Bailando con la muerte. Relato corto.[esp-eng].

Bailando con la muerte.

Hola ¿cómo estás?, Siempre se hacía la misma pregunta viéndose al espejo, era como si hablara con otra persona, la respuesta que su reflejo le proporcionaba no era más que el pulgar arriba en señal de bienestar, se había metido en la cabeza que su yo del espejo estaba bien, un mundo paralelo donde lo que aquí es negro allá tiene un sin fin de colores, un lugar con infinitas probabilidades para vivir.

Desde los 12 años que luchaba, no con la enfermedad mortal que la aquejaba sino con su propia mente para no sucumbir a lo que el destino en boca de doctores le habían explicado, en aquella época sus padres devastados más que unirse por el bienestar mental de su hija terminaron en una discusión que al cabo de un año terminó en una rotunda separación, esta vez fue diferente y fue la madre quien no podía con la carga que esa enfermedad conllevaría y en un arranque de ira tomó maletas y desapareció, fue en ese episodio donde la aún niña descubrió que su reflejo en el espejo sonreía en vez de llorar.

Su padre se preocupaba cada día y recurrió a muchos médicos pero la respuesta siempre era la misma, una extraña enfermedad de la cual no se conoce mucho, tomaban una tras otra muestra de la niña para estudios que de seguro servirían para el futuro de nuevos pacientes. Dos años le habían dado, sólo dos años y partiría de este mundo que apenas empezaba a ver, sin embargo jamás perdió la esperanza y al llegar a su cumpleaños número 14 invitó a la muerte a bailar.

Pasaron sus 14 años y llegaron los 15, así siguió luchando mientras seguía bailando con la muerte que al parecer se había vuelto su amiga y el reflejo del espejo seguía alzando el pulgar, esto la hacía conservar la esperanza, desde niña se había autoimpuesto no rendirse, -algo bueno pasará de todo este dolor- era lo que se decía así misma antes de dormir y a pesar de su valentía siempre tenía la duda si vería nuevamente la luz del sol.

Al pasar a la adultez y siendo una profesional olvidó su enfermedad sin embargo jamás dejó de bailar con la muerte, esa amiga inseparable que se quedó en las sombras esperando por algún extraño motivo cuando seria el momento justo.

-Disculpe señorita- interrumpió un joven el relato.

La joven lo observó invitándolo a continuar la pregunta.

-¿Lo que usted está contando es ficción de su libro?- Preguntó con gran curiosidad el muchacho.

La joven lo miró viendo que lentamente se quitaba la gorra de su cabeza mostrando la calvicie que el cáncer había provocado. Lo invito a subir y él joven avanzó sonrojado, se puso serio de ver a toda la gente en aquella sala, atrás las luces de los flash lo cegaban pero sentir la mano de esa muchacha le daba valor.

-Esta historia es real- dijo fuertemente, metió la mano en su bolsillo y sacó un espejo de mano entregándolo al joven nervioso que estaba a su lado.

-Ves- le dijo

-No veo nada más que mi reflejo-contestó sorprendido

La muchacha sonrió y continuó su relato. Lo que ves en el espejo eres tú mismo, pero si te fijas bien él que está de ese lado es valiente, te está observado para darte valor ya que no estás solo, aprende a bailar con la muerte como yo lo hice y la esperanza de la vida te abrazara ya que si eres un buen bailarín la muerte se hará tu amiga y te dejará vivir por mucho tiempo, no le temas y baila, baila todos los días y nunca olvides de observarte ya que el que está del otro lado te dará esa fuerza que al estar enfermos perdemos cada día.

-¿Cuánto tiempo llevas con vida después de tu diagnóstico?- Preguntaron en el público presenté.

La muchacha sonriente y orgullosa contestó.
-Debí haber muerto a los 14 años-

-¿Y cuántos años tienes ahora?- Volvieron a preguntar.

-Tengo 34 años– contestó orgullosa.

Los aplausos brotaron al igual que las lágrimas de los presentes ya que habían muchos que padecían enfermedades y otros tantos eran familiares de enfermos terminales.

El muchacho que sostenía el espejo grito fuerte -TE INVITÓ A BAILAR MUERTE-.

La joven miró al cielo orgullosa de sí misma por el valor y esperanza que había depositado en toda esa gente que desde hoy abandonaba el miedo y comenzaba su baile eterno con la muerte.

Dancing with death.

Hello, how are you?, she always asked herself the same question looking at herself in the mirror, it was as if she was talking to another person, the answer that her reflection gave her was nothing more than a thumbs up as a sign of well-being, she had got it into her head that her mirror self was fine, a parallel world where what is black here has endless colors there, a place with infinite probabilities to live in.

Since she was 12 years old she had been fighting, not with the deadly disease that afflicted her but with her own mind not to succumb to what destiny had explained to her through the mouth of doctors, at that time her parents, devastated rather than unite for the mental wellbeing of their daughter, ended up in an argument that after a year ended in a resounding separation, This time it was different and it was the mother who could not cope with the burden that this disease would entail and in a fit of anger she packed her bags and disappeared, it was in that episode where the still child discovered that her reflection in the mirror was smiling instead of crying.

Her father worried every day and went to many doctors but the answer was always the same, a strange disease of which not much is known, they took one after another sample of the girl for studies that surely would serve for the future of new patients. Two years had been given to her, only two years and she would leave this world that she was just beginning to see, however she never lost hope and when she reached her 14th birthday she invited death to dance.

Her 14th birthday passed and her 15th birthday arrived, she continued fighting while she continued dancing with death that apparently had become her friend and the reflection of the mirror kept raising its thumb, this made her keep hope, since she was a child she had imposed herself not to give up, -something good will happen out of all this pain- was what she said to herself before sleeping and in spite of her courage she always had the doubt if she would see the sunlight again.

When she became an adult and a professional she forgot her illness, however she never stopped dancing with death, that inseparable friend that stayed in the shadows waiting for some strange reason when the time would be right.

-Excuse me, miss– a young man interrupted the story.

The young woman looked at him inviting him to continue the question.

-What you are telling is fiction from your book– asked the young man with great curiosity.

The young woman looked at him and saw that he was slowly removing his cap from his head, showing the baldness that cancer had caused. She invited him to come up and he advanced blushing, he became serious to see all the people in that room, behind the flashing lights blinded him but feeling the hand of that girl gave him courage.

-This story is real– he said strongly, reached into his pocket and took out a hand mirror, handing it to the nervous young man next to him.

-You see– he said.

-I don't see anything but my reflection," he replied in surprise.

The girl smiled and continued her story. What you see in the mirror is yourself, but if you look closely he who is on that side is brave, he is watching you to give you courage because you are not alone, learn to dance with death as I did and the hope of life will embrace you because if you are a good dancer death will become your friend and will let you live for a long time, do not be afraid and dance, dance every day and never forget to watch you because he who is on the other side will give you that strength that we lose every day when we are sick.

-How long have you been alive after your diagnosis– asked the audience.

The smiling and proud girl answered.
-I should have died at the age of 14-.

-And how old are you now?- They asked again.

-I am 34 years old– she answered proudly.

Applause broke out as well as tears from those present, since there were many who were suffering from illnesses and many others were relatives of terminally ill patients.

The boy who was holding the mirror shouted loudly, "I INVITED YOU TO DANCE DEAD".

The young woman looked at the sky proud of herself for the courage and hope she had placed in all those people who from today abandoned fear and began their eternal dance with death.

Las imágenes usadas fueron creadas en canva con la aplicación DALL-E./The images used were created in canva with the DALL-E application.