideas expresadas por importantes autores.

_{"La ciudad" (1919), de Fernand Léger - Fuente - Dominio público}

El filósofo alamán Martín Heidegger, uno de los principales del siglo XX, escribió varios textos de reflexión filosófica sobre el arte y algunos artistas en particular. Una afirmación suya muy destacada sobre el tema:

Una forma no es eso donde algo se detiene, sino que es aquello a partir de lo cual algo inicia su presencia.

Víctor Hugo, el novelista, poeta y dramaturgo francés, columna de la modernidad literaria, produjo un relevante pensamiento crítico acerca de formas del arte, como lo grotesco, por ejemplo. Aquí una interesante aseveración:

La forma es el fondo que emerge a la superficie.

Otro filósofo alemán clave del siglo XX, que produjera toda una teoría estética, fue Theodor Adorno. De su pensamiento este fragmento:

La forma estética es la organización objetiva de cada uno de los elementos que se manifiestan en el interior de una obra de arte como algo sugerente y concorde.

El estudioso y crítico de la literatura Enrique Moreno Castillo elaboró unas provocadoras ideas en un prólogo a una obra del poeta Sain-John Perse, de las que extraigo una que es síntesis de su planteamiento:

La experiencia estética podría ser definida como captación del sentido de una forma.

_{"Tres mujeres" (1921), de Fernand Léger - Fuente - Dominio público}

---

La cuestión de la forma en el arte constituye un asunto seductor para la reflexión y elaboración teórica, y alcanza niveles de abstracción exigentes, como dan cuenta las ideas citadas.

La reflexión de Heidegger funciona como una productiva premisa para las otras, a mi modo de ver. Se trata de concebir la forma no como lo terminado, sino como un indicio que nos abre a la percepción deleitable en lo emotivo e intelectual de lo producido.

Por la forma un contenido comienza a existir para el receptor, consideración que me lleva a la idea de Víctor Hugo. Eso que suele llamarse “fondo” no tendría existencia posible sino adquiere una “forma”, es decir, sino se con-formara, con-figurara. Gracias a la forma –lingüística, visual, auditiva, táctil, etc.– eso indeterminado que está en nuestro deseo, propósito y pensamiento se presenta, se hace presencia.

Adorno apunta más bien a una definición, muy esclarecedora, por cierto. Esa estructura (disposición, combinación, interrelación, etc.) perceptible que se le da a los constituyentes de una obra para que esta sugiera y produzca sentido vendría a ser la forma en arte. De allí que el hacedor debería comprender y asumir esa necesidad y propósito.

Y finalmente, lo dicho por Moreno coloca en primer plano la forma (configuración material), pues solo por ella es posible que el sentido (la significación plural) del objeto estético se ofrezca al receptor y se realice la experiencia estética; como dice en otro momento, a partir de esa configuración que cristaliza en una unidad, la obra de arte “empieza a hablar, a producir sentido”.

---

Referencias:
_{Adorno, Theodor (1983). Teoría estética. España: Ediciones Orbis.
Arellano M., Helena: “Cuando la belleza nos salva”, en Papel Literario, El Nacional, 22/09/2013.
Perse, Sain-John (1988). Poemas (Prólogo de Enrique Moreno Castillo). España: Edit. Lumen.}

Gracias por su lectura.

_{Gif diseñado por @equipodelta}