LAS BUENAS NOTICIAS

Las buenas noticias valen oro; y si vienen de parte de los amigos, valen el triple; y si llegan en momentos de neblina, pues, valen toda la riqueza posible. Y esto es aplicable a todos por igual; en mi caso lo celebro, y a veces, cuando se trata de libros, lecturas y literatura en general, las reflexiono y hasta me animo a publicar lo que pienso.

     Comenzaré por las damas porque a bien tuvo mi padre de enseñarme que primero la caballerosidad y en esto no fallo. Mi amiga lectora, Andrea Gaona, desde Colombia me envía una foto, en cuyo fondo se muestran estantes llenos de libros, por allá se logra ver a Mafalda y varios ejemplares de literatura infantil; pero en el fondo de su corazón lo que desea mostrarme con todo el interés, sano y afectivo de ella, es lo que está en primer plano; a su hija Luciana leyendo y a su pareja, Jaír, en la misma disposición.

     Son una familia de tres, pero valen por cientos porque como son lectores viajan mucho, se la pasan regresando al pasado, adelantándose al futuro o viviendo en varios presentes a la vez; además, representan a muchos personajes, a cuantos haya en los libros que leen; de modo que sus vidas, me atrevo a asegurar, no son comunes y corrientes ni encajan en los prototipos modernos que viven idiotizados en los celulares, no, para ellos leer es un acto de extrema aventura puesto que implica diversión, entretenimiento, contraste y entre otras cosas, aprendizaje.

     Me gustó la foto, me gustó el mensaje; sé que andan en lo mismo de siempre, en la lectura, y que eso los une como familia y nos mantiene en contacto a pesar de la distancia.

     Continuaré con mi amigo Carelapa, el escritor colombiano Umberto Amaya Luzardo. Siempre nos comunicamos, pero esta vez me pidió que me hiciera un video hablando de su trayectoria como promotor de lectura. Creo que el asunto estuvo muy apresurado porque en tres minutos nunca se relatará la vida artística del maestro Amaya. No es porque sea mi amigo, pero en esto de crear su propia fábrica de lectores, tanto en Colombia como en Venezuela, la ventaja que tiene es estupenda; en eso Umberto es un Schumacher; nomás llega a un pueblo y de inmediato está vendiendo o regalando libros o contando una historia y de ahí sale con la marusa de su corazón llena de amigos y deja a la gente con la curiosidad y el deseo de seguir leyendo.

     Ese es Umberto y me dio alegría saber que en algo podía ayudarlo en su nuevo proyecto y en saber que cuento con él cuando se trata de libros y lecturas.

Presentación de La Feria

     También en Venezuela, en mi pueblo, Guanare, ha habido buenas noticias con libros; el mes pasado celebramos la presentación de La Feria, la primera obra del escritor y amigo, Juan Antonio Pérez. Fue bonito acompañarlo y junto a su familia desearle la mayor alegría y dejarle la promesa de seguir apoyándolo en las siguientes publicaciones.