La magia existe - Relato

—La magia existe–solía decir Helena y lo decía con una convicción que no dejaba dudas. Ella estaba hecha de magia, la había heredado de su madre, que yo me atrevo a suponer que también la heredó a su vez de algún otro miembro de la familia.

Helena visitaba la tumba de su abuela al menos dos domingos al mes y sobre su tumba siempre crecían flores. Más de una vez la vi regar semillas sobre las tumbas vecinas y las que estaban más abandonadas. Lo hacía disimuladamente y solía decir que si sobre una tumba crecían flores era porque el difunto se las regalaba a los vivos, que eran su forma de decirles que los amaban.

Una tarde vi a una señora muy anciana llorando sobre una tumba de esas dónde habían crecido las flores de Helena, una de esas que no visitaba nadie. Nos acercamos a ver si la señora necesitaba ayuda y nos dijo que ella vivía en otra ciudad y que por eso no había visitado nunca la tumba de su madre, pero al llegar y ver qué sobre ella crecían sus flores favoritas sintió mucha emoción y mucha paz.

Ninguna de las dos dijo nada, le dimos un poco de agua y la dejamos para que pudiera desahogarse.

Helena era mi mejor amiga y tenía un niño demasiado travieso. Ella le dejaba regalos ocultos por la casa y le decía que eran regalos de las hadas. Adrian creció creyendo en la magia que creen los niños, el ratón Pérez, el niño Jesús y otras fantasías que rodean el mundo infantil, pero con los años se dió cuenta que la magia en realidad habitaba en aquella mujer que colaba el café en las mañanas.

Entonces fue Helena la que empezó a encontrar los regalos de las hadas sobre su almohada o envueltos con dorados papeles y vistosos lazos; fue Helena quien encontró anónimas flores en la puerta los domingos.

Adrian había heredado la magia. Lo supe con certeza una mañana de navidad en la que los achaques de la edad no me dejaron salir de casa, y en la puerta me esperaba un caja de envoltura plateada cuya nota rezaba: "la navidad y los regalos son para quien cree. Este año has sido buena. ¡Feliz navidad!

–La magia existe– Digo hoy sobre la tumba floreada de Helena –Tu fuiste magia, mi Helena y me enseñaste que todos podemos ser magia en la vida los demás.

Todas las fotografías son de mi autoría, tomadas con teléfono redmi 9a