Poesía narrativa: María de la oscuridad [Esp-Eng]

Más allá de la colina de los pesares, de los arcoíris y los festejos. Unos ojos acechan en la oscuridad de la noche y en el frío de la neblina. Mortales merodeando sin cuidado ni atención a los pies de la reina de la perdición. Dejando al azar los hilos que se pueden trenzar. Guarda silencio y podrás escuchar a lo lejos los gritos sin compás.

Fue como la brisa fría de invierno lo que luego se convirtió en el río más frío de este mundo. La curiosidad superó la sensatez y entre tus aposentos, por primera vez en mil años, de tu descanso te despertaron. María oscura de la eterna agonía, tu sufrimiento estando en vida es incrustado en las desgraciadas manos que de tu sepulcro excavaron.

Condenados con solo pisar tu tierra húmeda en la penumbra. Esclavos del silencio y moribundos anhelando el fin de la tortura. Arrastrados por el dolor y la locura. Tú Sonrisa negra detrás del velo es solo el comienzo, el tormento es infinito al haber profanado tu descanso que debió ser eterno.

Susurros de un desespero incesante y la asfixia de creyentes incapaces. María de la oscuridad has salido de tu sepulcro por culpa de otros y su vanidad, al soplar las velas de esta catedral, la neblina el valle inundará y quien se atrevió tu tumba profanar, obtendrá un castigo peor que la muerte y sus variantes de maldad.

La humanidad. Confiada y sin temor, llena de orgullo y de ansiedad. Algunos secretos deben quedar en la oscuridad, a algunos muertos no se les debe molestar. El mito de María de la oscuridad ahora podría convertirse en la pesadilla más vivida y espeluznante sin poderlo evitar.

Si tan solo sus pasos se hubieran detenido cuando aquel árbol se cayó en medio del camino o cuando aquella tormenta los obligaba a volver dando marcha atrás, pero así de testarudos son los vivos, como si arriesgar su mortalidad fuera algo divertido.

Más que un presentimiento y un alarido, todo se había dispuesto para desatar lo desconocido. En el momento más inoportuno de estropearon las cámaras que habían encendido y del altar tu cuerpo etéreo cobro vida y sentido. El sonido de tus huesos encajando de nuevo y de tu risa tímida recuperada del exilio, fue el inicio del miedo entrando por su piel y su entendimiento del delito que habían cometido.

Una noche en la catedral del valle protegido, una noche y María de la oscuridad había recobrado la fuerza y su alma para caminar de nuevo sobre este mundo pervertido. Sus pasos contaminaban la tierra al pasar y un mar de cadáveres terminaba como ofrenda para su bienestar.

De un valle escondido por siglos, finalmente María de la oscuridad había salido. La sangre pintaba de rojo sus labios atrevidos y sus ojos grises hechizaban hasta al más introvertido. Una nueva era de catástrofe llegaba de las manos delgadas de una sacerdotisa violada, inocencia perdida y lágrimas derramadas, acusada y asesinada.

María de la oscuridad había renacido para enseñarle al mundo el nuevo significado de terror y maldad, envenenada por un pasado trágico y amargo del que se ha jurado vengar.

Beyond the hill of sorrows, of rainbows and feasts. Eyes lurk in the darkness of the night and in the chill of the mist. Mortals lurking carelessly and heedlessly at the feet of the queen of doom. Leaving at random the threads that can be braided. Keep silent and you can hear in the distance the compassless screams.

It was like the cold winter breeze that later became the coldest river in this world. Curiosity overcame sanity and among your chambers, for the first time in a thousand years, from your rest you were awakened. Dark Mary of eternal agony, your suffering while alive is embedded in the wretched hands that dug your tomb.

Condemned just by treading your damp earth in the twilight. Slaves of silence and dying longing for the end of torture. Dragged by pain and madness. Your black smile behind the veil is only the beginning, the torment is infinite having profaned your rest that should have been eternal.

Whispers of unceasing despair and the suffocation of incapable believers. Mary of darkness you have come out of your tomb because of others and their vanity, when blowing the candles of this cathedral, the mist will flood the valley and who dared to desecrate your tomb, will get a punishment worse than death and its variants of evil.

Humanity. Confident and fearless, full of pride and anxiety. Some secrets must be left in the dark, some dead must not be disturbed. Mary's myth of darkness could now become the most vivid and eerie nightmare without being able to help it.

If only their footsteps had stopped when that tree fell in the middle of the road or when that storm forced them to turn back, but that's how stubborn the living are, as if risking their mortality was any fun.

More than a premonition and a shriek, everything had been arranged to unleash the unknown. At the most inopportune moment, the cameras that had been turned on broke down and from the altar your ethereal body came to life and made sense. The sound of your bones snapping back into place and your shy laughter recovered from exile, was the beginning of fear entering through their skin and their understanding of the crime they had committed.

One night in the cathedral of the sheltered valley, one night and Mary from the darkness had regained the strength and her soul to walk again upon this perverted world. Her footsteps polluted the earth as she passed and a sea of corpses ended as an offering for her welfare.

From a valley hidden for centuries, finally Mary had emerged from the darkness. Blood painted her bold lips red and her gray eyes bewitched even the most introverted. A new era of catastrophe came from the slender hands of a priestess raped, innocence lost and tears shed, accused and murdered.

Mary of darkness had been reborn to teach the world the new meaning of terror and evil, poisoned by a tragic and bitter past she has sworn to avenge.