Sorpresas | Surprises

Hace poco hablaba con un amigo sobre los desencantos que nos llevamos con personas conocidas. Ocurre, por ejemplo, cuando alguien que damos por conocido da una respuesta que nos desconcierta, que nos resulta inesperada viniendo de esa persona…
En algún momento de la conversación mi amigo me interpeló con una pregunta crucial:¿Cuánto tiempo necesitamos para conocer a alguien…?
La pregunta en principio me dejó un poco desconcertado, sin embargo, traté de ensayar alguna respuesta que pudiera iluminar, e iluminarme, un poco el panorama…
Lo primero a considerar es que no hay respuesta fácil ante esa pregunta, son varios los aspectos que nos acercan o nos alejan del conocimiento de los demás. No son los temas triviales y superficiales los que nos permiten conocer a los otros.
Son otros temas, de mayor calado, en los que salgan a relucir nuestra valoración de la vida donde podemos ir precisando de cuál madera está hecho cada quien.

Mi amigo también comentaba que esta dificultad era mucho mayor en los entornos virtuales. Le había ocurrido que tenía tiempo intercambiando opiniones con otra persona, leyendo sus escritos en las redes sociales, y de pronto en algún momento esa persona dejaba caer una opinión que no se correspondía para nada con otros puntos de vista que hubiese defendido en el pasado, era como si ese comentario lo estuviese emitiendo otra persona distinta..
Claro, el cambio de opiniones puede ser algo completamente normal, los puntos de vista se modelan de acuerdo a las circunstancias. Pero siempre hay un fondo que permanece más o menos igual. Una vez que se ha llegado a una valoración de la vida es difícil deshacerse de ella de forma radical. Así que para nada es normal que un sujeto haya cambiado su punto de vista yendo de extremo a extremo.
Es muy extraño que hoy expresemos una opinión donde manifestamos, por ejemplo, nuestro desacuerdo con la pena de muerte y mañana expresemos otra distinta donde la apoyemos. Las personas generalmente no actúan de ese modo. Encontrarnos con situaciones como esa da mucho que pensar.
En este punto coincidía con mi amigo en su apreciación de lo difícil que es conocer a alguien en un entorno virtual.

Allí es mucho más fácil tener sorpresas inesperadas cuando se trata de relaciones con otros sujetos. La razón es relativamente sencilla, cuando interactuamos de manera virtual nos estamos perdiendo una buena parte de los aspectos que componen una comunicación genuina. No estamos viendo los ojos de la persona, no escuchamos las inflexiones de su voz, no podemos apreciar su expresión corporal, todos componentes muy importantes para poder establecer la coherencia entre lo que se dice y lo que se está sintiendo.
De cualquier modo también hay que considerar que somos nosotros los que nos formamos la idea sobre la otra persona. Cada uno de acuerdo a sus expectativas va construyendo una imagen del otro que no necesariamente se corresponde con lo que el otro está expresando. De algún modo somos proclives a formarnos fantasías sobre las personas. Quizá por eso luego nos desencantamos con relativa facilidad.
Quizá sea sano aceptar que hay una parte del otro que siempre será enigmática para nosotros, que no se revelará fácilmente a los demás. Con esto en mente también estamos considerando que “las sorpresas” pueden ser un componente natural de cualquier relación humana.
Quizá no debamos preocuparnos más de la cuenta cuando alguien nos salga con una respuesta desconcertante, pensemos que así somos las personas, impredecibles, esquivos, genuinos, y difíciles de entender…
Gracias por tu tiempo.


I was recently talking to a friend about the disappointments we experience with people we know. It happens, for example, when someone we think we know well gives us a response that baffles us, that we find unexpected coming from that person...
At some point in the conversation, my friend asked me a crucial question: How long do we need to get to know someone...?
The question initially left me a little bewildered, but I tried to come up with an answer that might shed some light on the situation, and enlighten me a little...
The first thing to consider is that there is no easy answer to that question. There are several aspects that bring us closer to or further away from knowing others. It is not trivial and superficial topics that allow us to get to know others.

It is other, more profound topics that bring out our assessment of life, where we can determine what each person is made of.
My friend also commented that this difficulty was much greater in virtual environments. He had spent time exchanging opinions with another person, reading their posts on social media, and suddenly, at some point, that person would express an opinion that did not correspond at all with other points of view they had defended in the past. It was as if that comment was being made by a different person.
Of course, changing one's opinions can be completely normal; points of view are shaped according to circumstances. But there is always a foundation that remains more or less the same. Once you have reached an assessment of life, it is difficult to radically discard it. So it is not at all normal for a person to have changed their point of view from one extreme to the other.
It is very strange that today we express an opinion where we state, for example, our disagreement with the death penalty, and tomorrow we express a different one where we support it. People don't usually act that way. Encountering situations like that gives us a lot to think about.

On this point, I agreed with my friend's assessment of how difficult it is to get to know someone in a virtual environment.
There, it is much easier to have unexpected surprises when it comes to relationships with other people. The reason is relatively simple: when we interact virtually, we are missing out on many of the aspects that make up genuine communication. We are not seeing the person's eyes, we are not hearing the inflections in their voice, we cannot appreciate their body language, all of which are very important components in establishing consistency between what is being said and what is being felt.
In any case, we must also consider that we are the ones who form our own ideas about the other person. Each of us, according to our expectations, constructs an image of the other that does not necessarily correspond to what the other is expressing. In a way, we are prone to forming fantasies about people. Perhaps that is why we become disenchanted relatively easily.
Perhaps it is healthy to accept that there is a part of the other that will always be enigmatic to us, that will not be easily revealed to others. With this in mind, we are also considering that “surprises” can be a natural component of any human relationship.
Perhaps we should not worry too much when someone gives us a puzzling answer. Let us think that this is how people are: unpredictable, elusive, genuine, and difficult to understand...
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).








Comunidad Be Entrepreneur

muy buen post
Muchas gracias por pasar y comentar.
Acertado tu análisis sobre las expectativas y los modos de asumir al otro según nuestros propios patrones en los que, en ocasiones pecamos de no ser empáticos incluso.
Gracias por regalarnos estas reflexiones.
Abrazos.
Lograr empatía a veces se vuelve bastante complicado, mucho más en estos entornos virtuales. Gracias por pasar y comentar estimado @roswelborges. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Exacto.
Un abrazo compartiendo un café hermano.
Hola @irvinc. Hay quienes dicen que no debemos esperar nada de nadie para no desencantarnos, sin embargo sabemos que no es así, pues tejer relaciones nos definen y ese incluye el creer y confiar en las personas, por lo que creemos que las conocemos y nos dejamos llevar en esa interacción, que recibimos sorpresas bueno es parte de la vida, aunque no es agradable sucedo porque como señalas es prácticamente imposible conocer al otro en su totalidad, como será que nos cuesta conocernos a nosotros mismos, más al otro. Saludos, me encantó el tema.
El asunto es que hay que tener un mínimo de confianza en el otro y allí es donde se abre la puerta al desencanto. Es un tema complicado donde creo que no es fácil salir ilesos. Gracias por pasar y por el apoyo estimada @damarysvibra. Un fuerte abrazo.
Si nos sorprendemos con los comportamientos o respuestas que tengan las personas a nuestro alrededor, de las cuáles podemos decir que las conocemos bien, que no ocurrirá con quienes solo tenemos intercambio digital no frecuente. En esos casos no podemos decir que les conocemos, porque de llegar a hacerlo nuestro comportamiento también entra en juego en esa dinámica de intercambio, donde puede haber temas si se quiere tabúes: política, religión, o muy personales con traumas incluso.
Es posible llegar a conocer a una persona a través de las redes si se tiene con ella conversaciones profundas con respecto a distintos temas, puede incluso crearse un vínculo muy especial y hasta hacer falta intercambiar con esa persona, cuando se ha logrado esa conexión hasta familiar. Me ocurrió con algunas personas, un intercambio de libros, conversaciones de temas atractivos para todos, sin embargo sería exagerado decir que les conozco o me conocen.
Saludos.
La nueva realidad virtual ha creado todo un mundo de relaciones bastantes complejas. Ya hay personas que solo cultivan relaciones en el espacio virtual, me imagino que para ellos el asunto de realmente conocer al otro no figura entre sus expectativas. Las relaciones entre las personas siempre tienen algo de complicado. Gracias por pasar y comentar estimada @charjaim. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Creo que no se llega nunca a conocer a una persona amigo @irvinc
Un abrazo
Yo también lo creo, todos tenemos zonas oscuras que ni nosotros mismos sabemos que están allí. Gracias por pasar y comentar querida @mafalda2018. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Interesante reflexión, en esa situación sería bueno analizar las circunstancias, así como si se trata de un cambio radical. Saludos desde Cuba
Sí, como dices hay que analizar cada circunstancia, hay muchos casos distintos. Me alegra que te haya gustado la publicación. Gracias por pasar y comentar estimado @felpach. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Salud estimado autor, @irvinc
Sorpresas nos da la vida, aunque sospecho que la realidad es que ni siquiera a nosotros mismos nos llegamos a conocer a plenitud.
De acuerdo a otro amigo en La Colmena, mis puntos de vista son explosivos y mis propios hijos están en desacuerdo con mis opiniones, en especial con mis apreciaciones en cuanto a derechos y justicia. No entraré en detalles que nos puedan llevar a una discusión en mensajes que por la distancia y el paréntesis entre las respuestas pueda dar lugar a malas interpretaciones.
Justicia, pena de muerte, derecho a la vida y derecho a la defensa entrarán en conflicto a cada paso y veo muy complicado, cuál colocar por delante de los demás.
Feliz domingo y hasta pronto.
Es verdad, ni nosotros mismos llegamos a conocernos realmente. Ya esa sospecha la tenían los antiguos, de allí la invitación en el Oráculo de Delfos: conócete a tí mismo. Gracias por pasar y por el comentario estimado @felixmarranz. Un fuerte abrazo desde Maracay.