De paseo por el centro | A stroll through downtown [ESP/ENG]

Esta semana me tocó ir al centro de Maracay, es algo que hago con frecuencia para resolver algunas compras de productos que no consigo por mi zona ya que vivo a las afueras de la ciudad, como a unos diez kilómetros del centro.

En esta oportunidad la visita era motivada por un asunto médico, mi esposa necesitaba hacerse unas placas panorámicas dentales y la doctora exigió que fuesen de un sitio ubicado en pleno centro. Nos pusimos de acuerdo y mientras ella se hacía el estudio yo aprovechaba de hacer algunas compras y luego nos veríamos en la Maestranza.

Los dos llegamos casi al mismo tiempo, la luz del día estaba bonita y como no había apuro nos dedicamos a recorrer los alrededores y a tomar algunas fotos.

Esta época es una de las más bonitas de Maracay, las lluvias mantienen en su máximo esplendor el verdor de la ciudad, sobre todo en la montaña, y el cielo siempre está limpio y luminoso.

La Maestranza es uno de los íconos de la ciudad, una referencia obligada para propios y extraños, sitio de encuentro para la bohemia y la familia.

Mi visita coincidió con lo que nosotros llamamos la semana rígida. Acá en Venezuela, entre las medidas de control del covid-19, tenemos un esquema de funcionamiento llamado siete por siete, el cual consiste en que una semana se permiten ciertas actividades y en la otra se prohíben, esto hace que en la semana rígida el volumen de gente en la calle sea mucho menor. La verdad es que el centro estaba con muy pocas personas, ideal para caminar plácidamente.

Mientras caminaba por la Maestranza sentí un poco de nostalgia. Eché mucho de menos algunos elementos del paisaje como los vendedores de raspados, los de perros calientes y los de algodón de azúcar. La verdad es que no sé desde cuando no estarán allí, ese día fue que los eché de menos.

Esa parte del Centro de Maracay es muy querida para mí. Cuando mis hijos estaban pequeños los llevaba muchas veces a manejar bicicletas, a echarle comida a las palomas y a comer perros calientes. A mi padre lo llevaba a las corridas de toros, mi viejo era un gran aficionado a la fiesta brava.

De otro tiempo también recuerdo que la zona tenía una gran actividad nocturna. En todo el exterior de la Maestranza había pequeños locales que servían como punto de encuentro para la bohemia maracayera. Siempre se podía disfrutar de algún concierto, de recitales de poesía, exposiciones de arte, bautizos de libros, tomarse un café o una cerveza en alguna terraza, y muchas actividades propias de la vida de la ciudad.

Pregunté a una de las personas que caminaban por allí y me dijeron que de vez en cuando seguían haciendo una que otro evento. La verdad es que llevo bastante tiempo que no salgo de noche, y como es lógico no soy la mejor referencia para saber cómo siguen las cosas en ese aspecto.

De cualquier forma soy de los que no se cansan de visitar esos lugares una y otra vez. Es verdad que conocieron mejores tiempos y hoy se encuentran un poco venidos a menos. Pero hay algo allí que siempre me hace sentir bien. No sé. A lo mejor es eso que llaman la querencia, ese afecto que uno desarrolla por los sitios donde ha transcurrido la vida…

Gracias por tu tiempo.

Logo de GEMS propiedad de la comunidad.

This week I had to go downtown Maracay, it is something I do frequently to solve some purchases of products that I do not get in my area, since I live on the outskirts of the city, about ten kilometers from the center.

This time the visit was motivated by a medical issue, my wife needed to have some panoramic dental x-rays and the doctor demanded that they were from a place located in the center of the city. We agreed and while she had the study done I took the opportunity to do some shopping and then we would meet at the Maestranza.

We both arrived almost at the same time, the daylight was beautiful and as there was no hurry we went around and took some pictures.

This time of the year is one of the most beautiful in Maracay, the rains keep the greenness of the city in its maximum splendor, especially in the mountains, and the sky is always clean and bright.

La Maestranza is one of the icons of the city, a must for locals and strangers, a meeting place for bohemia and family.

My visit coincided with what we call the rigid week. Here in Venezuela, among the control measures of covid-19, we have a scheme of operation called seven for seven, which is that one week certain activities are allowed and the other are prohibited, this makes that in the rigid week the volume of people on the street is much lower. The truth is that the center was with very few people, ideal for walking peacefully.

While walking through the Maestranza I felt a little nostalgic. I really missed some elements of the landscape such as the raspados, hot dog and cotton candy vendors. The truth is that I don't know since when they won't be there, that day I missed them.

That part of downtown Maracay is very dear to me. When my children were little I took them many times to ride bicycles, to feed the pigeons and eat hot dogs. I used to take my father to the bullfights, my old man was a big fan of the fiesta brava.

From another time I also remember that the area had a lot of nightlife. All around the outside of the Maestranza there were small places that served as a meeting point for the bohemian Maracayera. You could always enjoy a concert, poetry recitals, art exhibitions, book baptisms, have a coffee or a beer on a terrace, and many activities typical of city life.

I asked one of the people walking around and they told me that from time to time they still do one or another event. The truth is that I haven't been out at night for quite some time, and of course I'm not the best reference to know how things are going on in that aspect.

Anyway, I am one of those who never get tired of visiting those places again and again. It is true that they knew better times and today they are a bit run down. But there is something there that always makes me feel good. I don't know. Maybe it's that thing they call "querencia", that affection that one develops for the places where one has spent one's life...

Thanks for your time.

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Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.

Hasta una próxima entrega. Gracias.

Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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