Quizás es una frase con las que todos nos identificamos porque desde que nacemos estamos relacionados con ella, nos adaptamos, empezamos a probar cosas nuevas e incluso a elegir que nos gusta y que no. En mi caso, aunque antes no me gustaban algunas cosas ahora resulta que sí. Creo que es cuestión de cambios, de la misma evolución del ser humano, de la educación del paladar como diría un amigo. De hecho, cada vez más nos hacemos más conscientes de cómo nos estamos alimentando. Ya sea por una decisión amigable con el ambiente contra el maltrato animal, o por alguna condición que se manifiesta cuando ya no somos tan jóvenes. Tal vez estemos tratando de no consumir comida rápida y esa misma transición que está requiriendo el mundo a un modelo circular y sostenible, se va haciendo más presentes en nuestros hogares.

La comida rápida siempre me ha gustado. Durante mi época de universitaria y ahora mismo cuando estoy desarrollando bastante trabajo de campo y laboratorio la opción es comer algo rápido y sencillo de elaborar, aunque eso no implica que sea fácilmente digerible o bueno para mi organismo. Es algo en lo que debo trabajar. Fijar mi atención en eso. Sin volverme obsesiva.

Como a todos me gustan los perros calientes, las hamburguesas, pizza, la comida china, árabe y muchas más. También me gustan los vegetales, es decir que consumo verduras al vapor, asadas y sancochadas y ensaladas crudas y frías, donde combino sabores dulces y agrios.

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La idea que tengo es cuidarme más comer más sano sin que eso represente limitarme o que se vuelva un problema, sino que se dé en plena facilidad. Esta decisión más que fundamentada en la pérdida de peso se ha vuelto necesaria por salud. Con el paso del tiempo estoy desarrollando algunas intolerancias o reacciones alérgicas. Incluso al pescado, algo que es muy difícil viviendo en una zona costera y, sobre todo porque el pescado y los mariscos me encantan.

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Entonces, yo considero que, por supuesto la comida es nuestra amiga, sólo que debemos conocer nuestro cuerpo y escoger lo que nos haga sentir mejor. Comer sano, pero dar una flexibilidad para cometer un “pecado” y luego retomar sin que se acabe el mundo. Y si es necesario buscar ayuda de algún coach de alimentación que pueda acompañarnos en el proceso sería ideal.

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La comida como herramienta motivadora

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Por otra parte, es importante considerar que la comida es un medio de interacción poderoso. Las reuniones de trabajo generalmente se acompañan con café o té y galletas. También existen almuerzos y cenas de negocios o trabajo donde se presentan proyectos y se toman decisiones.

Luego de un trabajo arduo seguramente a modo de dar cierre o celebrar el cumplimiento de una meta probablemente se celebre con una reunión en la que se comparte comida y bebida y en un ambiente más relajado se estrechan las relaciones laborales y, por supuesto, también las personales.

También muchas de las ideas o asociaciones surgen compartiendo un café o una cerveza y luego se van consolidando y se vuelven sostenibles. De hecho, ahora estoy desarrollando un proyecto que surgió en un coffe break de un curso que dicté en una universidad venezolana en el primer trimestre del año 2020. Un encuentro entre amigos que teníamos tiempo sin vernos yo la profe en el como estudiante otra vez, pero con eso lazos y recuerdo que nos hacían sentir cercanos, ya que ambos obtuvimos nuestros títulos en el mismo lugar. Bastó que compartiéramos un poco entre café y café para que dijéramos sería bueno que hiciéramos algo juntos y esa idea ese momento alrededor de una mesa sirvió para consolidar y poner en marcha un proyecto. Así que con esto refuerzo que la comida es algo muy importante.

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English version

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I believe that food is a reason to get together, share, generate ideas, and even a space to enhance creativity. Don't you think so? And I'm not just talking about being creative when cooking, either because you create a special dish, but because devising to cook with what you have available at home something that is enjoyable is quite an art.

In today's post I tell you a little bit about food and the importance it has from my point of view.

In fact, throughout my life, I have had a love-hate relationship with food and one that I am taking up again in a slightly more responsible way at times. But I'm just getting started. I do hope this post is to your complete liking.

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Good reading!

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Food in our lives friend or not?

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Perhaps it is a phrase with which we all identify because since we are born we are related to it, we adapt, we start trying new things, and even choose what we like and what we don't like. In my case, although I didn't like some things before, now it turns out that I do. I think it is a matter of changes, of the same evolution of the human being, of the education of the palate as a friend would say. In fact, we are becoming more and more aware of how we are feeding ourselves. Whether it is because of an environmentally friendly decision against animal abuse, or because of some condition that manifests itself when we are not so young. Perhaps we are trying not to consume fast food and that same transition that is requiring the world to a circular and sustainable model is becoming more present in our homes.

Fast food has always appealed to me. During my time at university and right now when I am doing a lot of field and laboratory work, the option is to eat something quick and easy to prepare, although that does not imply that it is easily digestible or good for my body. That's something I need to work on. Fix my attention on that. Without becoming obsessive.

Like everyone else, I like hot dogs, hamburgers, pizza, Chinese food, Arabic, and many more. I also like vegetables, meaning I eat steamed, roasted, and boiled vegetables and raw and cold salads, where I combine sweet and sour flavors.

The idea I have is to take care of myself more and eat healthier without limiting myself or that it becomes a problem, but that it is given in full ease. This decision more than based on weight loss has become necessary for health. As time goes by, I am developing some intolerances or allergic reactions. Even to fish, something that is very difficult living in a coastal area and especially because I love fish and seafood.

So, I consider that, of course food is our friend, we just have to know our body and choose what makes us feel better. Eat healthy, but give a flexibility to commit a "sin" and then resume without the end of the world. And if necessary seek help from some food coach who can accompany us in the process would be ideal.

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Food as a motivational tool

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On the other hand, it is important to consider that food is a powerful means of interaction. Business meetings are usually accompanied by coffee or tea and cookies. There are also business or working lunches and dinners where projects are presented and decisions are made.

After a hard work surely by way of giving closure or celebrating the accomplishment of a goal is probably celebrated with a meeting where food and drink are shared and in a more relaxed atmosphere work relationships are strengthened and, of course, also the personal ones.

Also, many of the ideas or associations arise by sharing a coffee or a beer and then consolidate and become sustainable. In fact, I am now developing a project that emerged in a coffee break of a course I taught at a Venezuelan university in the first quarter of 2020. A meeting between friends that we had time without seeing each other, I the teacher in the as a student again, but with that ties and memories that made us feel close since we both got our degrees in the same place. It was enough that we shared a little between coffee and coffee for us to say it would be good to do something together and that idea that moment around a table served to consolidate and implement a project. So with this, I reinforce that food is something very important.

Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)

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