Some forms of love

Love has so many forms that it is impossible to count them,
that my hands can't reach me that the tape measures don't measure and so many things happen that are unpredictable,
that is so magnificent and unexpected that they draw smiles, even on the saddest lips.

Those cracked by time and parched by distance or by the useless wait for a kiss that does not come, because many times we only see the love of the couple, and life afflicts us between so many fruitless searches, between so many complex situations.

So much so that we put aside the other forms of love, because love has several forms,
many ways to express yourself and many ways to feel.
Some look in the mirror as if they were gods, to fill themselves with strength and go out to conquer the world, others remain calm a little withdrawn in deep reflection, feeling an internal love.
Others notice it in a parental hug, in an accidental touch, in a nervous laugh, in a curious and restless look.
In a tail that moves, in a wet snout that caresses, in a purr, in a trill that without much folly breaks the silence of some ear, in a screen and some keys, invoices that shorten distances and make hearts beat then they are dark.

Of course, on some other note,
in that song that transcends and invades hearts.

In that indelible landscape that reminds us of childhood;
in those, your steady eyes that once looked at me,
in the promise of a Friday that turns into tomorrow,
on the side of a bed that feels accompanied
in that precious voice of yours that enriches my soul.

What is completely true is that love is present in all dimensions, spaces, and times; and that energy always transforms according to the moment.
Because love evolves and that is always on time.

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_{"Love, Love Love”. Fotografía capturada con Smartphone Realme 8, integrada en una composición empleando Microsoft PowerPoint.}

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Spanish version

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En el programa de Encuentro de Talentos nos invitaron a escribir sobre el amor y yo entre unos días un poco apesadumbrados y enérgicos a la vez me quedé entre las sombras y pegada en esa sensación de querer terminar cosas que finalmente no termino, que finalmente no deseo empezar.

En un estado de "in between" pero eso si no en pausa, porque tuve que ocuparme de muchas cosas a la vez. De cosas personales pendientes de ajustes en casa. Para que no se quedase como detenida en el tiempo en un descuido pandémico que inmobilizó y envejeció algunas partes que definitivamente requería de mi atención.

De un montón de actividades y cosas que pensar, más aún en el Día Mundial del Reciclaje como era de esperarse. Entre una cosa y otra, donde tampoco ayudaron los servicios que parecen empezar otra vez a hacer de las suyas haciendo lo posible por no estar todos juntos a la vez. Parece que se pusieron de acuerdo, lo consversaron posiblemente para tratar de desetailizarme con su ausencia a modo de carrusel. Sin embargo, con la firme decisión de aprovechar el tiempo y en dar el todo por el todo para lograr ese orden anhelado hace más de un año, no me dejé vencer porque cunado fallaba la conectividad o la electricidad, inmediatamente me dispuse a ordenar las cosas. Liberando espacio, reparando, reutilizando, donando y botando para que todo tenga mejor fluidez y poder llevar todo de una mejor format.

En fin no fue una vez, ni dos veces. En realidad fueron tantas que no logré contarlas y estar ilesa aún en casi un logro con categoría de inmortalidad. En conclusión, escribir sobre el amor en un movimiento contínuo y en un estilo de cruzada entre las labores académicas y creativas a lo que se sumó la inestabilidad en los servicios me hizo imposible lograr ese estado de calma para escribir.

Hoy, luego de una jornada intensa de trabajo en la que aún no logro esatr al día, me he sentado a juntar pedazos, las ganas y los esfuerzo en un conjunto de versos que espero sean de su entero agrado.

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¡Buena Lectura!

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Algunas formas de amor

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El amor tiene tantas formas que es imposible contarlas,
que las manos no me alcanzan que las cintas métricas no miden y es que pasan tantas cosas que son impredecibles,
que son tan magníficas e inesperadas que dibujan las sonrisas, hasta en los labios más tristes.

Esos agrietados por el tiempo y resecos por la distancia o por la espera inútil de un beso que no llega, porque muchas veces solo vemos el amor de la pareja y la vida nos aqueja entre tanta búsqueda infructuosa, entre tanta situación compleja.

Tanto que dejamos de lado las otras formas de amor,
sí, porque el amor tiene varias formas,
muchas maneras de expresarse y muchas maneras de sentirse.
Algunos se miran al espejo como si fueran dioses, para llenarse de fuerza y salir a conquistar el mundo, otros se quedan en calma un poco replegados en un reflexión profunda, sintiendo un amor interno.
Otro lo notan en un abrazo parental, en un roce accidental, en una risa nerviosa, en una mirada curiosa e inquieta.

En una cola que se mueve, en un hocico húmedo que acaricia, en un ronronear, en trino que sin mucho desatino rompe el silencio de algún oído, en una pantalla y unas teclas, en una voces que acortan distancias y que hacen palpitar corazones que luego quedan sombríos.

Por supuesto, en alguna que otra nota,
en esa canción que trasciende e invade los corazones.

En ese paisaje indeleble que nos recuerda la infancia;
en esos, tus ojos firmes que alguna vez me miraban,
en la promesa de un viernes que se transforme en mañana,
en el lado de una cama que se siente acompañada
en esa tu voz preciosa que me enriquece el alma.

Lo que si es del todo cierto, es que el amor está presente en todas las dimensiones, espacios y tiempos; y como la energía siempre se va transformando de acuerdo con el momento.
Porque el amor evoluciona y eso sí siempre llega a tiempo.

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